Los grandes bancos sugieren al PSOE limitar los dividendos
La necesidad de limitar los dividendos bancarios a determinadas instituciones que lo necesiten para no poner en peligro su situaci¨®n patrimonial, una nueva forma de decidir la salida a la crisis bancaria y un intento real de reducir el precio del dinero para los cr¨¦ditos concedidos al sector industrial son algunos de los puntos b¨¢sicos que determinados responsables de algunos de los siete grandes est¨¢n proponiendo, por caminos directos e indirectos, al partido socialista para el momento de la formaci¨®n del nuevo Gobierno y ante la necesidad de que tomen decisiones urgentes.
A trav¨¦s de las ¨²ltimas declaraciones de altos dirigentes bancarios parece claro que han hecho una oferta concreta a los socialistas en el tema de los posibles dividendos a repartir a cargo de los resultados de este ejercicio. Si el a?o pasado se acept¨® sin excesivos problemas la "recomendaci¨®n" del Banco de Espa?a en el sentido de que no se repartiera como dividendo m¨¢s all¨¢ del 8% de los recursos propios de cada banco, en la actualidad se aceptar¨ªa sin ninguna duda rebajar incluso este porcentaje, acerc¨¢ndolo todo lo posible al 6% que fijaba el decreto Larraz de los a?os cuarenta. Lo ¨²nico que se quiere es que sea el Gobierno, a trav¨¦s del Banco de Espa?a o mediante decreto, el que lo haga. De esta forma la banca no tendr¨ªa que cargar con la tarea de explicar en cada junta general que tal medida es necesaria para conservar la sanidad de los bancos.Los presidentes de los grandes bancos aceptaron no hace mucho la cl¨¢usula introducida en el decreto de creaci¨®n del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos para cooperativas de cr¨¦dito que posibilita al Consejo de Ministros el elevar del uno al dos por mil de los recursos ajenos la cantidad que la banca privada y el Banco de Espa?a tienen que poner a disposici¨®n del Fondo de Garant¨ªa para asegurar los dep¨®sitos y proceder al saneamiento de los bancos en crisis. De ponerse en pr¨¢ctica significar¨ªa dedicar a saneamiento un 10% m¨¢s de los beneficios obtenidos en el a?o y ello implicar¨ªa la primera medida de limitaci¨®n real de dividendos en una cuant¨ªa importante.
La opini¨®n de que los dividendos de hoy son hambre para ma?ana, dada la situaci¨®n de la banca espa?ola, empieza a abrirse camino entre algunos de los principales responsables financieros, y a este respecto se recuerda que potentes bancos extranjeros est¨¢n haciendo provisiones consideradas como desmedidas no hace mucho tiempo. El anuncio del Commerzbank de venta de su sede principal para tener reservas con las que hacer frente a los problemas que consideran se les avecinan va a ser aprovechado sustancialmente en los pr¨®ximos meses por parte de la banca espa?ola.
Otras soluciones a la crisis
Despu¨¦s de cuatro a?os de aprobar y practicar una pol¨ªtica de saneamiento de bancos en crisis, basada en la aportaci¨®n de fondos p¨²blicos y privados para tapar los agujeros detectados en algunas entidades y, posteriormente, incorporar los bancos enfermos a la estructura operativa de los grandes -con lo que la concentraci¨®n bancaria se realizaba por esta v¨ªa-, en estos momentos se empieza a especular con otras alternativas posibles.El desarrollo de la crisis de Banca Catalana, y el anuncio formal hecho por su principal responsable en la actualidad de que es probable que el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos asuma la totalidad de las p¨¦rdidas del grupo, as¨ª como la compra de activos no rentables, marca una nueva etapa en la consideraci¨®n de los bancos en crisis.
Por su lado, algunos portavoces de entidades financieras, y en menor medida algunos responsables socialistas, empiezan a considerar la posibilidad de que algunos de los bancos en crisis no se beneficien del saneamiento tradicional y se siga con ellos un proceso de liquidaci¨®n ordenada que pase por un proceso de quiebra en el momento en que sus p¨¦rdidas sean inabordables o supongan un coste desmedido. En este sentido se recuerdan las afirmaciones de Emilio Bot¨ªn, presidente del Banco de Santander, cuando declar¨® en junio del a?o pasado que "los socios de los bancos deb¨ªan ser obligados a reponer el capital y reservas perdidas y, caso de no hacerlo, proceder a su liquidaci¨®n con p¨¦rdida total para el accionista".
Empezar a aceptar como posible un proceso de reducci¨®n dr¨¢stica de la oferta bancaria, con desaparici¨®n de marcas mediante quiebras, significa reordenar el sector aceptando los l¨ªmites que ¨¦ste tiene, y podr¨ªa, en opini¨®n de algunos expertos financieros, ser una ayuda importante a la tarea de reducci¨®n sensible del coste del dinero para la actividad industrial. No es volver a la ¨¦poca en la que el precio que se pagaba por los dep¨®sitos estaba regulado por disposiciones administrativas, como represen tantes de algunos de los grandes han pedido a los socialistas en sus contactos, y ello conduc¨ªa indefectiblemente a una fijaci¨®n del precio del activo tambi¨¦n administrativa.
En la actualidad se piensa que la desaparici¨®n de algunos bancos que est¨¢n practicando una pol¨ªtica de obtenci¨®n de dep¨®sitos mediante tipos de inter¨¦s muy elevados, y no se refieren exclusivamente a los bancos en crisis declarada sino tambi¨¦n a algunos que presentan cuentas de resultados positivos, obligar¨ªa a que se terminara la pol¨ªtica de crecimiento por esa v¨ªa y a una concentraci¨®n de los dep¨®sitos bancarios en las entidades que presenten una mayor estabilidad en lugar de prometer remuneraciones que, a la larga, les aboca a su desaparici¨®n como instituciones.
Junto a estas nuevas propuestas de tratamiento de los bancos en crisis, consider¨¢ndolos en parte como si se tratara de cual quier otra empresa, la agudizaci¨®n de la crisis econ¨®mica espa?ola y los problemas derivados de las salidas al exterior vuelven a poner sobre el tapete la posible concentraci¨®n bancaria entre los grandes, una vez que se consideran pr¨¢cticamente acabadas las posibilidades de seguir creciendo a partir de absorber bancos peque?os o medianos. Porque apenas quedan ya bancos de estas caracter¨ªsticas y porque, al tiempo, los costes de reflotamiento de los que est¨¢n siendo adjudicados o podr¨ªan serlo en un futuro pr¨®ximo comprometen una parte creciente de los resultados que se van obteniendo.
En este sentido, se se?ala lo dif¨ªcil que habr¨ªa sido para cualquiera de los siete grandes asumir las p¨¦rdidas declaradas de Banca Catalana, m¨¢s de 130.000 millones de pesetas, que suponen una cifra superior a los beneficios del conjunto de la banca durante 1981 o el equivalente, a diez a?os de beneficios de cualquiera de los dos primeros bancos nacionales.
Las quinielas que se hacen al respecto son variadas, aunque todas ellas hablan de que los dos bancos vascos tendr¨ªan que fusionarse con el Banesto y el Central, con lo que el Hispano quedar¨ªa muy descolgado de la l¨ªnea de cabeza, a menos que no se produjera la fusi¨®n "m¨¢s natural de todas", Ia del Hispano con el Urquijo. A una distancia mucho mayor quedar¨ªan el Santander y el Popular, aunque no se puede olvidar el incremento importante que para cualquiera de, los siete grandes significar¨ªa la incorporaci¨®n de la divisi¨®n financiera de Rumasa, formada por una veintena de bancos.
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