Un sector que cae con todo el equipo
La patronal de bienes de equipo ha solicitado a la Administraci¨®n que le permita acometer una reducci¨®n de plantilla que afectar¨¢ a un 20% o 25%. del sector, es decir, a unos 40.000 o 50.000 empleados de los 220.000 con que cuenta actualmente. As¨ª al menos lo asegura la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe). Y es que las perspectivas para los dos a?os pr¨®ximos no permiten albergar ninguna ilusi¨®n para un sector que no ha conseguido superar cierto raquitismo, ya que su peso espec¨ªfico en el conjunto de la econom¨ªa espa?ola es la mitad que en otros pa¨ªses industrializados.
Los bienes de equipo sufren, desde 1976, una profunda crisis que es producto de la falta de inversiones, a la que, se ha unido m¨¢s recientemente la paralizaci¨®n del Plan General Ferroviario y el posible recorte en la instalaci¨®n de centrales nucleares. Atr¨¢s ha quedado el poco ox¨ªgeno que supuso para el sector la puesta en marcha de los grandes equipos de las centrales t¨¦rmicas de carb¨®n o los crackings de las refiner¨ªas. Bien es cierto que en el segundo semestre de 1982 comenzaron los concursos para los nuevos puertos carboneros. El per¨ªodo, sin embargo, se salda con numerosas suspensiones de pagos, quiebras y cierres de empresa. Y aqu¨ª surge la soluci¨®n potenciada por la patronal del sector, Sercobe, encuadrada en Confeme tal, que a su vez es miembro de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE): la ¨²nica salida es la reducci¨®n de las plantillas de las empresas del sector en torno a un 20% o 25%. Es decir, de los 220.000 trabajadores sobran 40.000 o 50.000. A cambio de ello, Sercobe ofrece a la Administraci¨®n una f¨®rmula propia, una contrapartida, como la califica Juan Ignacio Trillo y L¨®pez-Mancisidor, presidente de Sercobe y, al mismo tiempo, director general de General El¨¦ctrica Espa?ola. En definitiva, Sercobe propone a la Administraci¨®n que el porcentaje de despidos en relaci¨®n a la plantilla que lleve a cabo una empresa sea multiplicado por cinco. El resultado ser¨¢ la cantidad en millones de pesetas que esa empresa estar¨ªa dispuesta a depositar en una especie de fondo de inversiones durante cinco a?os.
El Estado se va de compras al extranjero
De esa manera, seg¨²n Trillo, las empresas del sector estar¨¢n en condiciones en esos cinco a?os no s¨®lo de recuperar el empleo perdido ahora, sino incluso de aumentarlo: un sacrificio a corto plazo para sembrar a medio o largo plazo. Un planteamiento que el presidente de Sercobe reconoce como bastante impopular, pero que considera dictado Por las necesidades de la crisis actual; por otra parte, le gusta recordar a Trillo, es un camino que ya han emprendido hace a?os los pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica Europea, y con buenos resultados.
Pero no son s¨®lo problemas de exceso de plantilla los que enfrenta el sector de bienes de equipo. Uno de los aspectos que m¨¢s destaca Enrique Kaibel, director general de Sercobe, son las compras de bienes de equipo por parte de la Administraci¨®n. Seg¨²n Kaibel, dos tercios de las que se realizan actualmente podr¨ªan ser sustituidas por material de fabricaci¨®n espa?ola: un tercio, de manera inmediata, s¨®lo con cambiar el destino de las ¨®rdenes de compra, y otro tercio, mediante una mayor agilizaci¨®n de los pedidos oficiales. "La Administraci¨®n tarda varios meses en convocar un concurso, pero, una vez que est¨¢ convocado, pretende tener los equipos en un tiempo r¨¦cord. Eso impide que la industria espa?ola, que cuenta con una menor capacidad de producci¨®n que muchas firmas extranjeras, pueda asegurar el suministro en ese breve espacio de tiempo. Si la Administraci¨®n adelantara esos concursos para ampliar los plazos de entrega, la industria espa?ola podr¨ªa cubrir esos pedidos". Finalmente, el ¨²ltimo tercio de las actuales importaciones ser¨ªa imposible de cubrir con material espa?ol, bien porque el coste de producci¨®n no es rentable, bien porque la capacidad tecnol¨®gica lo imposibilita.
De todas formas, y a pesar de todas las dificultades, el sector de bienes de equipo finaliz¨® el ejercicio elevando su producci¨®n desde 607.000 millones de pesetas en 1981 a 725.000 millones en 1982, con un incremento del 19,3% en t¨¦rminos monetarios, lo que representa un 10%. en t¨¦rminos reales. La producci¨®n por persona empleada subi¨® de 3,10 millones de pesetas en 1981 a 3,86 millones en el pasado a?o.
