Inquietud en el sector por la pol¨ªtica de precios en el mercado espa?ol del autom¨®vil

La guerra comercial por la conquista del mercado espa?ol del autom¨®vil produce enfrentamientos entre distintos fabricantes y no pocas situaciones an¨®malas, denunciadas por los directamente afectados. Las quejas por presunta guerra sucia por parte de algunos en los descuentos son frecuentes. Sin embargo, en la actualidad, son los precios de los coches importados por la brit¨¢nica Austin-Rover y la italiana Fiat, as¨ª como el nuevo Volkswagen Passat de Seat, quienes provocan m¨¢s inquietud entre los fabricantes instalados en Espa?a.

Los fabricantes espa?oles han presentado distintas quejas ante la Administraci¨®n por lo que consideran graves irregularidades en los precios de algunos coches importados. Seg¨²n aqu¨¦llos, las irregularidades en los precios de ciertos modelos de coches de importaci¨®n les permiten colocarse en condiciones de competir ventajosamente con los coches fabricados en este pa¨ªs.Por la legislaci¨®n vigente, m¨¢s de 60 de cada 100 pesetas del precio en la tienda de cualquier coche importado se va a la Hacienda p¨²blica a trav¨¦s del Impuesto de Compensaci¨®n de Grav¨¢menes Interiores (ICGI) y del arancel. Con m¨¢s de la mitad del precio total destinada a Hacienda, dif¨ªcilmente un coche de importaci¨®n puede competir con los fabricados en Espa?a.

Hace alg¨²n tiempo, para poder competir en el mercado espa?ol, alg¨²n importador utiliz¨® el truco de bajar considerablemente el precio de origen, sobre el que deb¨ªan aplicarse los porcentajes de arancel e ICGI. Para solucionar el problema, la Administraci¨®n fij¨® que el precio de base deber¨ªa ser el 80%. del precio fijado a los vendedores en las tiendas de los pa¨ªses de origen.

Ni en los casos de los modelos Metro de Austin-Rover ni en los de los Uno de Fiat se cumplen estas condiciones. En las tiendas de coches de Gran Breta?a, los Metro cuestan, al cambio, pr¨¢cticamente el mismo dinero que en las tiendas instaladas en Espa?a.

El caso del Passat

Dif¨ªcilmente, pues, se les puede haber aplicado a estos coches el arancel y el Impuesto de Compensaci¨®n de Grav¨¢menes Interiores (ICGI) sobre el precio de partida -80% del de las tiendas en el pa¨ªs de origen- correcto. En el caso de alguno de los modelos de los italianos Fiat Uno, los precios en las tiendas espa?olas son incluso m¨¢s baratos que en Italia.La empresa automovil¨ªstica brit¨¢nica Austin-Rover presiona a la Administraci¨®n espa?ola argumentando en su favor el importante desequilibrio que existe entre las importaciones en Gran Breta?a de coches fabricados en Espa?a y los coches brit¨¢nicos importados en nuestro pa¨ªs.

Otro problema es el del precio del Volkswagen Passat, recientemente lanzado al mercado espa?ol por Seat. Se trata del primer paso en los acuerdos firmados entre la multinacional alemana occidental VAG-VolkswagenAudi y la empresa espa?ola. Estos coches se montan en Espa?a en r¨¦gimen de CKD, con todos sus componentes fabricados en la Rep¨²blica Federal de Alemania que, en algunos casos, llegan parcialmente montados. En las factor¨ªas de Seat ¨²nicamente se les da la ¨²ltima capa de pintura y se ensamblan y montan todos los componentes.

El producto final as¨ª fabricado se vende en el mercado espa?ol a un precio directamente en competencia con el de sus coches rivales, como el Talbot Solara,,el Renault 18, el Citro?n BX 16 y el Ford Ori¨®n.

Si el producto final es considerado por la Administraci¨®n como un coche espa?ol y, por consiguiente, Seat puede eludir los importantes derechos aduaneros, otros fabricantes podr¨ªan utilizar esta v¨ªa para importar-montar-fabricar en Espa?a coches que en la actualidad son importados y que, de esta forma, podr¨ªan tener precios mucho m¨¢s interesantes.