Mensaje teresiano del papa Juan Pablo II en el anuncio de su visita a Espa?a

Viene de la p¨¢gina primera

Los conocidos acontecimientos me obligaron a retrasar el viaje, que con el favor de Dios tendr¨¢ lugar muy pronto. As¨ª podr¨¦ clausurar solemnemente el centenario teresiano en Avila y Alba de Tormes el pr¨®ximo d¨ªa 1 de noviembre".

"No pod¨ªa pasar esta importante fecha sin enviaros mi particular felicitaci¨®n y recuerdo. Porque Teresa de Jes¨²s representa, para la Iglesia y para el acervo cultural de la humanidad, una figura cumbre. Ella uni¨® la santidad con las cimas m¨¢s altas de la m¨ªstica. La calidad de sus obras literarias, la finura de su estilo, su singular testimonio espiritual, y hasta su simpat¨ªa de mujer de poderosa inteligencia, sensibilidad exquisita y realismo, son un ejemplo luminoso que llena de consuelo. Y que estimula con un mensaje jugoso y v¨¢lido para nuestra ¨¦poca".

"La trayectoria de Teresa se inserta en uno de los momentos m¨¢s brillantes de la historia eclesial y civil de Espa?a, que constituye su Siglo de Oro. Teresa de Jes¨²s dese¨® participar activamente en la formidable empresa evangelizadora de la Am¨¦rica reci¨¦n descubierta".

"Desde su condici¨®n de mujer, se determin¨® a hacer todo lo posible, 'hacer aquel poquito que estaba en su mano'. Llevada por un designio providencial, con su labor de reformadora y fundadora de monasterios, puso en primer plano los horizontes del esp¨ªritu".

"Desde su condici¨®n de mujer, se determin¨® a hacer todo lo posible, 'hacer aquel poquito que estaba en su mano'. Llevada por un designio providencial, con su labor de reformadora y fundadora de monasterios, puso en primer plano los horizontes del esp¨ªritu".

"Ante la conmoci¨®n cultural del Renacimiento, continua el mensaje del Papa, cuya ¨²ltima ra¨ªz estaba en la sustituci¨®n de la idea de Dios por la del hombre como medida y luz de la creaci¨®n, cuando el nuevo ritmo del pensamiento amenazaba desacralizar la existencia y postergar los valores divinos, Teresa de Jes¨²s acomete el camino de la interioridad".

"As¨ª avanza prodigiosamente por las moradas de su castillo personal, hasta llegar al centro, donde Dios reside".

"As¨ª llega a lo m¨¢s hondo, lo m¨¢s verdadero del hombre: la presencia activa y amorosa de Dios en ¨¦l. Desde esta perspectiva, a la vez humana y sagrada, Teresa justifica y defiende la libertad, estimula a la justicia, invita a la pr¨¢ctica total del amor".

"Sus maravillosas ense?anzas conectan perfectamente con los anhelos de nuestro siglo. Yo mismo lo pude comprobar, cuando en circunstancias dif¨ªciles de mis a?os juveniles me acerqu¨¦ al magisterio de Teresa y Juan de la Cruz. Y no es menor prodigio que tal aventura se haya cumplido en una mujer acosada por las enfermedades, siempre alegre, enemiga de artificialidades, sencilla, genuina".

"Querido pueblo de Espa?a: concluyo este mensaje subrayando una actitud de santa Teresa: su fidelidad a la Iglesia, en cuyo seno ella vivi¨® y muri¨®. Ya desde ahora pongo mi visita bajo la protecci¨®n de santa Teresa de Jes¨²s". "Con ella os digo: tened ¨¢nimo, vivid la esperanza, sed fieles a vuestra fe. ?Hasta pronto, Espa?a, tierra de santos y m¨¢rtires, tierra de Teresa! Te bendigo con toda mi alma, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Esp¨ªritu Santo".