Cierre semanal bastante tranquilo
Los mercados de valores han concluido esta ¨²ltima semana de noviembre con unas reuniones bastante tranquilas, donde todo parec¨ªa concertado de antemano, y en las que al final la l¨®gica de los especialistas se impon¨ªa, apreci¨¢ndose mejoras en los ¨ªndices de los grupos el¨¦ctrico y bancario, conforme se hab¨ªa previsto.Posiblemente, las pocas ocasiones en que aciertan las previsiones de quienes emiten juicios bas¨¢ndose en an¨¢lisis t¨¦cnicos coinciden con los momentos de menor efervescencia del mercado. Cuando se anima el cotarro valen poco las observaciones derivadas de los severos an¨¢lisis econ¨®mico-financieros. Es m¨¢s, para algunos constituyen un punto de referencia seguro para actuar a la contra. Lo cierto es que a medida que la bolsa recobra sus pulsaciones normales, el buen sentido parece invadir las huestes de los operadores, que abandonan, hasta la pr¨®xima ocasi¨®n, la histeria que suele dar con ellos en el otorrino para que les ofrezca el m¨¢s variado surtido de emplastos para sus maltrechas gargantas. Otro tanto ocurre con los inversores, aunque en estos casos los mayores perjudicados suelen ser los despachos de los psiquiatras o, en su defecto, los braseros de las alcahuetas y dem¨¢s elementos propios de la picaresca nacional.
Pero volviendo sobre el duro y crudo acontecer de las reuniones de ayer, quiz¨¢ el elemento m¨¢s. destacable lo constituy¨® la resurrecci¨®n de los valores el¨¦ctricos. Este fen¨®meno, no por anunciado menos deseado entre los habituales de los parqu¨¦s, ha tenido la virtud de devolver la esperanza en las posibilidades alcistas del mercado, una vez que han vuelto las aguas a sus cauces naturales. La inc¨®gnita en estos momentos est¨¢ en intentar conocer si los efluvios de las semanas anteriores a¨²n resultar¨¢n lo suficientemente vigorosos como para lanzar los precios de estas acciones a una carrera alcista cuyo final seguro lo constituir¨¢ la aparici¨®n de unas partidas vendedoras, extraordinariamente bien dotadas, que pretender¨¢n rentabilizar la aparente histeria colectiva.
Mientras el proceso que se pueda dar se limite al efecto del cup¨®n corrido, es decir una cierta adecuaci¨®n alcista en los precios de estos t¨ªtulos como consecuencia de la proximidad del pago de sus dividendos a cuenta del presente ejercicio, no pasar¨¢ nada. Pero si desde algunos sectores se inician procesos de calentamiento de estas acciones, las evoluciones pueden resultar dif¨ªciles de prever.
Por su parte, el grupo bancario asisti¨® ayer a una reducci¨®n en sus saldos vendedores conjuntos, e incluso Central y Popular contaron con algunos peque?os restos compradores. Lo cierto es que con la excepci¨®n del Vizcaya, que perdi¨® dos puntos en el mercado madrile?o, el resto del sector apunt¨® condiciones objetivas bastante favorables. BNP Espa?a, en su segundo d¨ªa de cotizaci¨®n, cont¨® nuevamente con una demanda abundante, por lo que cerraba con dinero al 88%, sin que existan por el momento grandes posibilidades de que los compradores puedan hallar satisfacci¨®n a sus demandas.
En cuanto al peculiar caso de El Aguila, ayer registr¨® un nuevo recorte al m¨¢ximo de sus posibilidades legales, y entre sus incondicionales han comenzado a cruzarse miradas preocupadas. No est¨¢ demasiado claro, por el momento, cual puede ser la trayectoria definitiva de estos t¨ªtulos.
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