La realidad se impuso al programa socialista en la acci¨®n de gobierno
La expropiaci¨®n de Rumasa, el primer holding privado de Espa?a, cierra de forma espectacular la serie de medidas acordadas por el Gobierno en este per¨ªodo de los cien d¨ªas, en el que, seg¨²n un documento hecho p¨²blico anoche por la oficina del portavoz ' Eduardo Sotillos, se ha demostrado la clara voluntad de gobernar con decisi¨®n. El equipo de Felipe Gonz¨¢lez sali¨® en tromba: se estren¨® con la devaluaci¨®n de la peseta, subi¨® en un 20,5% los precios de los carburantes y procedi¨® a continuaci¨®n a la elaboraci¨®n de un proyecto de ley de despenalizaci¨®n del aborto, a la exigencia de un cumplimiento riguroso de los horarios para la funci¨®n p¨²blica y al planteamiento de un marco estricto de incompatibilidades para los parlamentarios y altos cargos.
El repaso pormenorizado de las decisiones adoptadas por el Gobierno en estos primeros cien d¨ªas de administraci¨®n socialista despu¨¦s de varias d¨¦cadas -el dato debe ser subrayado porque minimiza la trascendencia de este balance caprichoso a los cien d¨ªas- indica que en el ¨¢nimo del Gobierno la realidad se ha impuesto al programa del PSOE.La m¨¢s importante l¨ªnea de actuaci¨®n gubernamental la constituyen una serie de medidas que persiguen ante todo el saneamiento econ¨®mico, y que s¨®lo en segunda lectura pueden ser entendidas desde una perspectiva social. Este es el caso de la expropiaci¨®n de Rumasa, cuyo crack hubiera abierto una crisis incalculable de con fianza en el sistema financiero y que el Gobierno justific¨® en su d¨ªa desde la perspectiva social de la defensa de los 60.000 puestos de trabajo y de los fondos de particulares depositados en los bancos de Rumasa.
Como contrapunto a una pol¨ªtica econ¨®mica socialmente dura el Gobierno acord¨® un notable incremento de las pensiones, promovi¨® la reducci¨®n de la jornada laboral a cuarenta horas semanales y ampli¨® a treinta d¨ªas del periodo de vacaciones para todos los asalariados.
A falta de la definici¨®n de los Presupuestos Generales del Estado para 1983, las ¨¢reas t¨ªpicas de actuaci¨®n de un Gobierno socialista - trabajo, sanidad, educaci¨®n y cultura- no han ido m¨¢s all¨¢ de una pol¨ªtica de gestos que confirman la voluntad de cambio. El ministro de Sanidad, por ejemplo, tras ser pionero en la exigencia del cumplimiento de los horarios para los m¨¦dicos, se ha sumergido durante estos meses en el estudio del Insalud y ni siquiera ha concretado la planificaci¨®n familiar a cargo de la Seguridad Social, un punto del programa m¨ªnimo del PSOE.
Hay que salirse del campo de lo social para encontrar el avance m¨¢s profundo en el desarrollo del programa del PSOE. Es en el terreno de las libertades y de los derechos individuales, donde se han dado esos pasos que se pueden concretar en el proyecto de ley de despenalizaci¨®n del aborto, en la reforma urgente del C¨®digo Penal o en la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permitir¨¢ dar un paso de gigante en la soluci¨®n del problema del hacinamiento y la violencia en las c¨¢rceles. Como un s¨ªmbolo del respeto por los derechos de los ciudadanos est¨¢ la elecci¨®n del primer defensor del pueblo, figura constitucional boicoteada en la anterior legislatura. El Gabinete no ha superado en cambio las contradicciones internas para regular la asistencia letrada al detenido.
El Gobierno se ha movido confusamente en el terreno de la pol¨ªtica exterior. Tras afirmar que revisar¨ªa los acuerdos bilaterales con los Estados Unidos se ha limitado a la firma de un protocolo que no cuestiona el despliegue militar norteamericano en Espa?a ni siquiera en la base de Torrej¨®n. Ha congelado la integraci¨®n en la estructura militar de la OTAN, pero tambi¨¦n la celebraci¨®n del refer¨¦ndum y se mantiene la representaci¨®n diplom¨¢tica y militar en la Alianza. Mor¨¢n apuesta por un eje Madrid-Par¨ªs que no agrada a todo el Gabinete, molesta en Latinoam¨¦rica y de momento s¨®lo ha dado algunos resultados positivos en la colaboraci¨®n para la lucha antiterrorista. En orden p¨²blico se ha llevado a cabo una profunda remoci¨®n policial, pero se mantiene una pol¨ªtica continuista. En Defensa se ha anunciado un amplio programa de reformas, se mantiene la calma militar, pero el Gobierno est¨¢ a punto de dar por buena la opci¨®n americana en el plan FACA, que tanto combati¨®.
La honestidad y moralizaci¨®n de la vida p¨²blica, leit motiv de la campa?a de Felipe Gonz¨¢lez, se ha reflejado en las medidas sobre cumplimiento de horarios, en las incompatibilidades y en las llamadas a la contenci¨®n del gasto suntuario de los altos cargos, pero ha sido desmentida por la pol¨ªtica informativa del Gobierno (esc¨¢ndalos de intromisi¨®n gubernamental en RTVE).
En el terreno institucional el Gobierno se encuentra en una delicada situaci¨®n con el Tribunal Constitucional al plantear una pol¨ªtica de sustituci¨®n de magistrados que puede suponer una quiebra en la reconocida trayectoria de independencia del alto tribunal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.