El grupo Quilapay¨²n presenta en Espa?a su recital 'La revoluci¨®n de las estrellas'
Llevan dieciocho a?os trabajando juntos, y una de las etapas m¨¢s importantes de su vida fue, por muchos conceptos, la que transcurri¨® cerca de V¨ªctor Jara, el cantautor asesinado tras el golpe militar de 1973 en Chile. Los Quilapay¨²n han vuelto a Espa?a tras cinco a?os de ausencia, en una gira que les est¨¢ llevando por diversas capitales, de Norte a Sur, de Este a Oeste. No son los mismos, sin embargo, que en 1974 se nos dieron en Barcelona, en un Palau Blaugrana estremecido, lleno a tope. En su revoluci¨®n campean ahora las estrellas, que la revoluci¨®n y las estrellas se llama, precisamente, el recital que han ido ofreciendo por nuestra geograf¨ªa y que hoy y ma?ana presentar¨¢n en el Alcal¨¢ Palace, de Madrid.
Quilapay¨²n empez¨® con tres miembros, y el grupo se fue ampliando hasta los siete que son en la actualidad m¨¢s el director, Eduardo Carrasco, que cant¨® con ellos hasta hace tres a?os, momento en que lo dej¨® para dedicarse ¨²nicamente a la direcci¨®n art¨ªstica en su totalidad. Les pregunto si la Espa?a que ahora les recibe, tras el cambio, va a entenderles igual, si ellos siguen d¨¢ndonos lo mismo que en otros tiempos:"Para empezar, el nuestro ha sido siempre un conjunto en evoluci¨®n. Si te fijas, nuestro repertorio del 70 no tiene nada que ver con el del 73, y el del 75, nada que ver con el del 80. Ahora estamos en una nueva ¨¦poca, que nosotros llamamos La revoluci¨®n y las estrellas porque creemos que la idea de la revoluci¨®n ha sido tomada siempre por el lado m¨¢s primario, de satisfacer el hambre del est¨®mago; pero hay muchas otras hambres que necesitan ser acalladas. Una cosa es la revoluci¨®n de los pol¨ªticos y otra la de los poetas -la de la renovaci¨®n del hombre, de la poes¨ªa, del sue?o-, y ninguna debe tener prioridad sobre las otras".
"Hace cinco a?os", prosiguen, en Espa?a, la gente acud¨ªa a nuestros conciertos con banderas, con consignas, aunque en el fondo no era s¨®lo eso, en el fondo se produc¨ªa un acto po¨¦tico, comunitario, y eso sigue d¨¢ndose ahora, aunque con otro contenido. Hay de nuevo un clima de ligaz¨®n, pero mucho m¨¢s po¨¦tico. La gente llega al teatro con la impresi¨®n de que vamos a alcanzar otra dimensi¨®n: el sue?o, en definitiva. Que ya no ser¨¢ el sue?o de, una Espa?a democr¨¢tica, que ya, est¨¢ cumplido, pero tenemos muchas otras cosas que so?ar juntos, porque los sue?os no terminan nunca".
Las ra¨ªces
Su recital lo componen los temas de sus tres ¨²ltimos discos, m¨¢s los que forman el nuevo LP que van a sacar en Francia a fines de este a?o. "La tem¨¢tica es mucho m¨¢s variada que la que ten¨ªamos antes, hemos avanzado hacia una m¨²sica m¨¢s desarrollada, m¨¢s culta, sin perder el color de lo nuestro, las ra¨ªces, y sin rechazar tampoco las influencias del mundo que nos rodea, porque estamos abiertos a ellas, no las tememos. Ha habido un gran paso adelante en el lenguaje".Quilapay¨²n viven en Francia -pa¨ªs en el que ya se introdujeron en el 67- desde que, en agosto del 73, abandonaron Chile. "Nos marchamos pocas semanas antes del golpe de Pinochet, y eso nos salv¨® la vida".
En Francia han podido desarrollar una trayectoria profesional sin trabas,- que les permite ser ellos mismos, sin verse sujetos a modas o tendencias. All¨ª viven los siete, y dicen que sin problemas para seguir cohesionados: que nos une fundamentalmente, es lo art¨ªstico. Al margen de eso, cada uno de nosotros es marido de su mujer, padre de sus hijos y ciudadano del mundo. Y seguimos manteniendo nuestro lazo profundo, trabajando para el restablecimiento de la democracia en nuestro pa¨ªs".
Objetivo para el que, ahora, albergan m¨¢s esperanzas que nunca: "En este momento hay una cosa real, y es que Pinochet ha llegado a un momento muy dif¨ªcil, en que ha perdido el apoyo de las fuerzas que le llevaron al poder. Por otro lado, hay un descalabro econ¨®mico descomunal, en este momento Chile es un pa¨ªs en quiebra, y todo el mundo est¨¢ desesperado. Piensa que se producen Situaciones incre¨ªbles, an¨¦cdotas asombrosas. Por ejemplo, como nadie paga, el pa¨ªs est¨¢ lleno de procesos, y hay mucha gente condenada por lock-out, y eso en Chile se paga con la c¨¢rcel. Bueno, pues todas las c¨¢rceles est¨¢n llenas, no cabe nadie, y hay una lista, de espera, como en los aviones, y como a todos los tipos les conviene pagar sus penas lo antes posible, entran en la c¨¢rcel los que tienen influencias. Es de locos, pero imag¨ªnate como muestra de eso la descomposici¨®n moral, pol¨ªtica, social, econ¨®mica del pa¨ªs".
Hablan del aislamiento de Pinochet, aunque en este momento no se pueda hablar a¨²n de alternativas a la dictadura. "Ahora podemos constatar cu¨¢l es la situaci¨®n, pero no sabemos en que forma evolucionar¨¢, porque hay una confusi¨®n que es la que ha mantenido las cosas as¨ª hasta el presente, a pesar de las crisis. El momento es esperanzador, pero no triunfalista, no es como en Argentina, que la cosa va claramente, hacia la democracia, que es un flujo, por otra parte, que se est¨¢ dando actualmente en Am¨¦rica Latina: Brasil, Bolivia, Argentina... Esperamos que en Chile tambi¨¦n ocurra".
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