David Carver,

ciudadano brit¨¢nico, puede pasar, con todos los honores, a formar parte del libro Guiness de los r¨¦cords o a los altares de la paciencia. Cuando ten¨ªa tres meses, fue operado de un labio leporino y los m¨¦dicos dijeron a sus padres que tendr¨ªan que repetir la intervenci¨®n poco despu¨¦s. Cada vez que se interesaban por la suerte de su hijo, la respuesta era que el ni?o segu¨ªa en lista de espera. Hoy, el ni?o tiene 31 a?os y una inmensa suerte: acaban de escribir a sus padres dici¨¦ndoles que ya le ha tocado el turno al chiquillo. La madre muri¨® en 1979 sin verle el labio arreglado y creyendo, sin fundamento, que cosas as¨ª s¨®lo pasaban en la Seguridad Social espa?ola.