Termin¨® una semana de angustias
Con la jornada de ayer en la Bolsa termin¨® esta semana de sesiones en la que ha habido de todo, desde las supuestas angustias del martes hasta la supuesta tranquilidad de las ¨²ltimas. sesiones. La jornada de ayer fue como casi todo el mundo esperaba y, la ¨²nica sorpresa, aunque relativa, la constituy¨® la demanda de t¨ªtulos del Banco de Santander, que creci¨® de forma casi milagrosa ante el inminente aumento del nominal de sus acciones y result¨® muy codiciado. Con esta avalancha de demandas lo l¨®gico era publicar papel sin operaciones, y se hizo al 272%. Para el grupo de los siete grandes, la oferta era m¨ªnima, tan s¨®lo 13.000 t¨ªtulos de saldo vendedor que, frente a los 270.000 que. en total se demandaban, pasaron totalmente desapercibidos y el protagonismo lo tuvo quien lo busc¨®. En el grupo reina una aparente calma que se ha traducido en repeticiones y alguna que otra subida, siendo la m¨¢s importante la registrada por Banesto, que gan¨® ocho enteros con un saldo comprador cercano tan s¨®lo a los 8.000 t¨ªtulos. El grupo el¨¦ctrico fue el animador de la jornada y sigui¨® recuperando posiciones en casi todos sus valores. Los cambios positivos se hac¨ªan casi con la misma facilidad con que el martes se efectuaron las bajas y habr¨¢ que esperar, a conocer la contrataci¨®n del grupo para saber si el optimismo que muestra est¨¢ justificado, o s¨®lo son los deseos de algunas instituciones de que estos valores, abundantes en sus carteras, no bajen sus precios.
No faltaron los rumores que anticipaban los resultados de la encuesta encargada por el presidente de UCD y que tend¨ªan hacia la formaci¨®n de una coalici¨®n con Alianza Popular, y es que el recitado en voz alta de los propios deseos produce la magia de los resultados, al menos eso dicen las teor¨ªas sobre los mitos y los ritos.
Las expectativas del mercado para la pr¨®xima semana son casi imposibles de predecir y es tanta la indefinici¨®n que pase lo que pase tendremos que escuchar alg¨²n que otro "lo sab¨ªa" dee los que, casi siempre despu¨¦s, lo saben todo.
La contrataci¨®n sigue siendo muy floja y los corros francamente aburridos, con lo que se puede decir que todo ha vuelto a la normalidad de anteriores semanas.
Los mercados de letras de cambio y de pagar¨¦s del Tesoro tambi¨¦n han experimentado un retroceso, debido el de estos ¨²ltimos a la falta de oferta y a la imposibilidad de colocar con seguridad el dinero que se obtuviese de una posible venta.
Todas las bolsas se movieron esta semana con id¨¦ntico ritmo e incluso los perfiles de los vol¨²menes de contrataci¨®n se parecieron enormemente. Ni tan siquiera se dieron las diferencias en los cambios que se ve¨ªan en anteriores semanas, lo que pone de manifiesto la influencia que los t¨¦cnicos de las instituciones tienen en el mercado.
Los tres d¨ªas que han de pasar hasta la siguiente ronda de sesiones de bolsa van a ser en esta ocasi¨®n m¨¢s importantes que en otras, debido a la impaciencia con que se van a esperar los comunicados de los partidos pol¨ªticos y a las perspectivas que ¨¦stos despierten para las posiciones de los inversores. Sin embargo nadie espera declaraciones importantes por el momento, ya que la campa?a a¨²n est¨¢ por empezar.
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