El INI que se ha encontrado el PSOE
Concebido por Franco en 1941 como un modelo organizacional fuertemente centralizado y sometido al dictado de la autarqu¨ªa pol¨ªtica m¨¢s absoluta, el Instituto Nacional de Industria (INI) se ha convertido en un gigantesco holding estatal-, que cuenta con m¨¢s de setenta empresas directamente participadas, m¨¢s de 350 filiales, con m¨¢s de 250.000 puestos de trabajo, una aportaci¨®n al Producto Interior Bruto (PIB) en torno al 15%, un total de 1,6 billones de pesetas en inmovilizado y un nivel de inversi¨®n anual que sobrepasa ampliamente los 250.000 millones de pesetas. Pero adem¨¢s, su gesti¨®n en el campo de nuestra econom¨ªa le ha llevado a controlar el 97% de la construcci¨®n naval, el 67% del aluminio nacional, el 50% de la producci¨®n de hulla, casi un 50% de la producci¨®n de acero y algo m¨¢s del 40% de los autom¨®viles. construidos en el pa¨ªs.
La trayectoria del INI desde 1941 est¨¢ jalonada de una larga trayectoria, en la que destacan un fuerte desequilibrio financiero con un d¨¦ficit estructural en torno a los 42.000 millones de pesetas y un resultado negativo global en el resultado de sus empresas de alrededor de 100.000 millones de pesetas; todo esto, enmarcado en una pol¨ªtica de absorci¨®n de empresas en crisis, merced a criterios puramente pol¨ªticos y escasamente sociales. A los casos hist¨®ricos de Rodalquilar, Boetticher y Navarro, Sider¨²rgica Asturiana y un largo etc¨¦tera hay que a?adir la reciente adquisici¨®n de la sociedad Presur, destinada a la fabricaci¨®n de pellets que alimentan la siderurgia integral, y en la que se ha obligado a participar al INI con un 24% de capital y un desembolso de seiscientos millones. Entre las empresas adquiridas por motivos pol¨ªticos, tan s¨®lo ocho (Hunosa, AESA, Astano, Barreras, Ensictesa, AHM, GEASA y ENASA) constituyen m¨¢s del 80%. de las p¨¦rdidas del INI durante el pasado ejercicio. El 90% de las p¨¦rdidas del ente se centran en tres sectores: construcci¨®n naval, siderurgia y autom¨®vil, que contabilizan s¨®lo el 23% de las ventas del grupo (ver cuadro 1).Otro cap¨ªtulo que preocupa es el de las subvenciones, que han ido sirviendo para enjugar o disfrazar p¨¦rdidas. En efecto, el ejercicio de 1979, por ejemplo, cerr¨® con unas p¨¦rdidas globales de 57.300 millones de pesetas, de los que 18.000 fueron aportados por el Estado v¨ªa subvenci¨®n. El ejercicio de 1981 cerr¨® con unas p¨¦rdidas totales de 100.105 millones de pesetas, reducidas a 16.947 gracias al paraguas protector del Estado, que aport¨® por diferentes v¨ªas una subvenci¨®n total de 96.000 millones de pesetas.
Durante 1981, los costes financieros del INI sumaron 135.864 millones de pesetas, con un incremento del 33,9%. sobre los 101.460 millones computados en 1980 por id¨¦nticos conceptos. Este deterioro se explica -en palabras del documento presentado en su momento por Carlos Bustelo- por el aumento de las inversiones (un 39%) "financiado en los mercados de capitales exterior e interior, siendo de destacar que por primera vez el recurso del mercado dom¨¦stico ha sido mayor que el efectuado al mercado exterior". Las inversiones del INI en 1981 fueron de 210.000 millones de pesetas, mientras que en 1980 alcanzaron los 151.496 millones.
