Texto del documento
"30 de junio, 1943.Querida Miss Barry:
A la vista de las continuadas referencias hechas por la Motion Pictures Herald de naturaleza perjudicial para m¨ª, y como consecuencia de mi conversaci¨®n con usted en esta fecha, creo que no tengo m¨¢s alternativa que renunciar a mi cargo como jefe de montaje y jefe de guionistas del departamento de adaptaci¨®n de filmes del Museo para la oficina del Coordinador de los Asuntos Inter-Americanos.
Parece evidente para m¨ª que alguna persona, o un grupo de personas, est¨¢ determinada a crearme problemas, presumiblemente con la intenci¨®n de crear una situaci¨®n embarazosa o desacreditar al coordinador y al trabajo de la divisi¨®n cinematogr¨¢fica, usando para tales prop¨®sitos los contenidos representados en uno de mis filmes, hecho en 1931 en Par¨ªs, y titulado La edad de oro.
Como usted es una de las pocas personas en este pa¨ªs que ha visto la pel¨ªcula, usted comprender¨¢, no lo dudo, que ¨¦sta jam¨¢s puede ser vista como un filme anti-religioso. Ciertamente, en ¨¦l se simbolizan algunos enfrentamientos con la religi¨®n, al igual que con la sociedad, opuestos al logro del amor. El filme era un poema surrealista. En aquella ¨¦poca intentaba usar las palabras po¨¦tico y amor en el mismo sentido en que lo hac¨ªan los surrealistas, porque yo era uno de ellos. El surrealismo, a mi parecer, nunca ha sido irregular o ilegal.
En cuanto a la referencia hecha a mis creencias izquierdistas, d¨¦jeme llamar su atenci¨®n hacia el siguiente hecho: despu¨¦s de ser investigado por diferentes agencias del Gobiemo, el 18 de junio de 1942, comparec¨ª ante un tribunal del Departamento de Estado de Washington. Este tribunal estaba compuesto por representantes de diferentes departamentos del gobierno y agencias, por ejemplo: Departamento de Estado, Trabajo, Justicia, Armada, Ej¨¦rcito y FBI. Como resultado de esta investigaci¨®n, que fue enteramente satisfactoria, me fue posible obtener los primeros papeles para mi nacionalizaci¨®n norteamericana.
Antes de terminar esta carta quiero manifestarle que, dejando el Museo, tras dos a?os y medio, llevo conmigo agradables recuerdos. Siempre he encontrado aqu¨ª un esp¨ªritu de sincera cooperaci¨®n para mi trabajo, junto con la gran comprensi¨®n y coordialidad en nuestras relaciones: todo eso, Miss Barry, ha sido posible gracias a usted.
Sinceramente suyo,
Luis Bu?uel."
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.