10 millones de truchas
Hoy comienza la temporada de pesca de una especie codiciada, esquiva y amenazada por la contaminaci¨®n. 600.000 pescadores tienen l¨ªstos los anzuelos
Espa?a es un pa¨ªs privilegiado en truchas. Pr¨¢cticamente todas las provincias tienen tramos trucheros en las cabeceras de los r¨ªos de monta?a. Pero en todas se ha detectado una disminuci¨®n del n¨²mero de ejemplares. Incluso en Galicia, Asturias, Cantabria, Le¨®n, Arag¨®n y L¨¦rida, que est¨¢n a la cabeza de las zonas m¨¢s trucheras. Y, paralelamente, tambi¨¦n ha disminuido el n¨²mero de pescadores. Le¨®n, provincia truchera por excelencia, es un claro ejemplo: de 750.000 kilos pescados en 1981, se pasaron a 150.000 en 1982, y las 41.000 licencias de pesca de 1980 se han transformado en 30.000 en 1983, a?o en el que se censaron 563.160 pescadores en toda Espa?a cuando hace unos a?os la progresi¨®n indicaba que ahora se alcanzar¨ªa el mill¨®n de pescadores.Los ingresos para Icona son, sin embargo, superiores por el encarecimiento de la licencia de pesca. La m¨¢s completa, que permite pescar en toda Espa?a cualquier especie, cuesta 1.000 pesetas, m¨¢s 50 en p¨®lizas y 15 corno aportaci¨®n voluntaria, que se convierte en obligatoria en Madrid pues de lo contrario no se facilita el impreso de solicitud de la licencia. El permiso para pescar en un coto tambi¨¦n ha registrado una fuerte subida: optar a uno de primera categor¨ªa supone 1.650 pesetas.
A cambio de todo esto, las posibilidad de pesca se reducen a un m¨¢ximo de veinte piezas diarias que midan un m¨ªnimo de 19 cent¨ªmetros. En los cotos, el cupo suele ser menor. La media anual de truchas que obtiene un pescador durante la temporada suele ser de 25 piezas, media que es ficticia, ya que el pescador, si es bueno, quintuplica esa cantidad, y si es malo, no llega a contabilizar ninguna captura durante el a?o, ya que despu¨¦s de unas jornadas de fracaso, se aburre y abandona la pesca de la trucha para dedicarse a otras especies m¨¢s f¨¢ciles.
Con la trucha, la suerte en la pesca no existe. Jam¨¢s un mal pescador podr¨¢ conseguir m¨¢s capturas que uno aventajado. La pesca de la trucha com¨²n de r¨ªo es como un arte. Ninguna especie es tan esquiva como ella. Jam¨¢s acudir¨¢ al cebo si observa algo extra?o en el cebo o el pescador delata su presencia. Para pescarla es imprescindible que uno se mimetice con la naturaleza. Y, luego, que el cebo transcurra por las aguas de manera natural. La dificultad de su pesca es uno de sus grandes atractivos; el otro, la exquisitez de su carne, muy superior a la de la trucha arco-iris, que, al margen de ser una variedad distinta, nace, vive y se alimenta en un medio artificial como es una piscifactor¨ªa.
La trucha com¨²n se distingue de la arco-iris por sus pintas rojas. S¨®lo se comercializa en las provincias trucheras por excelencia, donde los pescadores ribere?os, aut¨¦nticos maestros en la pesca de la trucha, 31 los furtivos de las redes viven de ella en esta ¨¦poca. En cualquier caso, nunca llega a las pescader¨ªas, ya que sus capturas no dan m¨¢s que para abastecer a los restaurantes pr¨®ximos a los r¨ªos. En las restantes provincias el consumo de la trucha es dom¨¦stico.
Comercio paralelo
La pesca de la trucha origina un comercio paralelo, sobre todo en las grandes ciudades: el de las lombrices. La lombriz anillada es el cebo por excelencia de la trucha y ¨²nico que admite cuando el r¨ªo baja fuerte, y con las aguas tomadas por las lluvias. Cada domingo se venden unos dos millones de lombrices, en paquetes de treinta piezas. La cotizaci¨®n que alcanza suele ser de una peseta por unidad.La trucha toma tambi¨¦n otro tipo de cebos que se encuentren de manera natural en el r¨ªo, adem¨¢s de los artificiales, como cucharilla y mosca. Su voracidad la permite comer durante todo el d¨ªa, en contra de la opini¨®n generalizada de que s¨®lo se: alimenta al amanecer y anochecer. Es cierto que en esos momentos es cuando m¨¢s se pesca, pero s¨®lo porque la luz en el r¨ªo es menor que durante las horas centrales del d¨ªa, por lo que la presencia del pescador pasa m¨¢s desapercibida ante la trucha.