Ahora bien, referente a la deuda del INI existente a primeros del pasado mes de noviembre, puede indicarse que el holding estatal y su grupo de empresas tienen contra¨ªda una deuda exterior de 5.638 millones de d¨®lares (unos 660.000 millones de pesetas al cambio en esos d¨ªas), que supera el 47% del total de la deuda exterior del sector p¨²blico espa?ol, que, sin contar el ¨²ltimo cr¨¦dito autorizado por Econom¨ªa y Comercio por valor de doscientos millones de d¨®lares, asciende a 11.900 millones de d¨®lares, aproximadamente 1,3 billones de pesetas al cambio actual (ver cuadro 2).
Pol¨ªtica regional
La distribuci¨®n geogr¨¢fica de las inversiones del Instituto Nacional de Industria presenta enormes desequilibrios. Asturias, Barcelona y Tarragona se llevan el 33,4%.del total invertido, mientras que hay veinticuatro provincias que no alcanzan el 0,5% de ¨¦ste. Entre Albacete, Avila, C¨¢ceres, Ja¨¦n, Logro?o, Segovia y Soria se reparten un raqu¨ªtico 0,3% del inmovilizado y un 1,9% de la plantilla. No hay que olvidar que la inversi¨®n del INI se ha centrado en sectores industriales b¨¢sicos, y que los temas de desarrollo regional son relativamente nuevos entre sus objetivos. Es decir, se ha primado m¨¢s a las regiones m¨¢s desarrolladas.Conviene asimismo recordar que el INI no sigue el mismo proceso de concentraci¨®n de la industria privada, sino que el asentamiento concreto de sus actividades corresponde en su mayor parte a condicionantes derivados de la naturaleza de las mismas: existencia de materias primas y recursos minerales (Adaro, ENDASA, Figaredo, etc¨¦tera), proximidad al mar (Baz¨¢n, Barreras, etc¨¦tera). Las empresas del Instituto, en consecuencia, han localizado por estas mismas exigencias buena parte de sus inmovilizados en territorios deprimidos: as¨ª, Teruel y Lugo destacan (junto a Tarragona:) en orden al inmovilizado acumulado per c¨¢pita del grupo INI. El inmovilizado neto acumulado al 31 de diciembre de 1980 del grupo INI se elevaba a 1.623.547,4 millones de pesetas. Estos grandes recursos econ¨®micos se encuentran distribuidos pr¨¢cticamente por todo el territorio nacional, aunque de una forma muy desigual, ya que tres regiones espa?olas son las m¨¢s favorecidas: Catalu?a, Galicia y Asturias, al encontrarse en ellas casi el 50% del inmovilizado neto total del Instituto.
Por el contrario, dentro del mapa regional espa?ol, las regiones en que es menor la presencia del INI son las de Extremadura y la Rioja, ya que ellas ¨²nicamente detentan el 0,17% y el 0,07%. del inmovilizado y el 0,24%. y el 0,03%. del empleo total, respectivamente.
Ahora bien, si se desciende del ¨¢mbito espacial regional al provincial se observa que la provincia que mayor inmovilizado neto acumula en su territorio es la de Asturias, con 202.541 millones de pesetas, seguida de las provincias de Barcelona, con 186.177 millones de pesetas, y de Tarragona, con 173.402 millones de pesetas, lo que representa para el conjunto un nivel de porcentaje del 34,4% respecto al total, e individualmente, el 12,4%, 11,4% y 10,6%, respectivamente. Las razones del porqu¨¦ se localiza en estas provincias tanto inmovilizado es debido a que en ellas se encuentran localizadas industrias altamente intensivas en capital.
Por otra parte, no son las que acumulan m¨¢s inmovilizado las que absorben m¨¢s empleo del grupo, ya que Madrid tiene m¨¢s empleo (17,26%,) y menos inmovilizado (7,35%) que Barcelona (15,62% y 11,40%, respectivamente) y Tarragona (0,95% y 10,62%).
El. proyecto SODI (sociedades de desarrollo industrial), por la orientaci¨®n sectorial de las inversiones, por su filosof¨ªa de rentabilizar las inversiones, por la descentralizaci¨®n de su actividad, etc¨¦tera, constituye un valioso instrumento de desarrollo regional que permite cubrir la laguna que deja el INI, pero tardar¨¢ en hacerse notar.
