La euforia de Wall Street reafirma la confianza general en una pr¨®xima recuperaci¨®n econ¨®mica
Euforia ha sido la nota caracter¨ªstica de la semana en el entorno econ¨®mico de Estados Unidos. Se trata de una muestra m¨¢s de la confianza general en una pr¨®xima recuperaci¨®n de la actividad econ¨®mica, que hace olvidar los malos resultados del primer semestreSi en el curso de la semana anterior el ¨ªndice burs¨¢til Dow Jones super¨® en varias ocasiones la l¨ªnea m¨¢xima de los 1.200 puntos, a partir del lunes pasado se registr¨® un avance irrefrenable: cierre a 1.209,46 el martes, recorte hasta 1.208,20 el mi¨¦rcoles, y nuevo r¨¦cord el jueves, con 1.219,52 puntos, obtenido no sin sobresaltos.
Cuando la sesi¨®n operativa del ¨²ltimo viernes, d¨ªa 29, iba por su promedio, Wall Street parec¨ªa orientarse hacia una discreta rectificaci¨®n, con el Dow Jones en torno a los 1.212 puntos. Cosa normal a fin de semana, por toma de beneficios, y puesto que han de producirse dientes de sierra en todos los movimientos al alza, incluso en los de m¨¢s elevado potencial, tal como se?ala Samuel Goldman refiri¨¦ndose al que actualmente contemplamos.
Los comentaristas aducen razones distintas para explicar el fen¨®meno, incongruente, por otra parte, con los relativamente poco brillantes resultados del ¨²ltimo ejercicio trimestral en las m¨¢s importantes empresas industriales y de servicios. En rigor, tales razones quedan englobadas en una sola: los negociantes y el p¨²blico en general conf¨ªan de modo pleno en la recuperaci¨®n econ¨®mica, consideran que los resultados del primer ejercicio trimestral de 1983 son agua pasada y que en adelante las cosas han de ir mejor.
Dos hechos, interdependientes por otra parte, corroboran la entidad del optimismo que impera en las bolsas de valores industriales: el d¨®lar mantiene su firmeza y los tipos de inter¨¦s reales no acaban de ceder. La rentabilidad de la divisa norteamericana determina que la misma resista eficazmente la acci¨®n defensiva de los bancos centrales del exterior (concretamente la emprendida por el Bundesbank), bien apoyada en unos tipos de inter¨¦s que dif¨ªcilmente pueden bajar, en tanto la Tesorer¨ªa federal tiene que recurrir al empr¨¦stito de forma masiva para refinanciarse: su programa de pago de amortizaciones en el mes de mayo sobrepasa los 15.000 millones de d¨®lares y las previsiones que al respecto hab¨ªan sido formuladas. Esa necesidad de dinero en que se encuentra el Tesoro implica elevadas exigencias por parte de aquellos que conf¨ªen sus ahorros al erario p¨²blico.
Una ¨²ltima noticia positiva en relaci¨®n con la marcha de la econom¨ªa norteamericana: en el mes de marzo, la media de los indicadores econ¨®micos muestra un incremento del 1,5%, despu¨¦s de haber subido un 1,4% en febrero. Es el s¨¦ptimo mes consecutivo en el que son de signo favorable.
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