El discreto encanto de los extranjeros

Francia e Italia han copado hasta ahora los honores de segunda categor¨ªa que la industria de Hollywood concede a los productos venidos de m¨¢s all¨¢ de los oc¨¦anos. Seleccionados 22 veces los franceses, se han llevado ocho oscars, mientras que los italianos han ganado el premio 7 veces de las 19 que optaron a ¨¦l.El premio a la mejor pel¨ªcula extranjera se insitucionaliz¨® en 1956, aunque desde 1947 la academia conced¨ªa irregularmente menciones especiales a pel¨ªculas de otros pa¨ªses. Vittorio de Sica gan¨® dos de ellas por Ladr¨®n de bicicletas y El limpiabotas. Fue precisamente la fuerza de los movimientos cinematogr¨¢ficos europeos de posguerra, el neorrealismo italiano y la nouvelle vague francesa, lo que propici¨® la creaci¨®n de un apartado especial a las mejores pel¨ªculas en lengua extranjera.

La verdad es que si se analiza la lista de vencedores se hace evidente que, a partir del triunfo de 8 y medio, de Federico Fellini en 1963, se abre una ¨¦poca ca¨®tica y confusa en la que se mezclan t¨ªtulos absolutamente mediocres que han ca¨ªdo en el m¨¢s absoluto de los olvidos con los nombres de grandes directores asociados a los de sus filmes m¨¢s flojos. Como si la academia utilizara el ?scar para reconocer la labor de aquellos directores que se le hab¨ªan olvidado y para premiar cinematograf¨ªas ex¨®ticas coladas por azar y beneficiadas del curioso y extra?o sistema de votaci¨®n que determina el vencedor de esta peculiar categor¨ªa. Este irregular y hasta injusto criterio de los acad¨¦micos se correspond¨ªa con el desinter¨¦s de los distribuidores y el p¨²blico norteamericano por las cinematograf¨ªas extranjeras desde mediada la d¨¦cada de los sesenta.

Aunque no mucho, las cosas han empezado a cambiar. En los ¨²ltimos a?os, en conjunci¨®n con ingleses y australianos, los productos europeos han empezado a funcionar de nuevo en taquilla.

Pero las cr¨ªticas al sistema de selecci¨®n en esta categor¨ªa ya han empezado a surgir. Cada a?o, hacia el mes de octubre, una organizaci¨®n similar a lo que la academia representa en Estados Unidos, selecciona en su pa¨ªs la pel¨ªcula que presenta al Premio Oscar. Esta temporada han concurrido 26 titulos. Un comit¨¦ especial de 33 miembros visiona todas las pel¨ªculas contendientes y selecciona las cinco finalistas. El primer problema se plantea al admitir s¨®lo un filme por pa¨ªs, limitando grande mente las posibilidades de las cinematograf¨ªas m¨¢s importantes y abriendo las puertas a lugares en los que no existe ning¨²n tipo de industria. La trampa que ahora se cr¨ªtica es que, aprovech¨¢ndose de esta regla, pel¨ªculas europeas que cuentan con alg¨²n tipo de financiaci¨®n ex¨®tica se cuelan representando, como en el caso de Le bal, de Ettore Scola, una de las candidatas de este a?o, a Argelia.

El problema del voto

El otro problema, mucho m¨¢s grave, es el del n¨²mero de votantes que decide cu¨¢l es la pel¨ªcula gana2 dora. Mientras que para las dem¨¢s categor¨ªas votan los casi 4.000 miembros de esta instituci¨®n, 31 no se les exige para contabilizar su papeleta que demuestren que han visto las pel¨ªculas candidatas, en el caso de las producciones en lengua extranjera, dado que muchas de ellas no se exhiben en salas comerciales para evitar el abuso, s¨®lo se contabilizan los votos de aquellos que han visionado los cinco filmes seleccionados en los pases que se celebran en el teatro Samuel Goldwin, de la academia. Estas proyecciones -dos de cada pel¨ªcula- tienen lugar a las 13.30 y a las 15 horas. Es decir, que para que su voto sea v¨¢lido, el acad¨¦mico debe haber visto las cinco pel¨ªculas candidatas a las horas mencionadas y en d¨ªas laborables, para lo que, adem¨¢s, tiene s¨®lo dos oportunidades.

Esto no significa que el premio responda totalmente al azar. La academia y sus miembros se tornan muy en serio su instituci¨®n y son muy conscientes de que los ojos del mundo del cine est¨¢n puestos sobre ellos durante estas fechas. Se sienten responsables, a veces incluso en exceso. Por eso no hay que minimizar el impacto que una campa?a de prensa bien orquestada, la presencia de los directores candidatos o cualquier apoyo que se d¨¦ a sus filmes tienen en la votaci¨®n final, por pocos que sean los que voten. El a?o pasado Jos¨¦ Luis Garci estuvo en Los ?ngeles y, apoyado por Fox, que distribu¨ªa Volver a empezar, se preocup¨® de que se hablara de ¨¦l. Este a?o Carlos Saura ha visitado tambi¨¦n la ciudad, junto al productor Emiliano Piedra, apoyados por Ori¨®n -la distribuidora- Hace un mes estuvieron tambi¨¦n las dos estrellas de Carmen, Antonio Gades y Laura del Sol. El filme espa?ol sigue en cartel con los cines llenos. Pero este a?o la competencia se llama Bergman.