Rostropovich estrena en Aix-en-Provence una obra sobre los presos de conciencia
El matrimonio formado por el c¨¦lebre violonchelista Mtislav Rostropovich y la soprano Galina Vislinevskaia ha dado a conocer, en el curso del festival de Aix-en-Provence (Francia), que se clausura el 13 de agosto, la composici¨®n de Marcel Landowski titulada La prisi¨®n. En ella aborda el autor franc¨¦s el tema de los presos ideol¨®gicos, en un tratamiento que ha dividido a cr¨ªtica y p¨²blico. La interpretaci¨®n, en el d¨ªa del estreno fue secundada por la Orquesta Nacional de Lille, a la que dirigi¨® el propio compositor.Todas las biograf¨ªas de Marcel Landowski reflejan la misma dualidad: compositor y administrador. El haber sido director de la M¨²sica durante lustros, desde que Malraux le llamara para el cargo, en 1966, es algo que, en el caso de este autor, ha terminado por imprimir car¨¢cter. Hoy, el anta?o todopoderoso director no es m¨¢s que el compositor Landowski -lo que no es poco-. Los que un d¨ªa se enfrentaron a su pol¨ªtica musical le acusan ahora, abiertamente de no ser m¨¢s que un simple amateur que supo aprovecharse de su cargo pol¨ªtico. No faltaban algunas de estas voces en el festival de Aix, con descalificaciones globales de partitura y autor.
Musicalmente hablando, Landowski es un m¨²sico de tierra de nadie: su estilo se sit¨²a entre las trincheras de la reacci¨®n y las de la vanguardia. Los comentaristas citan a su maestro y mentor Honegger al comentar sus partituras. Por encima de todo, Landowski es un fan¨¢tico de la expresividad musical: a la inversa que Stravinski, en tiende que la organizaci¨®n del sonido puede expresarlo todo, y por ello ha cultivado la dramaturgia -no s¨®lo esc¨¦nica- m¨¢s que la mayor¨ªa de sus colegas. Una ¨²ltima caracter¨ªstica relevante: la constante preocupaci¨®n en su obra por el tratamiento de cuestiones metaf¨ªsicas, espirituales o simplemente morales. Sus palabras acerca de La prisi¨®n son elocuentes: "Un tema en el plano m¨¢s pro fundo de una moral humanista".
"En nuestro tiempo era de enorme intolerancia", escribe Landowski, "ciertas ideolog¨ªas creen poseer la verdad y decretan sobre el bien y el mal, con lo que planea sobre nosotros la sombra de la esclavitud del esp¨ªritu. En efecto, cuando estas ideolog¨ªas consiguen el poder, tienen la inmediata tentaci¨®n de arrogarse el derecho de la libertad o de la detenci¨®n, y, a¨²n m¨¢s, el derecho a dar vida o muerte. Obsesionado por este drama, ?c¨®mo pod¨ªa evitar referirme a ese bien supremo que es la libertad!".
La elecci¨®n de Rostropovich y Vishnevskaia como protagonistas de esta "cantata-¨®pera" -seg¨²n la descripci¨®n de su autor- es bien significativa. Ninguno de los dos ha padecido f¨ªsicamente encierro carcelario, pero s¨ª han sufrido largamente "prisi¨®n moral".
La idea de Landowski es ingeniosa: los solistas, hombre y mujer, est¨¢n representados por un instrumento y una voz, el violonchelo c¨¢lido, efusivo, de Rostropovich, y los tonos desgarrados, suprateatrales, de Vishnevskaia. En cada uno de los tres movimientos -La espera, El interrogatorio, La prisi¨®n-, dos percusionistas incorporan a un tercer personaje sucesivo: la polic¨ªa, la justicia y el tiempo.
El haber dado un nombre concreto, varias veces repetido, al personaje de Vislinevskaia (Maria Christa Svoboda) resulta un toque excesivamente na?ve, como buscando una conexi¨®n-identificaci¨®n del p¨²blico con los personajes al precio que sea. Los solos de Rostropovich, l¨®gicamente innominados, son infinitamente m¨¢s eficaces e impresionantes. De otra parte, algunos efectos por onomatopeya de la percusi¨®n -la imitaci¨®n del teclear de una m¨¢quina de escribir en la declaraci¨®n del segundo tiempo- poseen una fuerza inmediata por su cotidianeidad.
Pese a algunos reparos, La prisi¨®n es una p¨¢gina sincera, noble y llamada a una previsible difusi¨®n internacional merced al trabajo de sus dos principales protagonistas. No es ocioso anotar que Landowski le ha regalado a Rostropovich en esta composici¨®n algunas de las mejores secuencias para violonchelo escritas en los ¨²ltimos a?os.
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