Los sindicatos metal¨²rgicos alemanes amenazan con huelgas si no se aprueba la semana laboral de 35 horas

La Rep¨²blica Federal de Alemania puede verse asolada por una fuerte oleada de huelgas en el sector metal¨²rgico si no prosperan las actuales negociaciones que mantienen empresarios y centrales sindicales, y que sufren fuertes divergencias tanto por el m¨¦todo para crear puestos de trabajo para los m¨¢s de 2,5 millones de desempleados que existen en el pa¨ªs, como por la propuesta de 35 horas de trabajo semanales planteada por los principales sindicatos de este sector, informa Reuter.El sindicato metal¨²rgico m¨¢s importante de Europa occidental, IG Metall, que cuenta con m¨¢s de 2,5 millones de afiliados, considera que la v¨ªa m¨¢s id¨®nea para crear empleo es reducir la semana laboral en cinco horas, dej¨¢ndola en 35 horas semanales, propuesta que es apoyada por el partido socialdem¨®crata (SPD), principal formaci¨®n de la oposici¨®n. IG Metall ha se?alado que convocar¨¢ huelgas en el supuesto de que los empresarios del sector industrial rechacen la introducci¨®n de esa semana laboral m¨¢s corta. Sin embargo, ¨¦stos ya han reafirmado su oposici¨®n frontal a esa propuestaa. Los empresarios, junto con el Gobierno, se muestran a favor, sin embargo, de hacer otras concesiones, como el trabajo a tiempo parcial o jubilaciones anticipadas.

Tanto los patron¨®s como el Gobierno han se?alado en diferentes ocasiones que una semana de 35 horas, sin recorte en los salarios, como solicitan los sindicatos, ser¨ªa desastrosa para la econom¨ªa alemana, que comienza a recuperarse tras tres a?os de recesi¨®n. "No s¨®lo afectar¨ªa a la recuperaci¨®n econ¨®mica de la naci¨®n", afirm¨® hace unos d¨ªas el canciller Helmut Kohl en una convenci¨®n del partido dem¨®crata cristiano,"sino que la parar¨ªa".

Opiniones divergentes

Ambas partes difieren en la apreciaci¨®n del coste que representar¨ªa implantar esta semana de trabajo m¨¢s corta. As¨ª, en opini¨®n de la Asociaci¨®n de Empresarios y Directivos de Empresas, supondr¨ªa aproximadamente un incremento del 20% en los costos actuales, afectar¨ªa negativamente a la competitividad ante empresas rivales extranjeros y fomentar¨ªa la p¨¦rdida, de nuevos puestos de trabajo.En opini¨®n de algunos analistas del pa¨ªs, si se aprueba definitivamente la semana laboral de 35 horas los inversores extranjeros probablemente pensar¨¢n que se ha llegado al fin de la productividad germana.

Sin embargo, tanto IG Metall como otras importantes centrales sindicales germanas consideran, por el contrario, que la jornada de 35 horas, provocar¨ªa una creaci¨®n de 1,4 millones de empleos en todos los sectores. Asimismo, argumentan que cualquier recorte en el actual nivel salarial tendr¨ªa como resultado una ca¨ªda en el consumo y un fuerte da?o para la econom¨ªa nacional.

Seg¨²n las mismas opiniones de los sindicatos, la mayor productividad permitir¨ªa absorber aproximadamente la mitad de los costes adicionales que representar¨ªa para la industria el recorte de horas de trabajo, y tan solo a?adir¨ªa un 6%, a los costes salariales para las empresas. Este a?o, IG Metall ha solicitado un incremento salarial del 3,5%, ligeramente por encima de la inflaci¨®n.

En estas opiniones divergentes, los empresarios del sector agrupados en Gesamtmetall afirman que tan solo el 40% de los trabajadores del sector metal¨²rgico est¨¢n a favor de uni semana de 35 horas de trabajo. Este sector lo integran 3,4 millones de trabajadores, y el sindicato IG Metall tiene 2,4 millones de afiliados.

Las amenazas de huelga protagonizadas por esta central sindical han provocado, por el momento, que la patronal metal¨²rgica alemana haya variado su oposici¨®n inicial a cualquier concesi¨®n y, a propuesta del Gobierno, ha aceptado negociar jomadas de trabajo partidas e incluso jubilaciones anticipadas.