El ejecutivo del PCE adelanta cuatro d¨ªas su reuni¨®n para analizar la actual situaci¨®n

La direcci¨®n del Partido Comunista de Espa?a (PCE) ha decidido adelantar a ma?ana viernes, la reuni¨®n del. comit¨¦ ejecutivo que ten¨ªa previsto celebrar el martes, d¨ªa 18. El secretario general, Gerardo Iglesias, prefiere guardar silencio sobre la decisi¨®n de Ignacio Gallego de abandonar sus cargos en el comit¨¦ ejecutivo y central del partido y anunciar, en una carta enviada a los miembros del comit¨¦ central, que no participar¨¢ en el pr¨®ximo congreso nacional del partido. Iglesias remite la postura oficial del PCE a la declaraci¨®n que har¨¢ la ejecutiva ma?ana. En consecuencia, la dimisi¨®n del hist¨®rico dirigente Gallego ser¨¢ uno de los temas centrales de la reuni¨®n, a la que se espera que asista Santiago Carrillo.

Algunos miembros del secretariado consultados ayer por este peri¨®dico afirmaron, a t¨ªtulo meramente personal, ya que la decisi¨®n oficial la tomar¨¢ ma?ana el comit¨¦ ejecutivo, que no pensaban que se expedientase o expulsase del partido a Ignacio Gallego, a pesar de que pueda producirse una situaci¨®n de doble militancia, prohibida por los estatutos vigentes.Ignacio Gallego afirma en su carta, de la cual se ofrece un amplio resumen en esta misma p¨¢gina, que dimite de sus cargos en el partido, pero que no renuncia a continuar en sus filas como simple militante de base. No obstante, Pere Ardiaca, presidente del Partido Comunista de Catalu?a (PCC), -formado por los disidentes prosovi¨¦ticos del PSUC-, ha se?alado que Gallego ha confirmado su asistencia a la fiesta del ¨®rgano oficial de Prensa del PCC, la revista Avant, programada para este fin de semana, en Barcelona, y que precisamente esta participaci¨®n le situar¨¢, de hecho, fuera del PCE. (Ver EL PAIS de ayer).

Andreu Claret, portavoz de Prensa del PCE y miembro del secretariado, manifest¨® ayer que, aunque se pueda dar en Ignacio Gallego la situaci¨®n de doble militancia, la actual direcci¨®n del partido no es partidaria de aplicar medidas disciplinarias. "Si un. militante del PCE se sit¨²a, con sus hechos o con sus declaraciones, fuera del partido", dijo Claret, "no hace ninguna falta expulsarle, porque ¨¦l mismo ya se ha autoexcluido".

La mencionada carta remitida por Gallego a los miembros del comit¨¦ central del PCE ha merecido el calificativo de "muy dura" por parte de la actual direcci¨®n, si bien una de las fuentes consultadas ayer asegur¨® que Ignacio Gallego se mostraba muy sincero. "Ahora ha dicho en la carta", afirm¨®, "lo que siempre ha pensado y silenciado disciplinudamente por su dependencia personal de Santiago Carrillo. Ignacio Gallego ha sido siempre prosovi¨¦tico; no eurocomunista, aunque nunca haya votado en contra de Santiago Carrillo, ni siquiera cuando ¨¦ste adopt¨® una l¨ªnea marcadamente eurocomunista."

El papel de Carrillo

Las mismas fuentes del secretariado afirman que Carrillo es, en cierta forma, responsable del distanciamiento p¨²blico de Gallego. "Una de las declaraciones de Santiago Carrillo en el reciente mitin del cine Europa, de Madrid, justificaba, por vez primera, este tipo de decisiones", afirm¨® un miembro de la actual direcci¨®n. "Fue, concretamente, esa frase de que comprender¨ªa a algunos camaradas si decidieran marcharse", a?adi¨®.El ¨²ltimo comit¨¦ ejecutivo del PCE, que prefiri¨® ignorar oficialmente las declaraciones de Carrillo en el mencionado mitin, s¨ª trat¨® a fondo tal intervenci¨®n, "y una de las cosas que m¨¢s nos preocuparon", coment¨® la mencionada fuente, "fue precisamente esa frase, porque era algo as¨ª como decir a todos aquellos que no est¨¢n de acuerdo con el eurocomunismo: 'Siempre os he pedido que os qued¨¦is en el partido, pero ahora que ya no soy secretario general, pod¨¦is marcharos si lo considerais m¨¢s apropiado con vuestras convicciones'".

Este peri¨®dico intent¨® ayer, d¨ªa festivo, ponerse en contacto con Jaime Ballesteros, Julio Anguita, Armando L¨®pez Salinas, Enrique Curiel, Santiago Carrillo y Nicol¨¢s Sartorius, pero todos ellos se encontraban ausentes de sus domicilios.