La reuni¨®n de los 'diez', rodeada de gran expectaci¨®n

M¨¢s de 600 periodistas est¨¢n intentando desvelar los secretos de las reuniones que se celebran en Atenas, con ocasi¨®n de esta cumbre europea que tantas inc¨®gnitas plantea. Es la lucha por el misterio y en esta batalla tambi¨¦n est¨¢ inmersa una delegaci¨®n espa?ola para mandar informaci¨®n hacia Madrid. A la cabeza de esta misi¨®n especial est¨¢ Santiago G¨®mez Reino, jefe de gabinete de la Secretar¨ªa de Estado para las Relaciones con la CEE.G¨®mez Reino coordina desde la Embajada de Espa?a en Atenas la informaci¨®n que otros le dan, y la manda hacia sus superiores en Madrid. En los pasillos, p¨²blicos del palacio Zappion, donde se celebra esta cumbre, est¨¢n Fernando Merry del Val, director general de la Trinidad, y Camilo Barcea, ministro consejero de la misi¨®n de Espa?a en Bruselas. Ambos est¨¢n apoyados por otros diplom¨¢ticos.

Tienen un arduo trabajo, pues a las reuniones plenarias s¨®lo asisten los jefes de Estado y de Gobierno, acompa?ados de sus ministros de Asuntos Exteriores y alg¨²n ayudante m¨¢s. Todos los dem¨¢s quedan fuera, a la espera de que suene un timbre en la antesala y alguien cuente a los portavoces de las delegaciones la versi¨®n que han de dar.

Paralelamente hay otras reuniones, como las de los secretarios de Estado o las de los directores pol¨ªticos que preparan resoluciones sobre Oriente Pr¨®ximo, Am¨¦rica Central, relaciones Este-Oeste y otros temas que no se abordan en el marco formal del Tratado de Roma.

Un sinf¨ªn de funcionarios entran y salen de toda clase de puertas en ese edificio neocl¨¢sico redecorado al estilo uniforme y funcional de la Comunidad Europea. En este traj¨ªn, son los brit¨¢nicos los m¨¢s puntuales a sus citas con los periodistas y otros. Los italianos, m¨¢s informales, llegan inesperadamente. Los franceses se reservan para el final. Afuera, en una Atenas en lluvia y en una Grecia nevada los habitantes se dedican a su pasatiempo dominical favorito, las manifestaciones.

Cuando cae la noche y despu¨¦s de la ducha, los jefes de Estado y de Gobierno se re¨²nen en cenas formales. La de ayer, llena de pompa, era ofrecida por el presidente Constantinos Caramanlis.