El capit¨¢n prolibio Thomas Sankara toma el poder en Alto Volta, tras un golpe de Estado contra el r¨¦gimen respaldado por Francia
Reina la calma en Uagadugu, capital de Alto Volta, tras el golpe de Estado protagonizado en la noche del jueves por el capit¨¢n Thomas Sankara, ferviente admirador del l¨ªder libio, Muamar el Gadafi. Thomas Sankara fue primer ministro de Alto Volta hasta que el 17 de mayo pasado fue desplazado del poder por un golpe de Estado aparentemente alentado por la Rep¨²blica francesa. En los acontecimientos que se desarrollaron el jueves se produjeron algunos combates en la capital del pa¨ªs, con el resultado de cinco personas muertas y una quincena de heridos, seg¨²n un balance que, basta el momento, es a¨²n provisional. El anterior presidente de Alto Volta, Jean-Baptiste Uedraogo, se encuentra detenido en su propio domicilio y los elementos golpistas han asegurado que es tratado "con mucha humanidad".
El golpe se inici¨® con la toma de la emisora de radio, desde la que el capit¨¢n Sankara dirigi¨® un mensaje al pa¨ªs, anunciando la creaci¨®n de un Consejo nacional de la Revoluci¨®n.e invitando al pueblo voltaico a participar en la lucha contra lo que resta del r¨¦gimen anterior a trav¨¦s de comit¨¦s de defensa de la revoluci¨®n. En su mensaje, Sankara inst¨® a los militares a no oponer resistencia alguna y unirse ,la la victoriosa revoluci¨®n", seg¨²n informan las agencias Efe y France Presse recogiendo noticias procedentes de Uagadugu, Niamey y Par¨ªs.Una unidad especial de paracaidistas con base en P¨®, a unos 172 kil¨®metros al sur de la capital, Uagadugu, y dotada con blindados Cascabel, de fabricaci¨®n brasile?a y suministrados como ayuda por Libia, parece haber jugado un papel primordial en la realizaci¨®n del golpe, neutralizando los puestos de la gendarmer¨ªa y el ej¨¦rcito que no se hab¨ªan pronunciado por la rebeli¨®n y manteniendo en arresto domiciliario a los principales dignatarios del r¨¦gimen depuesto, el presidente y el comandante en jefe del Ej¨¦rcito, coronel Gabr¨ªel Yorian Som¨¦.
Nueve a?os de Parlamento
Desde la independencia, ayer hizo 23 a?os, Alto Volta apenas ha tenido nueve a?os de r¨¦gimen parlamentario, la mayor parte de ellos bajo tutela militar. El general Sangui¨¦ Lamizana, que gobern¨® el pa¨ªs desde 1966 a la cabeza de gobiernos tanto militares como civiles, fue desplazado del poder el 25 de noviembre de 1980 por un grupo de oficiales radicales, que a su vez ser¨ªan derrocados el 7 de noviembre de 1982 por suboficiales y soldados a¨²n m¨¢s radicales.
A resultas de este ¨²ltimo golpe, se constituy¨® un consejo militar dominado por el popular capit¨¢n Thomas Sankara, quien coloc¨® a la cabeza del r¨¦gimen al comandante m¨¦dico Jean-Baptiste Uedraogo. Al producirse una derechizaci¨®n del r¨¦gimen, que pronto se vincul¨® a Par¨ªs, Sankara oblig¨® al presidente Uedraogo, en enero pasado, a nombrarle primer ministro.
Lenguaje radical
El lenguaje radical y tercerm¨²ndista de Sankara, especialmente en su discurso ante la ¨²ltima conferencia del Movimiento de los No-Alineados, y sus primeras medidas de gobierno alarmaron considerablemente a Par¨ªs y, especialmente, a los aliados moderados de Francia en el continente.
El primer ministro voltaico hizo su primera visita oficial a Libia, donde se deshizo en halagos para Gadafi y obtuvo promesas de considerable ayuda econ¨®mica. El pasado primero de mayo Gadafl fue recibido en Uagadugu por una multitud que no ces¨® de vitorearle.
Al parecer, varios, presidentes africanos y especialmente el de Costa de Marfil, Houphouet Boigny, pidieron insistentemente a Par¨ªs una r¨¢pida intervenci¨®n que frenara lo que entend¨ªan que era una clara penetraci¨®n libia en el ?frica occidental.
La eminencia gris
Mitterrand envi¨® el pasado 16 de mayo a Uagadugu a su eminencia gris para asuntos africanos, Guy Penne. ?ste se reuni¨® aquella misma noche, en la residencia del embajador franc¨¦s, con el comandante en jefe del Ej¨¦rcito, coronel Som¨¦. Al d¨ªa siguiente fueron detenidos el primer ministro y otros miembros del consejo militar. Sin embargo, Sankara se las arregl¨® para enviar a su segundo, el capit¨¢n Compraor¨¦, a poner al tanto a la unidad de paracaidistas de P¨®, que ¨¦l hab¨ªa comandado hasta su nombramiento como primer ministro.
Los comandos no lograron la devoluci¨®n del poder a Sankara, pero s¨ª la liberaci¨®n de todos los detenidos.
Los intentos de Uedraogo y Som¨¦ de controlar el Ej¨¦rcito han venido fracasando en los ¨²ltimos meses y en vista de la impos¨ªbilidad de mantener un r¨¦gimen militar adicto decidieron anunciar el retorno a la vida parlamentaria para el pr¨®ximo invierno. Sin embargo, en el pulso entre Sankara y Uedraogo ha resultado vencedor el que ten¨ªa el control efectivo del pa¨ªs, aunque no el nominal del Gobierno.
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