Washington considera al nuevo canciller democristiano cercano a la 'filosof¨ªa Reagan'

Miembros de la Administraci¨®n norteamericana consideran al nuevo canciller de la Republica Federal de Alemania, Helmut Kohl, como un l¨ªder cercano a la filosof¨ªa Reagan, aunque temen que el fin del mandato del canciller Helmut Schmidt contribuya a una polarizaci¨®n de la vida pol¨ªtica en un Estado considerado como crucial para la seguridad de Occidente.

Un apoyo m¨¢s directo a la estrategia militar de la OTAN, menos reservas a la hora de instalar -antes de un a?o- la nueva generaci¨®n de misiles de alcance medio y, quiz¨¢, mayor presi¨®n en el momento de negociar o comerciar con los sovi¨¦ticos, son los tres aspe tos positivos que destacan en Washington, ante el fin de m¨¢s de ocho a?os de coalici¨®n socialdem¨®crata-liberal en Bonn y la llegada de una coalici¨®n democratacristiana-liberal, de signo conservador.Hay dudas, sin embargo, de que la nueva coalici¨®n en el Gobierno cambie la pol¨ªtica de apoyo a la construcci¨®n del gasoducto siberiano, tema de fricci¨®n entre los aliados, que este fin de semana discuten en las cercan¨ªas de Montreal los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN. La Casa Blanca no olvida que el embargo decretado por el presidente Reagan prohibiendo el suministro de tecnolog¨ªa occidental para el gasoducto sovi¨¦tico, no fue respetado ni por el socialista franc¨¦s Fran?ois Mitterrand, ni por el socialdem¨®crata alem¨¢n Helmut Schmidt, ni tampoco por la conservadora brit¨¢nica Margaret Thatcher. Poco cabe esperar, en principio, por parte del democratacristiano Helmut Kohl.

Los expertos estadounidenses de las relaciones germano-norteamericanas destacan el car¨¢cter proamericano de Kohl, l¨ªder que organizo manifestaciones populares en apoyo a Ronald Reagan durante la reciente visita del presidente norteamericano a la Rep¨²blica Federal.

Pero se?alan tambi¨¦n que Helmut Schmidt fue un dirigente pro atl¨¢ntico, defensor de la OTAN, y que logr¨® controlar las corrientes m¨¢s izquierdistas y antinorteamericanas de su partido. Las posturas de Schmidt hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica y los pa¨ªses del Este, de vital importancia para las exportaciones de la RFA, no siempre fueron aplaudidas, ni por la Administraci¨®n actual del presidente Ronald Reagan, ni por las anteriores de los presidentes Carter y Ford. No obstante, el excanciller Helmut Schmidt -amigo personal del actual secretario de Estado, George Shultz- fue siempre un pol¨ªtico incondicional para la Alianza Atl¨¢ntica.