El presidente de Elcano asegura que el 'Castillo de Bellver" navegaba en condiciones legales

Pedro Sancho, presidente de la Empresa Nacional Elcano, propietaria del petrolero Castilo de Bellver, que se incendi¨® en la madrugada del s¨¢bado frente a las costas surafricanas, confirm¨® ayer la desaparici¨®n de tires tripulantes del buque; anunci¨® la constituci¨®n de una comisi¨®n de encuesta, que tardar¨¢ un m¨ªnimo de un mes en tener alguna hip¨®tesis de trabajo para investigar las causas del accidente, y descart¨® totalmente que el fuego, seguido de explosiones, que provoc¨® el hundimiento del petrolero se iniciara en la sala de m¨¢quinas o en la zona de habilitaci¨®n.

Aunque Sancho asegur¨® que el buque navegaba con todos los requisitos legales y dijo no haberse planteado la incidencia que tendr¨¢ la desaparici¨®n del Castillo de Bellver en la cuenta d¨¦ resultados de Elcano, s¨ª confirm¨® que las p¨¦rdidas pueden evaluarse en torno a los 10.000 millones de pesetas.Respecto a las acusaciones efectuadas por un representante del Sindicato Libre de la Marina Mercante, en el sentido de que muchos petroleros espa?oles viajaban sin revisiones, con cargas superiores a las permitidas y con otras irregularidades, el presidente de Elcano dijo que "invitaba a que se le facilitaran todos los datos necesarios para su comprobaci¨®n".

"En nuestra situaci¨®n como pa¨ªs", dijo Pedro Sancho, "un representante de un sindicato es muy libre de hacer valoraciones. Yo no me permito hacerlas, pero si a un responsable sindical le consta que se est¨¢ incumpliendo la ley tiene procedimientos para ponerlo en conocimiento de las autoridades y los empresarios. La Empresa Nacional Elcano tiene todos sus buques en situaci¨®n homologable a ]las primeras navieras de Europa, que es decir del mundo". En tonelaje, condiciones econ¨®micas y seguridad somos la primera empresa espa?ola y nuestros certificados y seguros est¨¢n en orden.

Pedro Sancho manifest¨® que a¨²n no tienen hip¨®tesis sobre las causas del siniestro y se?al¨® las caracter¨ªsticas especiales de este accidente, "en un buque moderno, con todas las condiciones de seguridad, los certificados en regia, cuya propietaria es una empresa punta, que viajaba con una tripulaci¨®n dotada y navegaba cargado y en condiciones normales dentro del invierno austral. Que en estas condiciones se produzcan explosiones en la carga trastoca las estad¨ªsticas". El fuego se vio en cubierta, en la zona de las tuber¨ªas y el postel¨¦ro de babor, pero, por el momento, es imposible saber si se gener¨® all¨ª, seg¨²n dijo.

La hip¨®tesis que barajan los directivos de Elcano sobre la desaparici¨®n del jefe de m¨¢quinas, Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Alc¨¢ntara; el segundo maquinista, Alfonso Band¨ªn, y al mec¨¢nico Manuel G¨¹eto, basadas en las informaciones de sus compa?eros, es que los tres permanecieron en sus puestos manteniendo en funcionamiento todos los servicios del buque y pendientes de los mecanismos antiincendios, como los ca?ones de espuma y el gas inerte y, aunque el capit¨¢n comunic¨® la orden de abandono, el jefe de m¨¢quinas apur¨® unos minutos esperando que el primer oficial de m¨¢qum¨ªas pusiera en marcha el gas inerte.

Uno de los principales problemas derivados del accidente es el de la contaminaci¨®n, que el presidente de Elcano calific¨® de grave. La marea negra, que se desplaza hacia alta mar, debido a las condiciones meteorol¨®gicas, alcanza ya casi 300 millas cuadradas (alrededor de 1.000 kil¨®metros cuadrados) y la proa sigue contaminando entre 20 y 25 toneladas por hora mientras es remolcada. El buque se hunde 2 metros por d¨ªa. Tanto Elcano, la empresa armadora, como Empetrol, propietaria de la carga, y Musini, la aseguradora, han autorizado a las autoridades surafricanas para que procedan a la voladura de los restos del buque.