L¨®pez Cobos interrumpi¨® el 'Fidelio' ante la actitud de parte del p¨²blico en Santander

El director de orquesta Jes¨²s L¨®pez Cobos se vio obligado a suspender la interpretaci¨®n de la ¨®pera Fidelio, de Beethoven, en la noche del pasado viernes, poco antes de finalizar el primer acto, ante los insistentes golpes en las puertas de la plaza Porticada de Santander por parte un centenar de personas que hab¨ªan llegado al concierto con notable retraso. Tras abrirse las puertas, los cerca de 3.000 espectadores que llenaban el recinto del festival prorrumpieron en gritos de "fuera, fuera", y "gamberros" hacia quienes entraban en el local.

Poco antes de iniciarse el aria de Pizarro, en el primer acto de la ¨®pera Fidelio, que en versi¨®n concierto se interpret¨® el pasado viernes en la plaza Porticada de Santander, dentro del programa del Festival Internacional, por la Orquesta y Coros Nacionales de Espa?a, dirigidos por L¨®pez Cobos y con los solistas Jeannine Altmeyer, Alan Evans y Gerd Brenneis en los principales papeles, los golpes en las puertas del recinto, que se ven¨ªan produciendo desde poco despu¨¦s de iniciado el concierto, arreciaron de tal forma que obligaron a L¨®pez Cobos a abandonar el escenario.Durante unos minutos se produjo una cierta situaci¨®n de desconcierto, hasta que los organizadores decidieron abrir las puertas, en cuyo exterior los empleados del FIS hab¨ªan perdido hac¨ªa tiempo el control de la situaci¨®n. Alrededor de un centenar de personas irrumpi¨® en el interior en ese moment¨®, levantando las protestas del p¨²blico que, mayoritariamente puesto en pie, prorrumpi¨® en gritos.

Cerrada ovaci¨®n

Las exclamaciones y gestos del p¨²blico hicieron retroceder en un primer momento, a quienes entraban en la sala, quienes lo hicieron despu¨¦s de forma mucho menos evidente. Restablecido el. silencio en la sala, L¨®pez Cohos Apareci¨® de nuevo en el escenario, siendo recibido por el p¨²blico con una cerrada ovaci¨®n.

La inusual hora de comienzo del concierto, que fue adelantado a las diez de la noche, cuando lo normal es que las actividades del FIS se inicien una hora m¨¢s tarde, fue el argumento utilizada para justificar el incidente, ante lo que fuentes del festival precisaron que "desde hace varios d¨ªas se hab¨ªa informado profusamente del nuevo horario, dato que estaba consignado asimismo en las entradas".

La opini¨®n generalizada coincide en cal¨ªficar lo sucedido de "lamentable" y poco corriente, por no decir inexistente, en actividades art¨ªsticas de este tipo.

Las cr¨ªticas a las personas que con su actitud consiguieron paralizar el concierto que dirig¨ªa L¨®pez Cobos, se extienden tambi¨¦n a las fuerzas de orden p¨²blico encargadas de asegurar el normal desarrollo del festival, ya que ni la Polic¨ªa Municipal, que mantiene un severo control de la circulaci¨®n rodada en los alrededores de la plaza Porticada, ni la Polic¨ªa Nacional, que se encuentra en la comisar¨ªa'de polic¨ªa situada a escasos metros del recinto, hicieron acto de presencia en ning¨²n momento.

Incidentes al margen, la interpretaci¨®n, en versi¨®n concierto, de la ¨®pera Fidelio, de Beethoven, respondi¨® a las expectativas creadas. Se alcanzo un Heno pr¨¢cticamente total de la Porticada por un p¨²blico que aplaudi¨® durante m¨¢s de seis minutos al finalizar el concierto. La Orquesta Nacional de Espa?a, dirigida igualmente por Jes¨²s L¨®pez Cobos, repiti¨® ayer actuaci¨®n en el mismo marco de la Porticada, interpretando, con Rudolf Buchbinder al piano, los conciertos n¨²meros uno y dos, para piano y orquesta, de Brahms.