Bandas de latinoamericanos se dedican al robo de cheques de viajes y tarjetas de cr¨¦dito
Un grupo de delincuentes, integrado en su mayor¨ªa por una mafia de latinoamericanos de origen colombiano y peruano, act¨²a de forma preferente en el barrio de Salamanca de Madrid a la busca y captura de traveller?s cheques y tarjetas de cr¨¦dito. Los nuevos carteristas, que act¨²an con una cierta organizaci¨®n, trabajan en grupos de dos o tres personas y sus centros de operaci¨®n son los hoteles, centros comerciales, bancos y la calle. Entre las principales v¨ªctimas de esta red, que practica un modalidad de atraco consistente en el cambio o sustracci¨®n de los maletines, se encuentran los extranjeros de paso por la ciudad y los ejecutivos.
Los tradicionales carteristas, que estaban a punto de jubilarse, han sido reemplazados por los nuevos bolsilleros. En el barrio de Salamanca, que es habitado por familias de clase media alta y conservadora, est¨¢n situadas numerosas embajadas, gran cantidad de bancos y las mejores tiendas de la ciudad. A diario frecuenta, el barrio un p¨²blico selecto, integrado por abogados, notarios y se?oras adineradas, que realiza numerosas operaciones comerciales.La zona, que tiene muy poca delincuencia interna, es batida por latinoamericanos y delincuentes del extrarradio que, atra¨ªdos por la aglomeraci¨®n de p¨²blico, act¨²an en esta zona con el mismo riesgo que en cualquier otro punto de la ciudad, pero con la posibilidad de obtener mayores beneficios. Esta red practica una modialidad de atraco que tiene por objeto el cambio o sustracci¨®n de la cartera o el malet¨ªn.
Un ciudadano indio, representante de una firma comercial, fue objeto de uno de estos asaltos mientras caminaba pl¨¢cidamente por la calle de Hermosilla el pasado mes. Todo sucedi¨® en unos instantes. Un joven pulcro y elegante, que caminaba tras ¨¦l, vomit¨® y le manch¨® la chaqueta. El ciudadano indio no se percat¨® en ese momento de lo que hab¨ªa ocurrido. El mismo joven que le hab¨ªa manchado le detuvo y le dijo en castellano algo que no entendi¨®.
Ante la insistencia y los gestos del joven y de un amigo, tambi¨¦n pulcramente vestido, se mir¨® la americana y comprob¨® que se la hab¨ªan manchado. Tras deshacerse en disculpas, aquellos se ofrecieron gustosos a ayudarle a limpiarse.
Entraron en un restaurante chino situado en la misma calle, bajaron al servicio, y all¨ª pudo lavar con agua la mancha. Despu¨¦s, los j¨®venes se despidieron efusivamente. El ciudadano indio, que no hab¨ªa podido entender ni una palabra, puesto que no habla castellano, se qued¨® perplejo cuando comprob¨® que su malet¨ªn hab¨ªa desaparecido y en su lugar hab¨ªa otro id¨¦ntico, pero vac¨ªo.
A medias palabras logr¨® hacerse entender en el restaurante. Avisaron a la Embajada de la India para que vinieran a ayudarlo. La traductora de la embajada se desplaz¨® con ¨¦l hasta la comisar¨ªa de Buenavista y denunci¨® el hecho. No le hab¨ªan robado dinero, pero s¨ª el pasaporte, los regalos para la familia y numerosa documentaci¨®n sobre empresas espa?olas. La polic¨ªa no se sorprendi¨® al o¨ªr lo que hab¨ªa sucedido. No era la primera vez.
El momento propicio
"Este tipo de delincuentes act¨²an, fundamentalmente, en las recepciones de los hoteles, los bancos, el aeropuerto y en la misma calle", asegur¨® el comisario de Buenavista, Fidel Juli¨¢n. "Fichan a una persona de buen aspecto, mejor si es extranjero, y siguen sus movimientos hasta. encontrar el momento propicio para realizar el cambio o sustraer el malet¨ªn. El bot¨ªn habitual, aparte de documentos de empresa -que no tienen, generalmente, ninguna utilidad para los ladrones-, pueden ser grandes sumas de dinero, pasaportes, tarjetas de cr¨¦dito y traveller's cheques, mercanc¨ªa muy apreciada en er mercado negro S¨®lo con una tarjeta pueden conseguir en pocas horas m¨¢s de 200.000 pesetas".Fidel Juli¨¢n reconoce que es francamente dif¨ªcil coger a estos delincuentes, puesto que, si no se les atrapa en flagrante, es muy complicado conseguir pruebas. "La polic¨ªa necesita ahora evidencias para detener", afirma.
"Dificulta a¨²n m¨¢s la operaci¨®n el hecho de que se muevan en grupos de dos o tres personas. El que realiza la acci¨®n pasa el burro (material robado) inmediatamente a uno de sus compinches, y as¨ª se inicia una cadena que es dif¨ªcil romper".
Otra de las t¨¦cnicas que utiliza tambi¨¦n el grupo de delincuentes es la denominada el chino, practicada tradicionalmente por los carteristas. Con una cuchilla o con un anillo, una vez localizada la cartera, cortan la ropa y el monedero cae solo.
"La operaci¨®n es sencilla y muy r¨¢pida". A diario, seg¨²n manifest¨® Juli¨¢n, se denuncia en la comisar¨ªa de Buenavista el robo de 20 o 25 carteras, n¨²mero que supera a las sustracciones que se producen en el mercado callejero del Rastro una ma?ana de domingo.
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