Una asamblea mundial sin esperanza
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ofrecen este a?o pocas soluciones al Tercer Mundo y a la crisis econ¨®mica.
Con la d¨¦bil esperanza de consolidar una m¨ªnima recuperaci¨®n en algunos pa¨ªses industriales, pero con la certeza de que puede empeorar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n de endeudamiento en los del Tercer Mundo, especialmente en los latinoamericanos, comenzaron ayer en Washington las reuniones previas de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial. Por vez primera desde la creaci¨®n de ambos organismos, en 1945, preside ambas reuniones el representante espa?ol Miguel Boyer, ministro de Econom¨ªa y Hacienda. Boyer se encuentra desde el viernes en la capital norteamericana e inaugurar¨¢ las sesiones plenarias el pr¨®ximo martes.
ENVIADO ESPECIALUn a?o despu¨¦s de que M¨¦xico anunciara -en el curso de la asambrea del FMI y Banco Mundial¨ª celebrada en Toronto (Canad¨¢)- su incapacidad para hacer frente a los pagos y servicio de su deuda exterior, iniciando as¨ª un rosario de renegociaciones de deuda en una veintena de naciones en desarrollo, la situaci¨®n en la mayor¨ªa de los pa¨ªses deudores no ha mejorado, sino todo lo contrario. Pese a los esfuerzos del directorio del Fondo Monetario para encontrar soluciones urgentes y del incremento acordado en los recursos disponibles del organismo muchos problemas permanecen a¨²n abiertos y sin esperanza inmediata de soluci¨®n.
Para dificultar a¨²n m¨¢s las cosas, las d¨¦biles esperanzas acumuladas en los ¨²ltimos meses de que la recuperaci¨®n norteamericana sirva de empuje y est¨ªmulo de una reactivaci¨®n general, no terminan de fraguar, y aunque los expertos del FMI y Banco Mundial presa gian ya la salida del t¨²nel en su ¨²ltimo informe anual, todav¨ªa persisten serias dudas de que el fen¨®meno vaya a ser global. Por el contrario, se acumulan los indicios de que la recuperaci¨®n estadounidense puede agrandar las diferencias, ya abismales, entre pa¨ªses industriales y naciones en desarrollo, poniendo en entredicho el alcance mismo de la reactivaci¨®n en curso y la capacidad de algunos pa¨ªses para sacar provecho de la misma.
El discurso ceremonial que Miguel Boyer pronunciar¨¢ el martes ante los delegados de los 148 pa¨ªses miembros de ambos organismos va a hacer referencia, precisamente, a este dilema y llamar la atenci¨®n sobre el peligro de que las pol¨ªticas de est¨ªmulo en los pa¨ªses industriales sean insuficientes para resolver los graves problemas de la mayor parte de las naciones miembros del FMI. Sin caer en la f¨¢cil oratoria de sugerir propuestas tipo franc¨¦s -la idea de Mitterrand de convocar una nueva conferencia mundial que inicie el camino hacia unos tipos de cambio fijos y estables-, el discurso del presidente de la asamblea abogar¨¢ por compromisos serios del lado de Estados Unidos y el grupo de los diez pa¨ªses m¨¢s ricos para facilitar el pago de las deudas del Tercer Mundo, v¨ªa m¨¢s ayuda.
Problemas centrales
Las perspectivas de una recuperaci¨®n global, el endeudamiento del Tercer Mundo, el cumplimiento de los compromisos de febrero en cuanto al incremento de las cuotas, una nueva asignaci¨®n y quiz¨¢ nuevo aumento de las mismas y el acceso de los pa¨ªses miembros a los recursos del Fondo Monetario se presentan, pues, como los temas centrales de la 38? asamblea anual. En el primer punto, el ¨²ltimo informe del oirganismo monetario y el del Banco Mundial son t¨ªmidamente optimistas, aunque presagian a¨²n m¨¢s dificultades para los pa¨ªses endeudados. Basan sus estimaciones en la reactivaci¨®n americana, algo que los economistas privados y los institucionales del propio pa¨ªs todav¨ªa guardan dudas sobre su alcance.
En el segundo punto, el panorama del endeudamiento no ha mejorado en los ¨²ltimos 12 ineses, aunque quiz¨¢ haya cambiado el protagonismo de los pa¨ªses implicados. M¨¦xico, con un plan de estabilizaci¨®n leonino en marcha, unos precios del petr¨®leo estables y el apoyo de toda la banca mundial, ha enderezado su horizonte y ha cedido el primer puesto en la lista a Brasil, que a duras penas ha conseguido la semana pasada llegar a un acuerdo, en principio, con el FMI para obtener un cr¨¦dito de 5.400 millones de d¨®lares con el que aliviar los servicios de una deuda exterior que supera los 90.000 millones de d¨®lares.
Venezuela y Argentina son los otros dos focos de preocupaci¨®n en el grupo de pa¨ªses endeudados y en ambos trata el FMI, con el concurso de la banca norteamericana, de imponer unas f¨¦rreas condiciones en la elaboraci¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica interna. Venezuela tiene que pagar 1.000 millones de d¨®lares cada mes durante los pr¨®ximos 18 meses, lo que equivale a decir que sus 23.000 millones de deuda exterior vencen en menos de dos a?os.
Lo de Argentina cae dentro de la ¨®pera ¨¦pica. La desconfianza en el liderazgo militar actual y la incertidumbre de unas elecciones pr¨®ximas, donde las alternativas est¨¢n poco claras, empa?an un panorama econ¨®mico sin precedentes hist¨®ricos. Todo ello agravado con la presi¨®n de los bancos brit¨¢nicos y norteamericanos para que se levanten completamente. las sanciones impuestas tras el descalabro de la guerra de las Malvinas, tanto en cuanto al comercio como en el funcionamiento de las compa?¨ªas extranjeras. Para estos pa¨ªses endeudados y para la mayor¨ªa de los que se encuentran en el grupo de los pa¨ªses en desarrollo, la 38? asamblea anual va a servir tambi¨¦n para plantear de nuevo el espinoso problema del acceso de cada miembro a un determinado porcentaje de los recursos del organismo monetario. Rechazada por el consejo de gobernadores la exigencia de que se proceda a un nuevo incremento de cuotas (v¨¦ase informaci¨®n sobre el problema de las cuotas en esta misma p¨¢gina), la llamada cuesti¨®n del acceso a los recursos, una vez que entre en vigor el incremento de cuotas acordado el pasado febrero, se presenta como el punto de la reuni¨®n m¨¢s problem¨¢tico y pol¨¦mico.
Estados Unidos desea que se mantenga inalterable el l¨ªmite, expresado en d¨®lares, en la accesibilidad de los pa¨ªses miembros a estos nuevos recursos. En t¨¦rminos porcentuales, el acceso a los recursos est¨¢ limitado al 150% de la cuota respectiva, en conciciones normales y al 450% cuando el pr¨¦stamo es a tres a?os.
Los pa¨ªses en desarrollo desean que estos l¨ªmites se mantengan los mismos cuando entre en vigor, el primero de enero, el incremento del 47,4% de las cuotas que se acord¨® en la reuni¨®n de primavera. Esto permitir¨ªa que las cantidades finales, en d¨®lares, sean considerablemente superiores a lo que representar¨ªan de ser aceptada la posici¨®n que mantiene Estados Unidos.
Un acuerdo de compromiso se espera que se alcance en el curso de esta reuni¨®n, aunque parece probable que triunfe la posici¨®n americana, que se ve respaldada por la mayor¨ªa de los pa¨ªses industriales.
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