Pero las se?ales de la crisis est¨¢n bien presentes. As¨ª, la contrataci¨®n de las grandes empresas ha registrado un buen descalabro: un descenso que oscila entre el 25% y el 50%.
En esta situaci¨®n, para Juan Ignacio Trillo, ser¨ªa suicida paralizar los programas locomotoras (por aquello de que empujan a los dem¨¢s) que ya est¨¢n en marcha (l¨¦ase el programa nuclear del Plan Energ¨¦tico Nacional, cuya paralizaci¨®n o ralentizaci¨®n podr¨ªa suponer la p¨¦rdida de 40.000 puestos de trabajo directo -20.000 en el sector de bienes de equipo y 20.000 en otros sectores- ' adem¨¢s de los puestos de trabajo inducidos, dif¨ªciles de cuantificar, y el Plan General Ferroviario). Adem¨¢s sena necesario que la Administraci¨®n pusiera de una vez en marcha un plan sider¨²rgico y, lo que supondr¨ªa un notable avance, un plan de modernizaci¨®n de la industria nacional.
Reconvertirse o morir
Dentro del propio sector Sercobe es partidaria de poner en marcha un plan de reconversi¨®n que estar¨ªa basado en un dimensionamiento de la capacidad de producci¨®n de las industrias a la capacidad de la demanda esperada, orientado a cubrir ¨¢reas de nueva fabricaci¨®n de bienes de equipo para sustituir importaciones e incrementar las exportaciones; al tiempo, debe ayudar a conseguir unidades y dimensiones de productividad aceptables a nivel europeo y a mejorar los m¨¦todos de direcci¨®n y organizaci¨®n de las empresas.
La urgencia de tomar medidas de salvaguardia es evidente. As¨ª, a lo largo de 1982 tambi¨¦n las exportaciones -la base de mantenimiento del sector- se han reducido en porcentaje respecto a 1981. Durante el pasado a?o se exportaron bienes de equipo por valor de 399.847 millones de pesetas, lo que supone el 55% de la producci¨®n, mientras que durante 1981 se vendieron al exterior productos por 380.000 millones, que representaron el 62% de la producci¨®n total. Por el contrario, las exportaciones alcanzaron en 1982 los 543.464 millones, con un incremento del 33,6% en t¨¦rminos monetarios respecto a 1981. Y no hay que olvidar que la peseta s¨¦ ha devaluado, con lo que estas compras al exterior han resultado m¨¢s baratas y, por consiguiente, su importancia cuantitativa es mayor. Es decir, mientras el sector vende porcentualmente al exterior cada vez menos, los productos extranjeros incrementan su presencia en el mercado espa?ol.
"La cobertura del consumo aparente (869.000 millones de pesetas en 1982, frente a 633.000 millones en 1981) es s¨®lo del 40%, mientras que en Francia (con el 70%) o en la Rep¨²6lica Federal de Alemania (con el 71 %) esta cobertura es mucho m¨¢s alta", se lamenta Trillo. "Un serio esfuerzo para elevar este grado de cobertura s¨®lo 10 puntos, cosa perfectamente posible, hubiera supuesto la creaci¨®n o el mantenimiento de nada menos que del orden de 30.000 a 35.000puestos de trabajo".
Y es que los fabricantes espa?oles, opina Enrique Kaibel, no cuentan con las posibilidades que otros competidores extranjeros a la hora de introducirse en nuevos mercados. Principalmente a causa de las dificultades de financiaci¨®n. En segundo t¨¦rmino, a causa de la imposibilidad de fijar unos precios competitivos. De todas formas, Kaibel es optimista en cuanto al futuro papel que el Gobierno socialista va a desempe?ar en este tema. "La Administraci¨®n est¨¢ estudiando una ley de protecci¨®n a la industria nacional que, por supuesto, no est¨¦ en contra de las disposiciones de la CEE, y que nos podr¨ªa colocar en situaci¨®n de suministrar esos dos tercios de las importaciones que pueden ser satisfechas con productos nacionales".
Trillo, redundando en este tema, es muy expl¨ªcito: "Ni la estructura de nuestros sectores ni la retribuci¨®n de nuestra mano de obra en comparaci¨®n con su productividad son comparables con la de sectores y mano de obra de otros pa¨ªses que venden en Espa?a en condiciones mucho m¨¢s competitivas que nosotros". Una tercera dificultad residir¨ªa en la falta de una tecnolog¨ªa propia, ya que los fabricantes espa?oles utilizan tecnolog¨ªas compradas a sus competidores extranjeros, lo que supone una clara situaci¨®n de desventaja. "Llevamos todas las de perder, y perdemos", apostilla Trillo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.