Jaime Isac, de Fidecaya a Rumasaa
El secreto destino del abogado del Estado Jaime Isac Aguilar, un catal¨¢n de L¨¦rida con 40 a?os y tres hijos, puede estar ligado a la pesca de grandes atunes y de grandes problemas. Su anzuelo de veraneante y dominguero ha cargado, esta vez en el asfalto de la capital, con peces de la envergadura de Fidecaya y Rumasa.Fue el liquidador oficial de Fidecaya y ahora, apenas unas semanas despu¨¦s de revelar las fotos que le tomaron durante el ferragosto, al pescar un at¨²n de 250 kilos, el Gobierno acaba de ponerle al tim¨®n del grupo expropiado a Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos, como coordinador de administradores generales y uno de los seis miembros del Comit¨¦ de Administraci¨®n, m¨¢ximo ¨®rgano de control.
Isac es abogado del Estado desde 1969, por lo que gana 170.000 pesetas al mes. Termin¨® las oposiciones junto a colegas como el ex subsecretario de Hacienda, Arturo Roman¨ª, -este le envi¨® a Fidecaya con el ¨²ltimo Gobierno de UCD-, Fernando Castedo, ex director general de RTVE, y el ex ministro de Trabajo, Santiago Rodr¨ªguez Miranda.
El general gana menos que los sargentos
El nuevo responsable de Rumasa es un funcionario singular, inquieto, h¨ªperactivo y algo nervioso. Est¨¢ dirigendo a los m¨¢s altos directivos del holding de la abeja con una diferencia de sueldo de, al menos, media docena de millones anuales por debajo, seg¨²n se ha sabido en c¨ªrculos pr¨®ximos al mismo.
Los destinos administrativos del ¨²ltimo a?o y medio le han dejado poco tiempo para su afici¨®n m¨¢s entra?able: penetrar en la naturaleza, mientras echa las artes al agua o ense?a a sus hijos a distinguir las setas buenas de las malas.
En octubre de 1981 le pusieron al frente de la comisi¨®n liquidadora de Fidecaya y a partir de entonces entr¨® en negociaciones para vender esta entidad de cr¨¦dito a Rumasa.
Por eso, seguramente Isac a?ora en Madrid el no contar con la compa?¨ªa de amigos como El Piqueras, quien junto a ¨¦l fianquea en la foto la pieza que consigui¨® con un grupo de amigos y familiares durante la ¨²ltima excursi¨®n mar¨ªtima de Cambrils, cerca de Tarragona.
De un lado al otro de la mesa negociadora
En invierno, el abogado del Estado se viste de don Jaime y cambia las bermudas y la camisa de cua dros por trajes que armonizan con todos los despachos. Sin embargo, hasta en los d¨ªas laborables libera de vez en cuando alg¨²n almuerzo o cena de trabajo, para rodearse de barretinas y ritos, y ejercer de cata l¨¢n en el C¨ªrculo de Madrid.
All¨ª se codea con personajes de las finanzas, la pol¨ªtica y las artes. Cuenta uno de los comensales que, cuando se conocieron las condiciones del acuerdo entre Rumasa y los liquidadores de Fidecaya para pasar al grupo de Ruiz Mateos los restos de esta entidad de ahorro, otro catal¨¢n, el presidente de la patronal bancaria, Rafael termes, le dijo. "Ya me he enterado, Jaime. ?Qu¨¦ verguenza!". Al recordarle que la banca recibi¨® las primeras ofertas de venta de Fidecaya y que no quiso aceptar, rapidamente, el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Banca privada corrigi¨® su pronto y r¨¢pidamente le dijo: "Lo estais haciendo muy bien".
Ese reconocimiento no le ha libraldo de disgustos durante las negociaciones Fidecaya-Rumasa. Cuando por el deterioro de activos de la entidad de ahorro particular el grupo de Ruiz Mateos, en lugar de pagar los 15.000 millones de pesetas al Estado en los veinte a?os que se esperaba pidi¨® 110 a?os, Isac tuvo que esgrimir toda su experiencia de jurista durante los ocho a?os que ha estado en la Direcci¨®n General de lo Contencioso, llevando asuntos de transmisiones patrimoniales y sucesiones. Al final iban a firmarse 50 a?os de plazo, pero al Gobierno, ya socialista, le pareci¨® un plazo algo excesivo y fuera de lo normal .
Hasta la misma tarde del "23 de febrero de Ruiz Mateos" Isac negoci¨® la transmisi¨®n y pago de Fidecaya al Estado ante las mesas de los m¨¢ximos directivos de Rumasa. Desde unos meses atr¨¢s le hab¨ªan nombrado secretario de la Junta de Contrataci¨®n Administrativa. Ni se esperaba, seg¨²n los bien informados, que, horas despu¨¦s, la Direcci¨®n General de Patrimonio del Estado le llamara para ponerle al otro lado de la mesa negociadora entre Fidecaya y Rumasa.
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