Del 'cantonalismo' a la batalla por la capital de Asturias
El gobierno municipal de derecha en Oviedo, islote en un conjunto de ciudades importantes como Gij¨®n, Avil¨¦s, Mieres o Langreo, comandadas por la izquierda, con el Gobierno aut¨®nomo y el central tambi¨¦n socialistas, y el creciente cantonalismo gijon¨¦s, son los factores clave para entender la gesti¨®n municipal en una regi¨®n donde el desmantelamiento industrial, la crisis econ¨®mica y el espectacular aumento del paro han empujado hasta el lugar vig¨¦simo primero a una de las provincias de mayor renta per c¨¢pita del pa¨ªs y creado incluso bolsas de pobreza y miseria en torno a los cinturones industriales. El importante boom cultural, el planeamiento urban¨ªstico y la pol¨ªtica de endeudamiento y de inversiones en municipios tradicionalmente ricos son tambi¨¦n puntos de referencia precisos a la hora del balance.
La hegemon¨ªa del partido socialista en Asturias en todas las elecciones celebradas desde 1977, fuertemente consolidada en los comicios legislativos del pasado octubre, en los cuales el PSOE dobl¨® en sufragios a la coalici¨®n encabezada por Alianza Popular (341.000 contra 183.000) fue factor decisivo a la hora de homogeneizar la gesti¨®n en seis de las siete alcald¨ªas con m¨¢s de 40.000 habitantes con que cuenta la regi¨®n -Gij¨®n, Avil¨¦s, Mieres, Langreo, Siero y San Mart¨ªn del Rey Aurelio- gobernadas por los socialistas y adecuarlas as al estilo impuesto por el partido en el Gobierno en la gran mayor¨ªa de las ciudades que controla en toda Espa?a. En esta zona de Asturias, que coincide con la central de las tres circunscripciones de la regi¨®n, se concentra pr¨¢cticamente el ciento por ciento de la actividad industrial y comercial de la regi¨®n y alrededor de las dos terceras partes de la poblaci¨®n.As¨ª, buena parte de los presupuestos de las saneadas haciendas de la mayor¨ªa de estas ciudades (especialmente Gij¨®n, uno de los ayuntamientos patrimoniales m¨¢s ricos de Espa?a) actuaron especialmente en los cinco campos en que los socialistas han cosechado sus mejores ¨¦xitos en estos primeros cuatro a?os de ayuntamientos democr¨¢ticos: cultura, hacienda participaci¨®n ciudadana, urbanismo y transporte. Especialmente en el primero de ellos, donde los resultados han sido m¨¢s espectaculares, sobre todo en Avil¨¦s (posiblemente hoy la capital cultural de Asturias) y en Gij¨®n.
La 'gesti¨®n del agua' en Oviedo
La gesti¨®n de la Corporaci¨®n ovetense, con mayor¨ªa de un voto (12 concejales de UCD y 2 de AP contra 11 del PSOE y 2 del PCE), fue una gesti¨®n especial, debido a que el grav¨ªsimo problema del suministro de agua potable que ven¨ªa sufriendo la capital desde hac¨ªa tiempo hipotec¨® hasta el 80% de las inversiones de los presupuestos ordinario y extraordionario durante los cuatro a?os de mandato. En una zona como la de Oviedo, donde tradicionalmente se fi¨® el abastecimiento de agua a la lluvia (hay precipitaciones unos 100 d¨ªas al a?o), la sequ¨ªa suele afectar a la ciudad durante los meses de verano. Los cortes peri¨®dicos del suministro se consideraban normales y se sufr¨ªan con una cierta paciencia. Sin embargo, la situaci¨®n hace unos veranos fue dram¨¢tica: barrios bajos de la ciudad y pueblos del t¨¦rmino municipal (o concejo, en la terminolog¨ªa local) estuvieron semanas enteras sin una gota de agua en los grifos. A la escasez se un¨ªa el mal estado de tuber¨ªas y ca?er¨ªas, que derramaban m¨¢s de la mitad del agua antes de llegar a los grifos. La mayor parte de esta red subterr¨¢nea se ha cambiado ya y el resto est¨¢ a punto.