Cada a?o se vienen a pescar diez millones de truchas, que es poco m¨¢s o menos el n¨²mero de ejemplares con los que Icona repuebla los r¨ªos. La ¨¦poca de pesca transcurrir¨¢; hasta finales de agosto, con algunas excepciones que se adoptan durante el verano a la vista del estado de los r¨ªos. En Galicia este a?o se adelant¨® el comienzo de la temporada a primeros de este mes.
Las primeras semanas de pesca no suelen ser las m¨¢s adecuadas para la pesca de la trucha porque los r¨ªos est¨¢n crecidos -excepciones fueron los a?os anteriores por la falta de lluvias- y los ejemplares no han adquirido su mayor vitalidad porque acaban de desovar y en invierno no han encontrado suficiente alimento. Desde finales de abril hasta mediados de junio transcurre la mejor ¨¦poca para la pesca de la trucha.
La ¨¦poca de pesca de la trucha no se?ala el comienzo de la temporada de pesca en Espa?a, ya que hay otras e especies que tienen otros periodos de veda o que se permiten pescar durante todo el a?o. La generalizaci¨®n que se hace con las diferentes temporadas de pesca y la trucha es debido a que la mayor parte de los pescadores, unos 400.000, son adictos a la pesca de esta especie y, en muchos casos, ¨²nica que practican.
Mortandad en Le¨®n
La trucha precisa de aguas extremadamente limpias y la contaminaci¨®n est¨¢ reduciendo sus h¨¢bitats a los tramos altos de los r¨ªos. Ni siquiera en Le¨®n, una de las provincias privilegiadas en truchas, se est¨¢ logrando detener la amenaza que supone la cada vez mayor mortandad de la especie.La asociaci¨®n Urz, de Le¨®n, acusa al Instituto Nacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (Icona) de no haber tomado medidas para atajar en su d¨ªa la mortandad de truchas. Seg¨²n esta asociaci¨®n, la facultad de Biolog¨ªa de Le¨®n ya demostr¨®, a trav¨¦s de unos estudios, un declive acusad¨ªsimo de las poblaciones trucheras. Este a?o, el Icona ha decretado unas normas para proteger la especie, cuando la primera mortandad de truchas en los r¨ªos leoneses se detect¨® en el r¨ªo Porma, entre octubre de 1980 y febrero de 198 1. El departamento de Enfermedades Infecciosas de la facultad de Veterinaria diagnostic¨® la presencia de pseudomonas y saprolegnia en los ejemplares afectados. El Icona decret¨® el cierre de la piscifactor¨ªa de Palazuelo de Bo?ar, entre otras razones porque la contaminaci¨®n que produce una piscifactor¨ªa media ocasiona una poluci¨®n igual a la de una poblaci¨®n de 10.000 a 25.000 habitantes. Ese mismo a?o tambi¨¦n qued¨® esquilmado el tramo truchero del r¨ªo Bernesga.
Al invierno siguiente volvi¨® a aparecer la enfermedad en la totalidad del r¨ªo Porma, asolado el a?o anterior entre Vegami¨¢n y el r¨ªo Curue?o, y afect¨® tambi¨¦n al Esla. El Icona silenci¨® el tema. En 198283 se vio afectado tambi¨¦n el r¨ªo ¨®rbigo y hasta que este a?o la enfermedad no extendi¨® a la generalidad de los r¨ªos leoneses, el Icona no hizo p¨²blico la gravedad del problema. En tres d¨ªas se sacaron en un sector de unos 100 metros de cauce de la presa de Santa Marina del Rey 192 truchas muertas, con un peso total de 104,5 kilos, y s¨®lo 43 machos y 27 hembras hab¨ªan completado la freza antes de morir.
Las medidas adoptadas por el Icona fueron la puesta en marcha de una investigaci¨®n dirigida por la c¨¢tedra de Enfermedades Infecciosas de la facultad de Veterinaria de Le¨®n, en colaboraci¨®n con otras c¨¢tedras de las facultades de Veterinaria y Biolog¨ªa y con el apoyo econ¨®mico de la Consejer¨ªa de Agricultura, Ganader¨ªa y Montes de la Junta de Castilla y Le¨®n y del Icona, para determinar el origen de la enfermedad y el modo de atacarla. Adem¨¢s, se adelant¨® la veda al 1 de julio, por lo que del total de 36.000 permisos de pesca inicialmente disponibles en los cotos se anularon 10.500, con unas p¨¦rdidas para el Icona de 5,5 millones de pesetas.
Uno de los datos barajados para demostrar que el Icona ha estado ignorando el descenso de la poblaci¨®n truchera son las estad¨ªsticas de los resultados conseguidos en las distintas ediciones de la Semana Internacional de la Trucha, que se celebra en Le¨®n desde 1966. Ese a?o la media de capturas por pescador fue de 17 piezas; en 1980 ya era de 3,2 y el a?o pasado fue de 1,3.
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