Un adi¨®s a la reconciliaci¨®n centrista

Con su manifiesto de Santander, el presidente de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, Landelino Lavilla, ha dicho un adi¨®s tajante a cualquier especulaci¨®n de acercamiento entre los diversos partidos centristas. Si se esperaba un pronunciamiento del hombre fuerte de UCD contra las coaliciones preelectorales, lo cierto es que nadie pod¨ªa prever, en el habitualmente cauto y moderado presidente del partido en el Gobierno, un ataque tan fulminante a los disidentes y a los grupos situados a derecha e izquierda, en lo que claramente es un nuevo intento de reafirmar la opci¨®n de centro, En la formulaci¨®n te¨®rica de la necesidad de esta opci¨®n se adivina la mano del adjunto al presidente de UCD, Juan Antonio Ortega D¨ªaz-Ambrona, uno de los m¨¢s tenaces defensores tradicionales del centrismo qu¨ªmicamente puro.Tras un comienzo profesoral, tributo al lugar donde se pronunciaba la conferencia, comienzo plagado de citas de Maritain, Balmes, Gald¨®s, Aza?a y Juli¨¢n Mar¨ªas, Lavilla entr¨® en materia, afirmando que los disidentes de UCD "no hacen sino servir a un fen¨®meno de creciente bipolarizaci¨®n pol¨ªtica". Antes, hab¨ªa definido esta bipolarizaci¨®n como preludio de la tragedia". Sus definiciones de quienes han abandonado UCD, a derecha o izquierda, tienen escasa moral conciliadora: son "quienes, quebrada la lealtad al esp¨ªritu de conciliaci¨®n interna, no aceptaban m¨¢s que la imposici¨®n, incondicional de sus criterios". O quienes "nunca entendieron la grandeza de la concepci¨®n y la generosidad del proyecto de un partido centrista, en el que se limitaron a buscar el mejor y m¨¢s f¨¢cil acomodo personal o la satisfacci¨®n, de peque?as ambiciones". O quienes "han carecido del temple necesario, que da la verdadera dimensi¨®n del pol¨ªtico, para afrontar los primeros reveses con voluntad renovadora y con sacrificado esp¨ªritu de renovaci¨®n". Concluye resaltando que "UCD no va a convertirse, sean cuales quieran los resultados de los pr¨®ximos comicios, en un ap¨¦ndice de ning¨²n otro partido pol¨ªtico".

Otras partes del discurso pueden resumirse en una l¨²cida autocr¨ªtica -desvirtuada al se?alar que se trata de males existentes en el pasado- y en el esbozo y anuncio de lo que ser¨¢ un programa de Gobierno a presentar en la pr¨®xima campa?a electoral. Pero de este esbozo de programa, al margen de un canto a las virtudes del liberalismo, poco puede extraerse, si no es la promesa concreta de presentaci¨®n, de un plan contra el paro.