El Gobierno portugu¨¦s prepara nuevas medidas de austeridad
El Gobierno portugu¨¦s se prepara a endurecer su pol¨ªtica de austeridad, a pesar de las fuertes resistencias evidenciadas por un sector de la coalici¨®n de centro-derecha que apoya al Gabinete de Pinto Balsemao. La prisa manifestada por el ministro socialdem¨®crata de Finanzas, Joao Salgueira, para hacer aprobar en Consejo de Ministros el proyecto de presupuestos del Estado para 1983, est¨¢ causando sorpresa en Lisboa: el t¨¦rmino legal para el debate parlamentario sobre el presupuesto es el d¨ªa 15 de diciembre, y en los a?os anteriores este plazo no fue nunca respetado.Adem¨¢s, en el caso presente, no faltar¨ªan al Gobierno motivos para querer postergar la discusi¨®n: el Parlamento sigue ocupado con la conclusi¨®n del debate de las leyes de revisi¨®n constitucional; hay que proceder a la elecci¨®n del presidente de la C¨¢mara para la nueva sesi¨®n legislativa y, sobre todo, est¨¢ pr¨®ximo el inicio de la campa?a electoral para las municipales del 2 de diciembre. Todas las informaciones disponibles indican que los nuevos presupuestos acentuar¨¢n la pol¨ªtica de austeridad vigente, con nuevos y dr¨¢sticos cortes en el gasto p¨²blico, y parecer¨ªa m¨¢s l¨®gico, de parte de los partidos del Gobierno, aplazar para despu¨¦s de los comicios la publicaci¨®n de unas medidas necesariamente impopulares, como la limitaci¨®n de los aumentos de salarios y la reducci¨®n de los, presupuestos otorgados a la ense?anza, a la salud p¨²blica y a la Seguridad Social.
A pesar de la repugnancia manifestada por algunos de sus colegas de Gobierno hacia su pol¨ªtica econ¨®mica y financiera, considerada "excesivamente monetarista", el ministro de Finanzas parece estar convencido de la necesidad y de la urgencia de una actitud de firmeza y rigor para fortalecer el cr¨¦dito internacional.
La situaci¨®n portuguesa est¨¢ llegando a tales extremos de dramatismo que las medidas destinadas a atajar el desequilibrio galopante de la balanza comercial y en las cuentas del Estado no admiten nuevas demoras, y hay que dar garant¨ªas a los acreedores de que la pol¨ªtica de austeridad sea mantenida.
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