Los errores de Barrionuevo
Todo tiene un l¨ªmite. No lo digo como expresi¨®n absoluta, pues el tope normalmente se impone de forma subjetiva. Personalmente, pens¨¦ en m¨²ltiples ocasiones, cuando el ministro del Interior se equivocaba, que era comprensible, debido a su inexperiencia policial, a la falta de visi¨®n a¨²n de pol¨ªtica de Estado, incluso a alguno de los asesores de los que se hab¨ªa rodeado. Quiz¨¢ estaba influido por las opiniones de amigos que hab¨ªan tratado con Barrionuevo antes de ser ministro, que afirmaban que era una "buena persona".La cr¨ªtica pol¨ªtica, como ciudadano y como secretario general de la organizaci¨®n que represento, se encontraba mitigada, ciertamente limitada, porque pensaba que Barrionuevo tendr¨ªa que cambiar al darse cuenta de sus errores. Ahora me invade una gran amargura, pues estoy seguro ya de que Barrionuevo no es la persona que llevar¨¢ a cabo el cambio policial. Es materialmente imposible, despu¨¦s de haber cometido el ¨²ltimo error conocido; estoy convencido de que cuando destituyan a Barrionuevo, un d¨ªa que espero no sea lejano, habr¨¢ que comenzar de nuevo.
Nunca pens¨¦ que el ministro Barrionuevo destituyera a Jes¨²s Merino y a Lorenzo P¨¦rez, secretario general y comisario general de Seguridad Ciudadana de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, respectivamente. Ambos de probada competencia profesional, demostrada honestidad y de talante progresista y reconocido prestigio entre los profesionales de la polic¨ªa.
Es inimaginable, incomprensible, la inmolaci¨®n de estos dos polic¨ªas progresistas, que han demostrado su profesionalidad y que no han sido nada sectarios desde su puesto de responsabilidad y, lo que es m¨¢s a¨²n, lograron conjugar con inteligencia ser progresistas y polic¨ªas y viceversa. Deseo que este error no suponga malograr los ¨¦xitos de estos compa?eros. ?xitos para el verdadero cambio, de polic¨ªas eficaces en su gesti¨®n, como se podr¨ªa demostrar si se realizara una auditor¨ªa en la polic¨ªa, o en algunos casos con simples pruebas de inteligencia o personalidad.
Declaraciones
Los errores cometidos por algunos responsables policiales, al parecer respaldados y asumidos por Barrionuevo y criticados por un amplio sector de la opini¨®n p¨²blica, hubieran supuesto en pa¨ªses de nuestro entorno, si no la destituci¨®n o dimisi¨®n del ministro, cuando menos el cese del responsable policial.
Declaraciones como las de Vera sobre que no le hab¨ªan matado ning¨²n general o las del propio Barrionuevo sobre el Cuerpo Superior de Polic¨ªa, que provocaron el justificado malestar de la casi totalidad de la polic¨ªa, tendr¨ªan que llevar aparejadas sus destituciones fulminantes; el no prestar protecci¨®n a ciertos objetivos terroristas los domingos o festivos, despu¨¦s de haber sometido a todo Madrid a controles continuados o a peinados sectoriales, deb¨ªa haber supuesto, por su absoluta ineficacia, cuando menos, el cese del jefe superior de Polic¨ªa de Madrid, Antonio Garrido; el fracaso de la incursi¨®n informativa de polic¨ªas espa?oles en Francia, con la desagradable consecuencia de tener que contemplarles detenidos como vulgares delincuentes, debi¨® suponer la dimisi¨®n o destituci¨®n del jefe superior de Polic¨ªa de Bilbao, Francisco ?lvarez; los niveles de ineficacia en la lucha antiterrorista de la Brigada Central de Informaci¨®n har¨ªan m¨¢s que aconsejable la sustituci¨®n de su jefe, Jos¨¦ Mar¨ªa Escudero, etc¨¦tera.
No s¨¦ qu¨¦ oscuros galimat¨ªas pueden justificar el mantener a algunas personas en sus puestos, cuando desde sus propias ¨¢reas difunden un incremento de la delincuencia m¨¢s que discutible y escudan su incompetencia echando la responsabilidad a las reformas legislativas progresistas.
Falta de di¨¢logo
Ciertamente, la pol¨ªtica policial de Barrionuevo no es el desarrollo de una pol¨ªtica criminal global, cuya l¨ªnea esboza la Constituci¨®n; Barrionuevo est¨¢ claro que ha optado por la continuidad del orden p¨²blico, pues no ha sabido dar el paso a la seguridad ciudadana integral; la consecuencia clara es la paralizaci¨®n del programa electoral del PSOE para la polic¨ªa, al apoyarse en la Guardia Civil, encomend¨¢ndole cada vez m¨¢s funciones, como fue la creaci¨®n de las brigadas de Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil, con distintivos similares a los del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, sin que ello alterara la relaci¨®n en los niveles de eficacia que est¨¢ ocho a dos a favor de la polic¨ªa; el que las ciudades parezcan materialmente tomadas u ocupadas por furgonetas de Polic¨ªa Nacional, en muchos casos con metralleta en ristre, est¨¢ muy lejos del concepto de polic¨ªa de barrio, del polic¨ªa preventivo, de la asistencia directa al ciudadano, que se encuentra mayoritariamente afectado por la peque?a y mediana delincuencia, agravada por la inseguridad refleja, procedente de la alarma que produce la difusi¨®n de los delitos graves.
En este orden de cosas, era consecuente que Barrionuevo destituyera a dos jefes razonablemente cr¨ªticos con su pol¨ªtica policial. M¨¢s a¨²n, cuando el secretario general fue utilizado por Barrionuevo como mediador con los sindicatos, pero la falta de di¨¢logo tolerante que contin¨²a siendo la caracter¨ªstica fundamental de Barrionuevo, que se niega a contar con la colaboraci¨®n de los sindicatos hasta que el presidente del SPP no exp¨ªe su falta de respeto, impidi¨® llegar a alg¨²n acuerdo, dando la impresi¨®n de que se ignoran los preceptos legales que posibilitaron la creaci¨®n de los sindicatos policiales, a los que se impide que jueguen el papel que tienen reconocido constitucionalmente. Situaci¨®n que va camino de reproducirse en el sindicalismo de la Polic¨ªa Nacional, al que se condena a estar entre la clandestinidad y la tolerancia, pues es ilegal para sus jerarqu¨ªas militares, que se sanciona a sus l¨ªderes por pertenecer a organizaciones sindicales y se mantienen contactos oficiosos semiclandestinos con sus dirigentes, haci¨¦ndoles promesas que luego son incumplidas.
Se?or Barrionuevo, estoy a la espera, estoy esperanzado, al igual que la inmensa mayor¨ªa de los profesionales de la polic¨ªa e infinidad de ciudadanos, de que se produzca el cambio. Hasta entonces obedezco, aunque no comparto, y por ello hoy critico, expresando p¨²blicamente mi opini¨®n de que est¨¢ cometiendo demasiados errores, que est¨¢ desilusionando a muchas personas de pro.
Despu¨¦s de todo lo dicho se comprender¨¢ que en la reciente reuni¨®n de la asamblea permanente de la USP se acordara manifestar que las destituciones citadas supon¨ªan la falta de credibilidad pol¨ªtica del equipo de Interior.
es secretario general de la Uni¨®n Sindical de Polic¨ªa (USP).
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