Alguien meti¨® la pata
Al llenazo y a la ilusi¨®n enorme que llev¨® a la plaza el p¨²blico, los organizadores de la novillada de ayer correspondieron con un espect¨¢cuIo lamentable. A¨²n no doblaba la tercera raspa y la gente ya se quer¨ªa ir, porque aquella sucesi¨®n. de reses impresentables e inv¨¢lidas no hab¨ªa quien la soportara. Alguien meti¨® la pata. Despu¨¦s del ¨¦xito de la novillada .del domingo, el p¨²blico abarrot¨® Las Ventas porque la entrada era gratis pero tambi¨¦n con verdadero fervor de aficionados, y era una ocasi¨®n m¨¢s que propicia para promocionar el toreo, al tiempo que se promocionaban los novilleros. Lo que se consigui¨®, en cambio, fue todo lo contrario.La gente abandon¨®, el coso aquejada de un aburrimiento de muerte, y los espadas principiantes, abatidos por una sensaci¨®n de fracaso, a pesar de la orejita que les regalaron a dos de ellos. La fiesta, que es un espect¨¢culo de primera magnitud cuando en ella impera la emoci¨®n del toro, no hay quien la aguante cuando ese toro no existe. Los erales que saltaron al ruedo de Las Ventas no ten¨ªan el m¨ªnimo trap¨ªo exigible para la categor¨ªa de la plaza, y adem¨¢s rodaban continuamente por la arena.
Plaza de Las Ventas
1 de noviembre (por 19 ma?ana). Novillada de promoci¨®n.Novillos de Juan Garc¨ªa ?lvarez, peque?os y flojos. Jos¨¦ Luis Sese?a. Pinchazo y estocada (oreja). Estocada baja (palmas). Juan de los Reyes. Pinchazo hondo bajo y dos descabellos (silencio). Pinchazo y estocada corta delantera (oreja). Carlos Hombrados. Pinchazo y estocada (silencio). Tres pinchazos y estocada (palmas).
En estas condiciones, naturalmente, ni se divierte el p¨²blico ni es posible torear.
Presencia de los ni?os en las matinales
A las dos matinales acudieron much¨ªsimos ni?os, que a estas horas posiblemente no deben de saber si merece la pena ir a los toros, aunque sea gratis. El primer d¨ªa lo pasaron en grande, se apasionaron con los emocionantes sucesos de la lidia y sal¨ªan de la plaza pegando pases. El segundo -es decir, ayer-, alborotaban por el tendido jugando a los indios, y mediada la corrida se les o¨ªa suplicar: "?Pap¨¢, v¨¢monos ya!" o "?Cu¨¢nto falta para que se acabe esto?". As¨ª que, en efecto, a pesar de la feliz idea de organizar estas novilladas para promoci¨®n de nuevos valores y solaz del pueblo, alguien meti¨® la pata.
Es de esperar que para la pr¨®xima novillada de promoci¨®n traer¨¢n otro tipo de ganado; bravo o manso (mejor bravo, por supuesto), pero que tenga presencia y casta y, sobre todo, que no se caiga.
Con el ¨²nico novillo verdaderamente ¨²til, el primero, Jos¨¦ Luis Sese?a instrument¨® en los medios algunas series de derechazos aceptables, en los que falt¨® temple, pero tampoco se lo ¨ªbamos a exigir todo al principiante. Su otro eralillo era un inv¨¢lido. Juan de los Reyes instrument¨® buenas ver¨®nicas al segundo y al quinto, de distintos estilos ambas tandas, y seguramente fueron esos lances lo mejor de la ma?ana. El toreo hecho y derecho pr¨¢cticamente empez¨® y termin¨® en estas contadas intervenciones y lo dem¨¢s fue an¨¦cdota.
Nada pudo hacer Juan de los Reyes en el mencionado segundo, a causa de la invalidez absoluta del especimen. En el tambi¨¦n mencionado quinto, cuyas patas no eran, precisamente, las columnas de H¨¦rcules, pero por lo menos las ten¨ªa m¨¢s enterizas que sus hermanos, realiz¨® un trasteo voluntarioso, cuaj¨® algunos pases de impecable factura, recibi¨® un palotazo en la boca del est¨®mago que le cort¨® la respiraci¨®n, se quit¨® la pa?oleta, recobr¨® el aliento, mat¨® con brevedad y logr¨® una orejita, que algo es. Otro tullido eral, lidiado en tercer lugar, impidi¨® que lucieran las maneras de Carlos Hombrados, y un gazap¨®n que -cerr¨® la murga de fiesta, tambi¨¦n. Hombrados intervino en banderillas, con mucha vulgaridad, y la ma?ana se le fue de vac¨ªo.
De manera que ni espect¨¢culo ni promoci¨®n hubo, por la metedura de pata de alguien. Sol s¨ª hubo. La gente lo hu¨ªa, como si estuvi¨¦ramos en el dieciochojulio, pero no hab¨ªa d¨®nde meterse, pues el llenazo llegaba en sombra hasta la barandilla. Desde primeras horas de la ma?ana, la boca del metro de Ventas hab¨ªa estado vomitando una multitud, que se divid¨ªa en dos torrentes humanos: uno, cargado de flores, camino de la Almudena; otro, cargado de afici¨®n, camino de la plaza de toros. Este ¨²ltimo esper¨® en las puertas a que abrieran, entr¨® en tropel y tom¨® las barreras al asalto. Qui¨¦n lo habr¨ªa de decir, en el d¨ªa de Todos los Santos y por la ma?ana.
Buena actuaci¨®n de Campuzano en Venezuela
El matador de toros espa?ol Tom¨¢s Campuzano tuvo una buena actuaci¨®n en la corrida celebrada el pasado domingo en la plaza de Valencia (Venezuela), seg¨²n informa la agencia Efe. Cort¨® oreja en un toro y dio la vuelta al ruedo en otro.
Se lidiaron toros mexicanos de Santo Domingo, bravos y nobles. Eloy Cavazos, que fue el triunfador de la tarde, cort¨® tres orejas en su lote. El venezolano Victoriano Garrido no pas¨® de voluntarioso y escuch¨® palmas en sus dos enemigos.
Tambi¨¦n hubo corrida en la plaza de toros de Guadalajara (M¨¦xico), primera de la feria de esta localidad, en la que se lidiaron reses de la ganader¨ªa de Cerro Viejo, bien presentados y que dieron buen juego. Antonio Lomel¨ªn, palmas y oreja. Mariano Ramos, silencio y dos orejas, y Manolo Capetillo, ovaci¨®n y silencio en el que cerr¨® plaza.
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