Resonancias del pasado en el segundo concierto de Luis de Pablo

El estreno absoluto del Concierto n¨²mero dos, para piano y orquesta de c¨¢mara, de Luis de Pablo, y la audici¨®n de la Suite monta?esa, del compositor c¨¢ntabro Arturo D¨²o Vital, dieron inter¨¦s de novedad al ¨²ltimo concierto dirigido por G¨®mez Mart¨ªnez al frente de la Orquesta Sinf¨®nica de Radiotelevisi¨®n Espa?ola en la Plaza Porticada de Santander. El director granadino, que hab¨ªa obtenido un ¨¦xito resonante la noche anterior en su colaboraci¨®n con los finalistas del Concurso Paloma O'Shea, expuso la p¨¢gina de D¨²o Vital con seguridad y acierto.

La obra de Luis de Pablo, espl¨¦ndidamente tocada por el pianista Jos¨¦ Ribera y los solistas de marimba, tuvo, por parte de la orquesta, una lectura m¨¢s sumaria que detallista. Y se trata de un verdadero concierto de c¨¢mara, en el que el compositor bilbaino parece retomar sugerencias de algunas obras primeras, Cesuras, por ejemplo. Busca Luis de Pablo una sonoridad fr¨¢gil, de una belleza trasparente y una continuidad plena de movimiento, lirismo y hasta ciertos rasgos de iron¨ªa. Tiene poco que ver el concierto segundo con su casi coet¨¢neo primero y, a primera vista, se advierte una mayor voluntad de originalidad, tanto en las formaciones individualizadas como en la estructura total de a p¨¢gina.La muy dif¨ªcil parte pian¨ªstica, con momentos de gran virtuosismo y otros francamente l¨ªricos, aun cuando no ret¨®ricos, qued¨® asumida por Jos¨¦ Ribera desde un dominio total de la t¨¦cnica y las intenciones del autor. Partitura escasamente apta para ser escuchada en un espacio abierto como la Plaza Porticada de Santander, estoy seguro que cuando G¨®mez Mart¨ªnez la programe en Madrid, quedar¨¢n bien evidenciados los diversos y bien integrados elementos que la componen.

El triunfo de Luis de Pablo y sus int¨¦rpretes fue claro; aplausos y bravos sonaron en honor de todos, a los que correspondi¨® Jos¨¦ Ribera con una propina de Mompou -El hombre del arist¨®n-, en cuyo homenaje est¨¢ escrito el concierto dedicado por Luis de Pablo a quien le sugiri¨® la idea, esto es, al pianista catal¨¢n, residente en Estocolmo, Jos¨¦ Ribera.

En la segunda parte del programa, Miguel Angel G¨®mez Mart¨ªnez dirigi¨® la Segunda sinfon¨ªa, de Brahms, a partir de un concepto que modifica sus anteriores versiones: m¨¢s largo, contemplativo y leve de sonoridad. Tras los aplausos recibidos, el principal director invitado de la RTVE ofreci¨®, como bis, la Primera danza h¨²ngara, de Brahms.