Entre la inform¨¢tica y los viejos sistemas
En el juzgado de guardia de Barcelona, la justicia se informatiza en un edificio ruinoso y en obras
Cada d¨ªa, cuando faltan pocos minutos para las nueve de la ma?ana, un anciano cruza el antiguo Sal¨®n de V¨ªctor Pradera, en Barcelona, empujando una carretilla cargada de m¨¢quinas de escribir y de legajos de papel. Recorre con lentitud los 250 metros que separan el edificio de los nuevos juzgados al del Palacio de Justicia. Se detiene antes de cruzar la calzada, echa una calada al cigarrillo, revisa con un tir¨®n brusco las cuerdas que aseguran su carga y reemprende su trayecto.Ese hombre, que transporta las pertenencias de los funcionarios que entran de guardia, anuncia el inicio de una nueva jornada judicial. Minutos despu¨¦s, con id¨¦ntica carga y calma, el funcionario trenzar¨¢ el mismo camino, pero a la inversa. Son las pertenencias y utensilios de los empleados salientes de guardia, que abandonan el Palacio de Justicia y regresan a su juzgado.
La imagen de ese funcionario, que hace muchos a?os que debiera ya estar jubilado, es tan entra?able como la del empleado de Pompas F¨²nebres, que desde hace 15 aporta cada ma?ana la lista de los fallecidos o los partes de las autopsias, la de ese enfermo mental que aprovecha siempre que est¨¢ de guardia el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 para presentar una denuncia de media cuartilla contra el Rey, el Presidente de Gobierno, la Guardia Civil o el Capit¨¢n General, en la que asegura que le est¨¢n "robando las ideas" y que "controlan su cerebro", o la de Isidro, que despu¨¦s de haber desempe?ado su tarea de ujier durante m¨¢s de 40 a?os, se dedica, por una insignificante propina, a facilitar bocadillos a los detenidos y consuelo a sus familiares.
Papel inservible
Para esa hora las IBM del juzgado de guardia han empezado ya a zumbar y una media docena de funcionarios de Justicia se apretujan detr¨¢s del mostrador de formica recibiendo las primeras denuncias, atestados, quejas y querellas. Es una lluvia continuada de papel y documentos, que caer¨¢ sin cesar durante cinco horas en ese enorme buz¨®n. Se calcula que s¨®lo en ese tiempo llegan hasta la guardia m¨¢s de 350 diligencias, de las que unas 150 est¨¢n compuestas por atestados de robos en los que no se espec¨ªfica el autor, sustracciones de veh¨ªculos, ca¨ªdas sin importancias, ri?as callejeras o peleas familiares.Aseguran los funcionarios que es papel incalificable e inservible, que dif¨ªcilmente encuentra transcripci¨®n en los libros de registro y que en la mayor¨ªa de las ocasiones va a parar al cesto de los papeles. Los funcionarios reciben esta mercancia con temor y escepticismo, mientras releen con paciencia cada uno de los documentos y aseguran que ¨¦sta es una de "las principales causas por las que se entorpece y acumula el trabajo en el juzgado de guardia".
A ese papel, al que se califica de "morralla" e "inservible", se le suman las diligencias que remiten los juzgados pr¨®ximos a Barcelona y las causas con antecedentes que deben de ser reexpedidas a sus respectivos juzgados o al decanato. Despu¨¦s de este aguacero incesante, quedan encima de la mesa de los funcionarios de guardia 50 o a lo sumo 60 asuntos, algo m¨¢s que una octava parte del papel presentado, sobre el que los funcionarios de guardia deber¨¢n dedicar su atenci¨®n.
Las estad¨ªsticas oficiales se?alan que en eljuzgado de Barcelona se reciben a diario una media de 316 denuncias, de las que un 44,24% corresponden a delitos de robo. Le siguen las denuncias por tenencia y tr¨¢fico de drogas y las sustracciones de tarjetas de cr¨¦ditos, carn¨¦s, talonarios y pasaportes con los que luego se podr¨¢n urdir las m¨¢s diversas estafas. Las mismas estad¨ªsticas aseguran que en enero de 1984 se presentaron 11.407 diligencias y en febrero 10.795, lo que representa un incremento de un 40% con respecto a las diligencias presentadas en id¨¦nticos meses del a?o anterior.
