Los Victorino fueron diferentes

Hasta hace poco, Victorino dec¨ªa que sus toros eran diferentes, que eran fieros y que nunca hab¨ªa que perderles la cara. Pero resulta que ayer, Ruiz Miguel, cuando toreaba al cuarto, lleg¨® a perder la muleta y se li¨® casi a pu?etazos y el toro tan tranquilo. Nobles fueron todos los dem¨¢s, tan buenos colaboradores que parec¨ªan pertenecer a una ganader¨ªa de las llamadas comerciales.Ruiz Miguel ha estado sobrado de sitio y hasta arrogante con la dulzura del cuarto y suerte tuvo Campuzano de encontrarse con estos toros para abrirse a un p¨²blico hasta ahora hostil con ¨¦l, cuando se encontr¨® toreando a placer a un sexto toro con una bondad inusitada, donde el torero estuvo por debajo del animal en una faena irregular, con pases de buen toreo con el pit¨®n izquierdo.En su anterior toro, sin embargo, hab¨ªa estado vulgar.En la euf¨®rica tarde, Espl¨¢ volvi¨® a ser ese torero suelto, marchoso en torer¨ªa, cuando cruzaba la plaza con el capote al hombro, o arrojaba la muleta por la espalda, y ser capaz de saltar el callej¨®n con los pies por delante. Lucido y suelto en todos los terrenos, con una mejor¨ªa ascendente cada tarde.