Mel Brooks,de profesi¨®n c¨®mico

Mel Brooks es un jud¨ªo nacido en Brooklyn hace 58 a?os, de padre polaco y madre rusa. Es tambi¨¦n guionista -empez¨® creando gags para humoristas como Sid Caesar-, productor, director y actor de cine, un hombre que se ha hecho famoso y millonario con pel¨ªculas como El jovencito Frankenstein, M¨¢xima ansiedad y La loca historia del mundo. Pero por encima de todo es un c¨®mico. Su pel¨ªcula -pues la produce y protagoniza, aunque dirija su amigo Alan Johnson- menos par¨®dica, menos desmadrada, es esta Soy o no soy que ayer vino a presentar en nuestro pa¨ªs, y que es una remake de To be or not to be, el inolvidable filme de Ernest Lubitsch. Brooks, con esta ¨²ltima obra, rinde homenaje al propio Lubitsch y a tres espec¨ªmenes sin los cuales -seg¨²n frase que el propio Brooks pronuncia en la pel¨ªcula- no se podr¨ªa hacer teatro: los jud¨ªos, los homosexuales y los gitanos.

, Ernest Lubitsch ha sido siempre el ¨ªdolo de Brooks, especialmente aquel To be or not to be rodado en 1942, con Jack Benny y Carole Lombard como los esposos Bronski, pareja de actores polaca al frente de cuya compa?¨ªa desafian divertidamente al propio Hitler. "Esa pel¨ªcula, sobre todo, ofrece una ocasi¨®n ¨²nica a dos actores que est¨¦n casados". Alude Brooks al hecho de que ¨¦l y Anne Bancroft llevan casados nada menos que 19 a?os. "Fue un placer rodar, por fin, con una mujer que no era desconocida. ?Besar a alguien a quien amas, qu¨¦ satisfacci¨®n!".Satisfactorio fue todo el rodaje: "Dado que se trataba de una pel¨ªcula en que los actores ten¨ªamos tanta importancia, escogimos a todos y cada uno cuidadosamente, deliberadamente. El ambiente de trabajo fue maravilloso. Durante doce semanas convivimos como una familia, mejor dicho, como una compa?¨ªa teatral que est¨¢ representando un gran musical. Fue tan entra?able que, al final, cuando dimos la fiesta de despedida, todos lloramos con desconsuelo".

?Y no era un reto interpretar papeles que antes bordaron Benny y Lombard? "S¨ª, pero tenga en cuenta que nuestros di¨¢logos fueron reescritos cuanto fue necesario hasta conseguir que se adaptaran perfectamente a Bancroft y Brooks". Dice, tambi¨¦n, que decidi¨® no dirigir la pel¨ªcula "porque necesitaba, como actor, que alguien me sujetara, que me marcaran. Por primera vez me enfrentaba con un personaje completo, que tiene reacciones de todo tipo". Por eso eligi¨® como director a Alan Johnson, core¨®grafo de muchas de sus pel¨ªculas, con quien empez¨® a trabajar en Los productores. "Alan es un hombre que tiene toda mi confianza, y que, adem¨¢s, sab¨ªa pararme los pies, a pesar de que yo era el boss, el jefe. De repente me dec¨ªa, basta, Mel, ahora no tienes que estar divertido".Le pregunto si le fue dificil frenar su tendencia a la parodia. "S¨ª, tuve que luchar mucho, porque yo soy muy extrovertido, muy directo. Pero ya ha visto usted que estoy serio cuando debo estarlo, emocionante cuando es necesario, y gracioso cuando lo requiere la historia".

Dice tambi¨¦n que el hecho de venir de familia en parte polaca ha influ¨ªdo en ¨¦l para hacer esta pel¨ªcula, y hasta declara que "los nazis de Soy o no soy representan, en cierto sentido, a los rusos que hoy mandan en Polonia". Y a?ade: "Pero lo que hago, sobre todo, es un gran homenaje a los actores, que es la gente a la que m¨¢s amo en el mundo, y a los jud¨ªos y a los gitanos... Tres tipos de persona sin los cuales, al menos en Estados Unidos, no ser¨ªa posible hacer teatro".

Y se convulsiona con grandes risotadas, mientras prepara los visages de c¨®mico que le permitir¨¢n acreditar su marca de f¨¢brica en las fotografias.