Ahora bien, las SODI ya tienen un plan estrat¨¦gico para los pr¨®ximos cinco a?os. El INI ha preparado dos opciones de inversi¨®n de 40.000 y 53.000 millones, respectivamente. El nuevo Gobierno socialista ser¨¢ el encargado de aprobar una u otra. Las opciones ser¨ªan:
a) La inversi¨®n total se acercar¨ªa a los 40.000 millones de pesetas, que ser¨ªan repartidos entre todas las SODI existentes y en las que progresivamente se vayan creando durante el per¨ªodo de tiempo concretado. A la hora de concretar las cantidades del reparto se ha tenido en cuenta el n¨²mero de empresas en las que participa cada sociedad, as¨ª como las necesidades de las mismas. Las l¨ªneas maestras de actuaci¨®n continuar¨ªan las ya determinadas por la direcci¨®n regional hasta hoy, sin realizar ning¨²n tipo de cambio. La iniciativa privada seguir¨ªa teniendo la preponderancia en las decisiones principales para el desarrollo empresarial.
b) En esta segunda opci¨®n (53.000 millones), la distribuci¨®n tendr¨ªa mucho que ver con la mano del Estado. Para ello se proyecta una serie de medidas y que ¨¦stas se incluyan en los presupuestos generales del Instituto. Estas ruedidas se refieren a la creaci¨®n de un mecanismo de primas por inmovilizaciones accionarias de las SODI en sus regiones respectivas y el acceso a la financiaci¨®n ajena mediante subvenciones, en condiciones que hagan posible la rebaja de este tipo de inter¨¦s y de forma que ¨¦stos norebasen el 10%. En el caso de que sea captada la segunda posibilidad se crear¨ªan 203 empresas m¨¢s que por la primera, con m¨¢s de 12.000 puestos de trabajo de diferencia. La parte mayor corresponder¨ªa a SODIAN (Sociedad de Desarrollo Industrial de Andaluc¨ªa) con 175 y 228 empresas, y 10.600 y 13.944 empleados. Contando con la sociedad andaluza, el total de las empresas en que intervendr¨ªan las SODI ser¨ªa de 841 en el primer caso, y de 1.103 en el segundo. En cuanto a empleos, la primera alternativa los sit¨²a en 51.898, y la segunda, en 62.784.
Empresas o grupo con futuro
"Sigo opinando que el INI no debe estar presente en sectores econ¨®micos que no sean estrat¨¦gicos o de base", ha dicho m¨¢s de una vez Carlos Bustelo. Y no es s¨®lo su opini¨®n en este sentido, sino la de muchos otros grandes gerentes. En efecto, uno de los problemas mayores del INI ha sido la falta de racionalizaci¨®n y profesionalizaci¨®n de la gesti¨®n empresarial, con algunas exce pciones, hecho que a partir de De la Rica y Bustelo comienza a experimentar sustanciales variaciones.Abocarse a una pol¨ªtica de saneamiento de determinadas empresas o divisiones ser¨¢ una tarea fundamental para la nueva directiva del INI. El problema es, d¨®nde, si los sectores en crisis suelen ser los m¨¢s intensivos en generaci¨®n de empleo. Sin embargo, la nueva directiva tendr¨¢ que enfrentarse con:
- Reducci¨®n de plantillas.
- Incremento de competitividad nacional e internacional, pasando por un riguroso control de calidad en todos los sentidos.
- Pol¨ªtica de exportaci¨®n.
- Pol¨ªtica de investigaci¨®n y desarrollo, especialmente en sectores como la alimentaci¨®n, electr¨®nica e inform¨¢tica, armamento, construcci¨®n naval e ingenier¨ªa y construcci¨®n.
Todo esto redundar¨¢ en una reestructuraci¨®n de la cartera industrial del INI a trav¨¦s de una pol¨ªtica de inversiones adecuadas, que se centrar¨¢ en todos estos sectores calificados como de futuro.
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