Objetos perdidos

El 26 de septiembre de 1980 encontr¨¦, en la calle General Mart¨ªnez Campos, de Madrid, un reloj de oro que me pareci¨® perdido, por lo que, cumpliendo lo que para estos casos establece el art¨ªculo 615 del C¨®digo Civil, lo llev¨¦ al Ayuntamiento de Madrid, distrito de Chamber¨ª, para que el hallazgo fuera publicado, en la forma acostumbrada, dos domingos consecutivos, a fin de que su propietario pudiera recuperarlo.Seg¨²n el citado art¨ªculo, transcurridos dos a?os, a contar desde el d¨ªa de la segunda publicaci¨®n, sin haberse presentado el due?o, se adjudicar¨¢ la cosa encontrada al que la hubiese hallado. En efecto, el d¨ªa 2 de noviembre de 1982 lleg¨® a mi casa la notificaci¨®n de que pod¨ªa retirar el objeto se?alado en el Almac¨¦n de Villa, calle Santa Engracia, 120, de 9 a 12.30 horas. Como a esas horas tengo, como casi todo el mundo, muchas cosas que hacer, no pude acudir a dicho almac¨¦n hasta el d¨ªa 24 de diciembre, y cual fue mi indignaci¨®n cuando los dos funcionarios encargados del mismo me dijeron que no pod¨ªan devolverme mi reloj porque, al haber transcurrido m¨¢s de diez d¨ªas desde la notificaci¨®n que se me hab¨ªa hecho, el objeto se iba a vender en subasta p¨²blica.

El art¨ªculo 33.3 de la Constituci¨®n espa?ola, que todos, incluido el Ayuntamiento, estamos obligados a respetar, dice que "nadie podr¨¢ ser privado de sus bienes y derechos -entre ellos la propiedad adquirida por ocupaci¨®n-, sino por causa justificada de utilidad p¨²blica o inter¨¦s social, mediante la correspondiente indemnizaci¨®n y de conformidad con lo dispuesto por las leyes". /