Chadli Benyedid, reelegido secretar¨ªo general del FLN y designado candidato a la presidencia

El presidente argelino Chadli Benyedid fue reelegido en la noche del jueves secretario general del partido ¨²nico FLN para otros cinco a?os, al t¨¦rmino del quinto congreso de dicha organizaci¨®n, celebrado en Argel del 19 al 22 del presente mes. Chadli Benyedid fue tambi¨¦n designado candidato -¨²nico- del partido a las elecciones presidenciales de fines de enero pr¨®ximo, con lo cual el 3 de febrero iniciar¨¢ un nuevo mandato al frente del Estado.

Para entonces estar¨¢ ya completado el cuadro de los hombres del presidente que ha de gobernar Arg¨¦lia en el futuro inmediato y que ser¨¢, por primera vez, un equipo adicto al presidente Benyedid. La renovaci¨®n del comit¨¦ central del partido, as¨ª como los cambios que tendr¨¢n lugar en la composici¨®n del Gobierno y sus principales organismos, deben producirse a lo largo del mes de enero. Algunos altos dirigentes de la Administraci¨®n, en su mayor parte relacionados con la era Bumedian, han perdido ya sus puestos en el comit¨¦ central, y algunos, incluso, en la Administraci¨®n.Una pronunciaci¨®n deformada en la sala del congreso de los nuevos miembros del comit¨¦ central del FLN hizo pensar que el ministro de la Energ¨ªa, Belkacem Nabi, hab¨ªa dejado de formar parte del m¨¢ximo ¨®rgano dirigente del partido. Este ministro se vio obligado a presentar el informe de gesti¨®n menos favorable, dados los problemas, sobre todo en el gas, que confronta el Gobierno argelino con algunos de sus principales clientes -Estados Unidos y Espa?a, por ejemplo, pero tambi¨¦n Italia y B¨¦lgica-, y que ponen en entredicho la pol¨ªtica argelina en materia de gas, sobre la cual basan su estrategia para el pos-petr¨®leo.

Quien s¨ª sale del comit¨¦ central esel coronel Sliman Hoffman, hasta ahora secretario de Relaciones Exteriores del partido, y uno de los principales art¨ªfices de la pol¨ªtica espa?ola del anterior presidente Bumedian, de las relaciones con el PSOE en la oposici¨®n, con el Polisario y con el MPAIAC de Antonio Cubillo. Sliman Hoffman sigui¨® como estratega de las relaciones argelinas cuando el PSOE lleg¨® al poder, despu¨¦s de las elecciones de 1982, que abrieron un per¨ªodo en el cual tanto las relaciones partidarias como las de Gobierno a Gobierno han llegado a cotas realmente bajas.

La 'era Bumedian'

A lo largo de cuatro d¨ªas de extens¨ªsimos debates y alocuciones, el nombre de Huari Bumedian no fue pronunciado, y desde luego no fue mencionado ni una sola vez en el informe de tres horas de duraci¨®n que ley¨® Chadli Benyedid ante los congresistas. La ruptura con esa etapa, que llen¨® la vida argelina desde 1965 hasta 1979, parece lo m¨¢s claro y consumado de este quinto congreso del FLN.El enjuiciamiento de los tres hombres m¨¢s significativos de la era Bumedian, Belaid Abdesa lam, estratega de la industrializa ci¨®n a ultranza y de la concentra ci¨®n industrial; Abdelaziz Buteflika, cerebro de la pol¨ªtica exterior, y Tayebi Larbi, responsable de la revoluci¨®n agraria, que es el cap¨ªtulo m¨¢s negativo de todos esos a?os, indicaba ya anticipa damente la intenci¨®n de Benye did de romper con el pasado.

Aunque las opciones de Chadli Benyedid en pol¨ªtica interior parecen m¨¢s razonables que las de su antecesor, lo que este abandono de la era Bumedian sugiere es que el sistema argelino de partido ¨²nico carece de la capacidad de corregir sobre la marcha pol¨ªticas equivocadas y perjudiciales. La carencia de mecanismos legales y de oposici¨®n pol¨ªtica hizo que la etapa de improvisaci¨®n benbellista s¨®lo pudiera ser rectificada con el golpe de Estado blando -o golpe de tim¨®n corrector, como prefieren decir los argelinos-, de Huari Bumedian en 1965. La era Bumedian, que se caracteriz¨® por un monopolio absoluto del poder y sus mecanismos pol¨ªticos y econ¨®micos por el presidente, ha sido imposible de rectificar hasta cuatro a?os despu¨¦s de la muerte del propio Bumedian.

Chadli Benyedid gobernar¨¢ ahora con un comit¨¦ central y un bur¨® pol¨ªtico del partido, en donde se encuentra en posici¨®n de fuerza, y con un Gobierno que ser¨¢ remodelado para dar cabida a los partidarios totales de su pol¨ªtica. En estas circunstancias, todos los congresistas y el propio Benyedid han insistido en la necesidad de reforzar al partido ¨²nico y hacer de ¨¦l un mecanismo dirigente cada vez de mayor relevancia.