950 millones en ordenadores
Julio Rivero, oficial del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona, ex secretario del sindicato independiente de la Administraci¨®n de Justicia, se muestra cr¨ªtico y esc¨¦ptico con estos datos y asegura que "a pesar de que son alarmantes no reflejan el verdadero esfuerzo que se realiza en el juzgado de guardia, donde adem¨¢s de denuncias, diligencias y atestados se reciben quejas y consultas de todo tipo". Las peleas matrimoniales, las consultas de trabajadores, las quejas de los vecinos y las reclamaciones de los usuarios coinciden tambi¨¦n en esas horas tensas de la ma?ana, asegura el funcionario Rivero. "Son problemas a los que dif¨ªcilmente se les puede dar una soluci¨®n judicial, pero a los que se les deber¨¢ dedicar tiempo, comprensi¨®n y paciencia", a?ade el oficial Rivero, "y que dif¨ªcilmente podr¨¢ ser solucionable con la computadoras y los ordenadores".La cr¨ªtica del funcionario Rivero hace referencia a esas computadoras que empezaron a ser instaladas a principios de 1983, en el juzgado de guardia y en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 4 de Barcelona, gracias los esfuerzos de la Administraci¨®n de Justicia, a los fondos de la Generalitat y a la direcci¨®n t¨¦cnica de la Fundaci¨®n Llu¨ªs de Peguera. En los pr¨®ximos a?os la Generalitat proyecta invertir 950 millones de pesetas en este proceso de informatiz aci¨®n. Se asegura que antes de finalizar 1984 estar¨¢n informatizados seis juzgados de Barcelona, tres de los cuales est¨¢n en el cintur¨®n industrial.
Con el ordenador no s¨®lo se logra el registro de denuncias y querellas, si no que se establece adem¨¢s una conexi¨®n directa con el banco de datos de Penados y Rebeldes del Ministerio de Justicia, logrando de esta manera una informaci¨®n pr¨¢cticamente inmediata sobre los detenidos, cuando antes tardaban varios d¨ªas. Pero mientras algunos jueces, como el magistrado Eloy Menda?a, se muestran partidarios y firmes defensores de estas innovaciones, otros no dudan en se?alar su escepticismo e incluso se definen en favor de los viejos sistemas.
Los detractores de la informatizaci¨®n de la Administraci¨®n de Justicia de Barcelona suelen, sin embargo, matizar y aseguran que .es un absurdo intentar informatizar los juzgados de Barcelona, mientras no se resuelvan problemas tan graves como el del alumbrado el¨¦ctrico y se ponga fin a los bajones de tensi¨®n, que en un instante hacen desaparecer lo que se escribe en las pantallas, sobre todo en invierno, cuando en los juzgados se enchufan las estufas".
Los juicios r¨¢pidos
Al alud de diligencias se le suman los detenidos, que pasan a disposici¨®n judicial y diariamente superan la cifra de 40 y a los que se les deber¨¢ tomar declaraci¨®n. Luego se a?aden las inspecciones oculares, los levantamientos de cad¨¢veres o esas singulares diligencias como las que dan luz verde a la realizaci¨®n de operaciones de trasplantes de ¨®rganos.Por todo ello, los funcionarios no dudan en definirse como "una inmensa boca de lobo" y sonr¨ªen ir¨®nicos cuando se les habla de juicios r¨¢pidos en el juzgado de guardia. El presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona, Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera, insiste en esta f¨®rmula como una medida v¨¢lida para aligerar la Administraci¨®n de Justicia en Barcelona. La oposici¨®n de un sector de funcionarios, las cr¨ªticas de un colectivo de abogados y el desencanto de algunos de los promotores de este proyecto, parecen por haber frenado la idea de los juicios inmediatos.
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