Patricia Neal y Roald Dahl
El divorcio acaba con una de las historias de amor m¨¢s apasionantes de los ¨²ltimos tiempos
Patricia Neal, la actriz brit¨¢nica que sufri¨® en los a?os 60 una grave enfermedad y que protagoniz¨® una fabulosa lucha por la vida, y Roald Dahl, el intelectual y escritor de ¨¦xito que se mantuvo siempre a su lado, ayud¨¢ndola sin desfallecer, se han divorciado. Una de las historias de amor m¨¢s hermosas y reconfortantes de nuestra ¨¦poca ha finalizado ante un tribunal de Londres con una sentencia de pocas l¨ªneas. Lo que no consigui¨® la enfermedad o el infortunio lo ha conseguido la rutina. Neal y Dahl han estado casados treinta a?os. ?l se acerca ahora a los setenta. Ella tiene algunos menos.
Los espa?oles conocen tal vez m¨¢s a Patricia Neal que a su marido. Su hermoso rostro moreno y sus grandes ojos tristes aparecieron en las revistas de fines de los cincuenta y principios de los sesenta no solo para ilustrar sus ¨¦xitos en la pantalla, sino para relatar las repetidas desgracias que la golpeaban. Primero fue un taxi que arroll¨® el cochecito de su hijo Theo. El ni?o sufri¨® una terrible fractura de cr¨¢neo que exigi¨® ocho operaciones. Despu¨¦s fue la muerte de su hija Olivia, v¨ªctima de una vacuna contra el sarampi¨®n. El matrimonio luch¨® con coraje. Roald public¨® por aquellos a?os algunos de sus mejores cuentos para ni?os y Patricia consigui¨® un oscar por su caracterizaci¨®n de ama de casa en la pel¨ªcula Hud.
Los infortunios no hab¨ªan acabado. En 1965, Patricia Neal sufri¨® tres embolias consecutivas. Consigui¨® sobrevivir, pero qued¨® pr¨¢cticamente paralizada y medio ciega. Su enorme fuerza de voluntad y el amor de su marido, que se convirti¨® en su enfermero y en su fisioterapeuta, fueron logrando lo que parec¨ªa incre¨ªble. Poco a poco, Patricia Neal volvi¨® a andar. Nunca consigui¨® borrar de su boca un peque?o rictus ni recuperar la visi¨®n en un ojo, pero la actriz volvi¨® al cabo de unos a?os al trabajo y cosech¨® nuevos ¨¦xitos. La historia de su recuperaci¨®n y de la lucha de la pareja fue llevada a la pantalla en una pel¨ªcula, La historia de Patricia Neal, que protagonizaron Glenda Jackson y Dick Bogarde.
La atenci¨®n se centr¨® en Espa?a m¨¢s en la actriz que en su marido. Sin embargo, Roald Dhal es un escritor muy conocido en todos los pa¨ªses de lengua inglesa. La aureola rom¨¢ntica que rodea su vida es anterior a su apasionada historia de amor con Patricia Neal, aunque tal vez se vio incrementada con el relato de su absoluta dedicaci¨®n a una mujer enferma. Hijo de noruegos, pero nacido en el Reino Unido, Dhal ha sido un hombre de acci¨®n con una agitada vida: explorador en las fr¨ªas tierras del norte de Canad¨¢, ejecutivo de la Shell Company en Dar el Salaam, piloto de combate de la RAF durante la segunda guerra mundial (fue gravemente herido), agregado militar en la Embajada de Londres en Washington y miembro de los servicios de inteligencia de su majestad brit¨¢nica.
Su popularidad se debe, fundamentalmente, a sus relatos cortos, reunidos en varios libros (Over to you, Kiss kiss, Switch bitch, Tales of unexpected) que fueron acogidos por la cr¨ªtica como obras maestras. Algunos han sido llevados a las pantallas de televisi¨®n, en una serie de la BBC que supervis¨® el propio Dahl. Escritos en un ingl¨¦s de extrema sencillez y belleza (muchos profesores los aconsejan a los estudiantes de esta lengua), son relatos sorprendentes y a menudo humor¨ªsticos. Dahl es tambi¨¦n uno de los m¨¢s importantes escritores vivos de literatura infantil, y sus cuentos est¨¢n traducidos a multitud de lenguas. Es autor tambi¨¦n de una novela.
La pareja que conmovi¨® al mundo por su fuerza y compenetraci¨®n decidi¨® separarse hace algunos a?os, cuando sus hijos (un chico y tres chicas) eran ya adultos y cuando su vida parec¨ªa a salvo de m¨¢s tragedias. Ahora, cuando ambos han dejado atr¨¢s los sesenta a?os, han preferido, en silencio y sin esc¨¢ndalo, romper todos los lazos legales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.