Un f¨®sil viviente
El panda gigante (Ailuropoda melanoleucus) es un mam¨ªfero de dif¨ªcil clasificaci¨®n, descubierto en 1869 en las faldas del Himalaya por un misionero jesuita. Desde entonces, los zo¨®logos han desarrollado distintas teor¨ªas para relacionarlo con el resto de las especies conocidas, aunque parece que la conclusi¨®n que puede adquirir car¨¢cter definitivo descarta cualquier parentesco de los pandas con los osos.El panda, en efecto, no es un oso, pese a la creencia popular muy extendida, y no pertenece siquiera a la familia de los plant¨ªgrados. M¨¢s bien se tiende a considerarlo un f¨®sil viviente, contempor¨¢neo del prehist¨®rico mamut y perteneciente a una familia cuyas restantes ramas desaparecieron como consecuencia de la evoluci¨®n. El panda, seg¨²n esta teor¨ªa, habr¨ªa sobrevivido milagrosamente en un ¨¢rea muy restringida de las monta?as de China, aunque mal adaptado a las normas de comportamiento de las restantes especies animales.
El desconcierto de los zo¨®logos ante el panda gigante ha llevado a denominarlo oso del padre David (por el nombre del jesuita que primero lo describi¨®), o bien, oso del bamb¨². Pese a ser carn¨ªvoro, se alimenta preferentemente de este vegetal, cuyo escaso contenido prote¨ªnico le obliga a consumir grandes cantidades.
En la actualidad existen menos de un millar de ejemplares de panda gigante en las zonas monta?osas del Tibet y el Himalaya, en la Rep¨²blica Popular China, y seis parejas en otros tantos zool¨®gicos (Washington, Londres, Par¨ªs, M¨¦xico y Tokio, adem¨¢s del de Madrid). El comercio de pieles de panda gigante y su caza est¨¢ severamente castigados en la Rep¨²blica Popular China.
La Unesco, en vista de las caracter¨ªsticas especiales de la especie y de sus condiciones de supervivencia, extremadamente precarias, ha recomendado que se ponga freno a la exportaci¨®n de ejemplares a los zol¨®gicos occidentales, donde son muy apreciados, y se mantengan en su medio de existencia natural. La experiencia del zool¨®gico madrile?o, que consigui¨® reproducir los pandas gigantes por segunda vez fuera de su pa¨ªs de origen (despu¨¦s del zool¨®gico de M¨¦xico), y emple¨® por vez primera la t¨¦cnica de la inseminaci¨®n artificial, ha ofrecido una perspectiva esperanzadora para el mantenimiento de la especie y su perpetuaci¨®n en cautividad.
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