CATALU?A
Por encima de las notables alzas electorales del PSOE y de la coalici¨®n AP-PDP, los resultados m¨¢s espectaculares en Catalu?a han sido los sangrientos descalabros sufridos por CC-UCD y el PSUC.Centristes de Catalu?a-Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, que en las elecciones legislativas de 1979 se hab¨ªa constituido en la segunda fuerza pol¨ªtica catalana, por detr¨¢s del PSC-PSOE y por delante de Converg¨¦ncia i Uni¨®, se ha visto reducido a la condici¨®n de partido extraparlamentario en Catalu?a. Pese a haber desembarcado al ministro Federico Mayor Zargoza en la cabecera de la candidatura de CC-UCD al Congreso por Barcelona, los centristas no han sido capaces de revalidar ninguno de los 12 esca?os que obtuvieran en las elecciones legislativas de 1979.
El Centro Democr¨¢tico y Social tampoco ha logrado obtener y recuperar ninguno de los esca?os que obtuviera en 1979 en Catalu?a UCD, partido del que se esc¨ªndiera. Ni siquiera Antonio de Senillosa ha sido capaz de sacar un acta de diputado para el CDS por Barcelona, a pesar de que era considerada uno de las circunscripciones m¨¢s propicias al CDS.
El descalabro de los comunistas catalanes es tambi¨¦n considerable, que han obtenido un solo esca?o, cuando en la pasada legislatura el PSUC (Partit Socialista Unificat de Catalunya) contaba con 8 esca?os. Las tensiones internas vividas hace unos meses por dicho partido, que desemboc¨® en la escisi¨®n del bloque leninista y en la creaci¨®n del PCC (Partido de los Comunistas Catalanes), as¨ª como la crisis y p¨¦rdida generalizada de atractivo del PCE en toda Espa?a, han sido, sin duda, determinantes en este derrumbamiento del PSUC. El ¨²nico acta de diputado obtenida por el PSUC ha reca¨ªdo en la persona de Gregorio L¨®pez Raimundo, n¨²mero uno por Barcelona y presidente del partido. Quedan, pues, fuera del Parlamento figuras comunistas tan destacadas como Jordi Sol¨¦ Tura y Eulalia Vintr¨®.
Por el contrario, el Partido Socialista de Catalu?a, sin duda m¨¢ximo beneficiario de los esca?os perdidos por el PSUC, ha incrementado su car¨¢cter de fuerza hegem¨®nica en Catalu?a con sus 25 esca?os obtenidos, 8 m¨¢s que en la pasada legislatura. Tambi¨¦n aparece como recipiendario de una m¨ªnima porci¨®n del electorado centrista.
Por su parte, la coalici¨®n AP-PDP ha recibido un generoso trasvase del electorado que votara CC-UCD en 1979, lo que le ha permitido auparse de un esca?o en 1979 a 8 esca?os en la actualidad. El salto ha sido particularmente destacado en Barcelona, donde AP ha pasado de 1 a 5 esca?os, circunscripci¨®n donde precisamente la sangr¨ªa de UCD ha sido mayor, ya que en dicha provincia ha perdido 6 diputados. AP pasa, pues, a convertirse en la tercera fuerza pol¨ªtica parlamentaria de Catalu?a, puesto al que ha saltado desde la quinta posici¨®n, compartida con ERC, que ocupara en 1979.
Dentro de los diputados obtenidos por APPDP figuran su hombre fuerte en Catalu?a, Miguel Angel Planas, y el conocido ex procurador por el tercio familiar en las Cortes franquistas, Eduardo Tarragona.
El crecimiento de Converg¨¨ncia i Uni¨®, sin ser espectacular, significa su aupamiento y consolidaci¨®n como segunda fuerza pol¨ªtica catalana, cuando en 1979 representaba la tercera fuerza pol¨ªtica catalana. CiU, aunque de manera menos destacada que APPDP, tambi¨¦n se ha beneficiado de la di¨¢spora de los esca?os perdidos por CC-UCD en Catalu?a. CiU ha obtenido 12 actas de diputado, 3 m¨¢s de las que obtuviera en los comicios de 1979.
Esquerra Republicana de Catalunya revalida una ¨²nica acta de diputado, personificada por Francesc Vives, n¨²mero uno de ERC al Congreso por Barcelona.
El PCC, que ¨²nicamente se presentaba al Congreso por Barcelona, no ha obtenido ning¨²n esca?o.
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