Con 184.000 habitantes de derecho, la elecci¨®n era dif¨ªcil. Fue, evidentemente, una decisi¨®n pol¨ªtica, y su rentabilidad electoral habr¨¢ de verse en breve. Sirvi¨®, desde luego, para el aluvi¨®n de cr¨ªticas de socialistas y comunistas hacia una gesti¨®n calificada de populista, desproporcionada en las inversiones en la zona rural (llevar el agua a siete vecinos de Ladines, a pocos kil¨®metros de Oviedo, cost¨® m¨¢s de cinco millones y se convirtieron en caminos transitables por autom¨®viles la mayor¨ªa de las calellas o caminos casi de cabras de todo el concejo) con respecto a los suburbios de la ciudad y contraria a las clases populares.
Acusaciones todas que rechaza el alcalde de Oviedo, Luis Riera, abogado de 60 a?os, que renunci¨® a su sueldo para poder mantener abierto su bufete, se?alando que "el problema est¨¢ en realidad en que los socialistas han politizado excesivamente los ayuntamientos y los han utilizado m¨¢s como trampolines pol¨ªticos que como aut¨¦nticos ¨®rganos de gesti¨®n de los intereses de los ciudadanos".
Funcion¨® la mayor¨ªa mec¨¢nica de un solo concejal en cualquier caso, y la pol¨ªtica propugnada por UCD (equiparaci¨®n de los funcionarios locales a los de la Administraci¨®n central, pavimentaci¨®n de calles, urbanizaci¨®n de barrios enteros, construcci¨®n de mercados centrales, ronda sur, nuevas escuelas) fue saliendo adelante con menos traumas que en ayuntamientos como los de Avil¨¦s, donde el pacto PSOE-PCE se rompi¨® en dos ocasiones, o de Gij¨®n, donde los dos primeros tenientes de alcalde hubieron de dimitir ante la presi¨®n del alcalde.
Gesti¨®n pol¨¦mica que se completa con tres importantes planes urban¨ªsticos para consolidar el Oviedo de La Regenta, de Clar¨ªn, el Oviedo hist¨®rico y el plan general de la ciudad, en per¨ªodo de informaci¨®n p¨²blica, y planes los tres que Riera lleva como preferentes en su nuevo programa. Al quedarse hu¨¦rfano de partido, el ex alcalde ucedista acept¨® encabezar como independiente la lista de Alianza Popular, lo que provoc¨® una crisis en este partido, que se zanj¨® con la dimisi¨®n del presidente del partido en Asturias, Manuel Men¨¦ndez Cabeza, que pretend¨ªa que todos los integrantes de la candidatura fuesen aliancistas con carn¨¦. "Yo acept¨¦ presidir la lista porque humildemente creo que soy la persona adecuada para cerrar el paso a los socialistas en Oviedo y evitar la desoviedizaci¨®n de la ciudad, ya que la t¨¢ctica del PSOE es colocar en los puestos clave de la provincia a gijoneses".
Foco de tensi¨®n e influencia
Existe, en efecto, una creciente cantonalizaci¨®n de Gij¨®n, con el ¨²nico peri¨®dico de la ciudad (El Comercio, de tendencia conservadora) azuzando diariamente a la oligarqu¨ªa gijonesa contra el poder regional centralizado en Oviedo a ra¨ªz de la constituci¨®n de la Junta General del Principado. Cantonalismo exagerado por muchos, despreciado por algunos (especialmente por la oligarqu¨ªa ovetense), negado por los dirigentes de ambas ciudades y foco de tensi¨®n e influencia hacia otras ciudades importantes, como Avil¨¦s, que se niega a sentirse hermana menor de Gij¨®n en la ya larga disputa y se vuelve m¨¢s hacia Oviedo.
Disputa llevada a extremos tan rid¨ªculos como menospreciar en la capital asturiana el oscar conseguido por Jos¨¦ Luis Garci porque la pel¨ªcula Volver a empezar es una pel¨ªcula gijonesa, o a plantear los gijoneses como cuesti¨®n prioritaria que la O de Oviedo (as¨ª se llam¨® la provincia desde 1833) de las matr¨ªculas de los coches se cambie por la AS de Asturias (por el cambio de denominaci¨®n a Principado de Asturias). Lo cierto es que la gran mayor¨ªa de las personas que van en las listas para las elecciones auton¨®micas son nacidas en Gij¨®n, comenzado por Pedro de Silva (PSOE) y Francisco ?lvarez Cascos (AP), y los puestos clave, como el de secretario general del PSOE, Jes¨²s Sanjurjo, o los secretarios de los sindicatos, est¨¢n cubiertos por gijoneses.
