S¨ªndrome toxico, situacion actual / y 2
El n¨²mero de pacientes censados por el diagn¨®stico de s¨ªndrome t¨®xico el 28 de diciembre de 1982 asciende a 20.195, y el n¨²mero de fallecidos atribuibles a esta enfermedad, a 336.Las principales manifestaciones cl¨ªnicas en el momento actual de la evoluci¨®n del s¨ªndrome t¨®xico se producen en los sistemas neuromuscular, cardiopulmonar, la piel y el h¨ªgado. Estas manifestaciones son muy variables al considerar los casos cl¨ªnicos, tanto en cuanto al n¨²mero de personas afectadas como en cuanto a la intensidad de la afectaci¨®n, de tal manera que en algunas provincias, donde el censo es reducido, se puede considerar que entre el 60% y el 70% de la poblaci¨®n afectada censada no presenta datos objetivos de enfermedad.
El n¨²mero de pacientes en la actualidad (a fecha 18 de enero de 1983) es de 74, de los cuales nueve lo est¨¢n en unidades de cuidados especiales. Todos estos datos rectifican las cifras err¨®neamente publicadas en este peri¨®dico en d¨ªas pasados. De igual forma, se han mencionado en diferentes medios informativos algunos aspectos cl¨ªnicos concretos que parecen preocupar a la poblaci¨®n afectada y sobre los que queremos hacer algunas matizaciones.
Se plantea la similitud de este proceso con la llamada esclerodermia (escleroris sist¨¦mica progresiva), asumiendo que el pron¨®stico puede ser semejante; concepto err¨®neo por cuanto en muchos casos se est¨¢ evidenciando una tendencia a la mejor¨ªa espont¨¢nea, lo que s¨®lo sucede excepcionalmente en la enfermedad conocida como esclerodermia; por otro lado, la t¨ªpica afectaci¨®n de otros ¨®rganos en esta ¨²ltima enfermedad y que agrava su pron¨®stico no se ha objetivado en el s¨ªndrome t¨®xico en ning¨²n momento de su evoluci¨®n.
No se han demostrado p¨¦rdidas de visi¨®n atribuibles directamente al s¨ªndrome t¨®xico. En cualquier caso, y para vigilar adecuadamente este aspecto, ha sido aprobado un proyecto de investigaci¨®n de patolog¨ªa oft¨¢lmica y est¨¢n en per¨ªodo de formaci¨®n dos unidades para su puesta en marcha. En igual situaci¨®n se encuentra un proyecto de investigaci¨®n de patolog¨ªa dentaria.
Con respecto al insomnio, es indudable que ha existido, aunque su incidencia no ha alcanzado a la totalidad de la poblaci¨®n, como as¨ª se ha hecho ver a la opini¨®n p¨²blica. Las cifras reales de pacientes que han sufrido insomnio en alg¨²n momento de la evoluci¨®n no han superado el 30%, dato congruente en una poblaci¨®n sometida a una alta presi¨®n psicol¨®gica. Los an¨¢lisis realizados por el doctor L. Agreda son incompletos y no est¨¢n inmersos en un estudio controlado. La realizaci¨®n de un proyecto m¨¢s amplio fue una sugerencia nuestra que ¨¦l acept¨®, pero que jam¨¢s llev¨® a efecto, y a nuestro poder nunca ha llegado un proyecto de investigaci¨®n firmado por ¨¦l.
El seguimiento de ni?os nacidos de padres afectados de s¨ªndrome t¨®xico no ha aportado datos de enfermedad; los casos recientemente publicados en los medios de informaci¨®n corresponden a patolog¨ªa ,intercurrente, y en ning¨²n momento se puede atribuir a paso del t¨®xico por v¨ªa placentaria. A pesar de ello, es nuestra opini¨®n que los hijos nacidos de padres afectados deben seguir en control cl¨ªnico a largo plazo. Del mismo modo, y por motivos de elemental prudencia, de acuerdo con la Comisi¨®n de Ginecolog¨ªa, creemos necesario mantener por el momento la recomendaci¨®n de evitar los embarazos en las parejas en las que alguno de sus miembros est¨¢ afectado por la enfermedad.
Esta recomendaci¨®n se mantendr¨¢ en principio hasta la culminaci¨®n de los estudios en marcha, que esperamos se produzca en los pr¨®ximos meses, y cuyas conclusiones definitivas creemos que ser¨¢n tranquilizadoras, como lo son en la actualidad.
Tratamiento
Uno de los problemas que m¨¢s han angustiado a los afectados es la falta de un ant¨ªdoto que de una vez por todas cure el s¨ªndrome t¨®xico, y peri¨®dicamente se han dado a conocer determinadas infusiones y todo tipo de remedios.
Un ant¨ªdoto, en el supuesto de que se llegara a encontrar, probablemente no ser¨ªa ¨²til en el momento actual de la enfermedad. Otra cosa son los tratamientos que se han aplicado en las unidades, con arreglo a los conocimientos m¨¦dicos actuales sujetos a las normas internacionalmente aceptadas, e incluso algunos de ellos en colaboraci¨®n con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Algunos de estos tratamientos se han demostrado eficaces, y contin¨²an las investigaciones con la esperanza de obtener mejores resultados. Negar que se ha salvado a muchas personas y que se ha mejorado la calidad de vida de otras tras la aplicaci¨®n de estos tratamientos ser¨ªa negar la evidencia.
Altas
La Comisi¨®n de Investigaci¨®n Cl¨ªnica ha recomendado el seguimiento de todos los pacientes afectados de s¨ªndrome t¨®xico, aun en el caso de encontrarse totalmente asintom¨¢ticos. El alta laboral es una situaci¨®n que supone la capacidad para incorporarse a su trabajo, independientemente de los tratamientos que est¨¦ realizando, incluso de la rehabilitaci¨®n. La valoraci¨®n de esta capacidad la realiza el m¨¦dico de asistencia directa o, en su caso, un tribunal de valoraci¨®n lormado por m¨¦dicos procedentes de las unidades de seguimiento y con conocimientos suficientes tanto del s¨ªndrome t¨®xico como de la valoraci¨®n de minusval¨ªas.
Pron¨®stico
Aunque ofrecer un pron¨®stico de una enfermedad nueva es aventurado, s¨ª es obligado decir que la tendencia actual de la enfermedad es hacia la mejor¨ªa en la mayor¨ªa de los enfermos. No son previsibles cambios en la evoluci¨®n de la enfermedad, y carecen de fundamentos algunos datos alarmantes que recientemente se han dado a conocer. As¨ª, la incidencia de tumores no supera las cifras correspondientes a la poblaci¨®n general, lo que no es obst¨¢culo, para que est¨¦ establecido un mecanismo de control riguroso en un aspecto tan inquietante o en cualquier otro que indicara un cambio en la evoluci¨®n de la enfermedad.
Queremos salir al paso de declaraciones realizadas en la Prensa sobre supuestos conocimientos en el origen de la enfermedad que est¨¢n queriendo ser elevados a la verdad absoluta.
La ciencia posee unos cauces a trav¨¦s de los cuales deben expresarse las teor¨ªas, como son las publicaciones cient¨ªficas de nivel nacional e internacional, reuniones, congresos, etc¨¦tera. Acudir a otras v¨ªas supone una mala pr¨¢ctica que aporta escasa credibilidad cient¨ªfica.
Por ¨²ltimo, queremos significar nuestro inter¨¦s en que entre todos sepamos conocer y tratar mejor este problema y manifestar que nuestro mayor deseo es mejorar las condiciones de estos enfermos, que son las ¨²nicas v¨ªctimas del mismo.
Los doctores
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