El Gobierno sandinista confirma la convocatoria de elecciones para 1985 sin precisar la fecha

El Gobierno nicarag¨¹ense decret¨® el pasado domingo que el proceso electoral en Nicaragua se iniciar¨¢ el 31 de enero del a?o pr¨®ximo y culminar¨¢ con la celebraci¨®n de comicios en 1985, aunque no especific¨® ni los detalles de la forma en que ¨¦stos tendr¨¢n lugar, ni su fecha exacta. El mismo decreto convoca al Consejo de Estado -organismo colegislativo de la Junta de Gobierno- a celebrar sesiones extraordinarias a partir del pr¨®ximo 4 de enero de 1984.

Un segundo decreto ofrece una amnist¨ªa pol¨ªtica de la que se excluye a los dirigentes de la guerrilla antisandinista.Ninguno de los dos decretos ha despejado las inc¨®gnitas planteadas en torno al proyecto electoral sandinista. En la fase actual de confrontaci¨®n que vive el pa¨ªs parece insuficiente el anuncio de que el pr¨®ximo 31 de enero va a iniciarse la campa?a para unos comicios cuya modalidad y fecha de celebraci¨®n se desconoce todav¨ªa y es impensable que se logre la paz interna con una amnist¨ªa que excluye expresamente a los jefes y cabecillas contrarrevolucionarios".

La ¨²nica novedad en torno a la cuesti¨®n electoral radica en la convocatoria extraordinaria del Consejo de Estado para acelerar la elaboraci¨®n de la ley. Es dif¨ªcil saber c¨®mo puede iniciarse un debate preelectoral a partir del ¨²ltimo d¨ªa de enero cuando el pa¨ªs vive todav¨ªa bajo un estado de emergencia que impone la censura de Prensa y cancela toda actividad p¨²blica de los partidos. La medida parece, m¨¢s bien un intento de liberarse de la presi¨®n externa e interna.

La definici¨®n sobre la forma que tendr¨¢n las elecciones queda aplazada una vez m¨¢s hasta el 21 de febrero. Algunas filtraciones apuntan que el Gobierno ser¨ªa partidario de convocar una asamblea constituyente, lo que le permitir¨ªa mantener el control del poder por un per¨ªodo m¨ªnimo de un a?o. Incluso algunos partidos del Frente Patri¨®tico, que forman una alianza con los sandinistas, consideran que el per¨ªodo de provisionalidad pol¨ªtica vivido por el pa¨ªs desde la ca¨ªda de Somoza en 1979, es ya suficientemente largo y no admite m¨¢s pr¨®rrogas. A su juicio, debe irse a unas elecciones generales para elegir una C¨¢mara que tenga al mismo tiempo poder constituyente. Algo similar a lo que ocurri¨® en Espa?a con los comicios de 1977.

Los miembros del grupo Contadora y algunos l¨ªderes destacados de la Internacional Socialista han presionado tambi¨¦n durante los ¨²ltimos meses al Gobierno de Managua para que anticipe las fechas de las elecciones. Lejos de eso, el segundo decreto dado a conocer el domingo, reafirma que los nicarag¨¹enses no podr¨¢n ejercer el voto hasta 1985.

El decreto de amnist¨ªa incluye dos cla¨²sulas que pueden tener alg¨²n efecto entre los campesinos que se sumaron a una lucha armada de incierto futuro, tales como la devoluci¨®n de las tierras ocupadas a quienes abandonaron el pa¨ªs y la entrega de fincas de la reforma agraria a quienes se acojan a este plan. Pero la exclusi¨®n de los jefes guerrilleros, categor¨ªa por lo dem¨¢s imprecisa en la que cualquier combatiente puede ser incluido, resta eficacia pol¨ªtica a esta medida.

La amnist¨ªa decretada tiene los mismos defectos que otras decisiones unilaterales similares, sin ning¨²n ¨¦xito, de gobiernos como los de Guatemala y El Salvador, que est¨¢n en las ant¨ªpodas pol¨ªticas.