Curiosamente, el PSOE retir¨® de la circulaci¨®n a Rafael Fern¨¢ndez, actual presidente de la Junta del Principado, exiliado pol¨ªtico durante la dictadura, uno de los hombres a los que la democracia en Asturias debe m¨¢s y la persona que mejor imagen y prestigio tiene de cara a las urnas. Los sondeos son, pese a todo, claramente favorables a Pedro de Silva, diputado y secretario del Grupo Parlamentario Socialista, economista reputado, aunque tachado de estatalista, como lo son en todas las ciudades y pueblos importantes de la provincia. El inter¨¦s para los electores se centra en la batalla de Oviedo, donde el tambi¨¦n abogado Antonio Masip, actual consejero regional de Educaci¨®n y Cultura e hijo de uno de los mejores alcaldes digitales de la era franquista, debe dar la batalla a Riera. Las fuerzas est¨¢n igualadas, con el beneficio de la duda, siempre seg¨²n los sondeos de opini¨®n, a favor del nuevo equipo del alcalde actual.
La cultura como integraci¨®n
En ciudades como Avil¨¦s y Gij¨®n, el crecimiento espectacular de la poblaci¨®n en los a?os sesenta y setenta cre¨® la dicotom¨ªa avilesinos (o gijoneses) de siempre contra avilesinos (o gijoneses) allegados en una proporci¨®n de casi cinco a uno a favor de los segundos. La nueva cultura urbana y no dirigida, no oficial, participativa, promovida desde los nuevos ayuntamientos socialistas, actu¨® como elemento integrador suficiente para que las ciudades no terminasen justamente en el casco urbano, al menos a la hora del reparto del presupuesto. Este es el mayor m¨¦rito colectivo de los ayuntamientos de izquierdas.
Hoy se puede afirmar con poco
Del 'cantonalismo' a la batalla por la capital de Asturias
margen de error que tanto Avil¨¦s como Gij¨®n (y especialmente la primera) han desbancado a Oviedo como capital asturiana de la cultura. La Escuela Municipal de M¨²sica de Avil¨¦s, que hace tres a?os funcionaba en un piso, cuenta hoy, en una poblaci¨®n de 87.000 habitantes de derecho, con 600 alumnos y ha desbancado en importancia al de Oviedo. El festival de teatro, la semana de m¨²sica religiosa, la coral polif¨®nica, el grupo Sabugo Tente Firme (todo ello en Avil¨¦s), la universidad popular -con m¨¢s de 2.000 alumnos-, la Casa del Maestro, los festejos (en Gij¨®n) son muestras suficientes.El equipo encabezado por Jos¨¦ Manuel Palacios, alcalde de Gij¨®n, pas¨® su prueba de fuego, reci¨¦n instalado en la alcald¨ªa, con un plante general de la Polic¨ªa Municipal. La prudencia facilit¨® la soluci¨®n del conflicto meses despu¨¦s. El problema del chabolismo, con casi 500 familias, una buena parte de ellas portuguesas, provoc¨® el m¨¢s serio problema en la Casa de la Villa gijonesa, por cuanto supuso un serio problema racial, ya que los gijoneses se negaron a convivir con los portugueses, y el intento de repatriaci¨®n de estos ¨²ltimos result¨® fallido por el escaso inter¨¦s que el alcalde Palacios atribuy¨® al Gobierno Civil de Gij¨®n y a las autoridades portuguesas y por la contestaci¨®n de los llamados sectores progresistas de la ciudad.
Marginaci¨®n, chabolismo, pobreza (miseria en ocasiones), acrecentada por un paro galopante que supera ampliamente los 20.000 trabajadores en Gij¨®n (unos 10.000 en Avil¨¦s y unos 13.000 en Oviedo y comarca) y que ha creado bolsas de subdesarrollo social y econ¨®mico y de desarraigo. Los mismos problemas que sufre Avil¨¦s, incrementados en este caso por la elevada contaminaci¨®n que ha provocado la solicitud de declaraci¨®n por el Gobierno de zona de atm¨®sfera contaminada, y por la preocupaci¨®n constante de una empresa p¨²blica en retroceso, que amenaza con empobrecer a¨²n m¨¢s la renta per c¨¢pita -relegada al puesto vig¨¦simo primero, cuando lleg¨® a estar entre los primeros.
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