La sociedad sovi¨¦tica se adentra por la senda del 'socialismo desarrollado'
Pese a su salud aparentemente precaria, y en contraste con su antecesor, Konstant¨ªn Chernenko ha desplegado una gran actividad f¨ªsica y se ha hecho cargo en un tiempo r¨¦cord de la jefatura del Estado. Desde febrero, el dirigente, que tiene 72 a?os, ha recibido a m¨¢s gente y ha pronunciado m¨¢s discursos que Andropov en 15 meses. Aunque casi no pasa un d¨ªa sin que aparezca en la televisi¨®n o fotografiado en los peri¨®dicos, diversos ciudadanos sovi¨¦ticos coinciden en afirmar que Chernenko no inspira simpat¨ªas a la poblaci¨®n. ?sta, se?alan, le asocia a una idea de inmovilismo y da un valor ret¨®rico a sus palabras. Tal vez sea por eso que los propagandistas sovi¨¦ticos construyen en la actualidad una imagen apropiada del l¨ªder, un hombre del aparato del partido, y la proveen de todas las facetas valoradas en el estadista, incluida la militar."Sobre el papel, no hay elementos que permitan decir que Chernenko se propone modificar la pol¨ªtica de Andropov. Chernenko, con todo, puede vaciar de contenido algunos de los elementos m¨¢s caracter¨ªsticos de la ¨¦poca anterior, tales como el ¨¦nfasis en la disciplina laboral y la campa?a contra los funcionarios corruptos o relajados", se?ala un universitario.
"La pasividad es la caracter¨ªstica principal de la actual directiva", asegura una prestigiosa fuente marxista no ortodoxa, que llama la atenci¨®n sobre las pocas renovaciones ministeriales (tres en total) habidas el pasado abril en la constituci¨®n del Gobierno para los pr¨®ximos cinco a?os. Durante los 15 meses del mandato de Andropov, en cambio, se produjo una veintena de relevos ministeriales. El Gobierno, compuesto por un centenar de ministros, cuyo decano es el titular de Construcci¨®n de Maquinaria, E. P. Slavsky, de 86 a?os, no es ajeno, a su vez, al fen¨®meno de envejecimiento que afecta al Politbur¨®, m¨¢ximo ¨®rgano colectivo en la jerarqu¨ªa del partido. Aqu¨ª, seg¨²n fuentes sovi¨¦ticas, se ha producido un pacto entre Chernenko y sus partidarios y Mijail Gorbachov, el benjam¨ªn del grupo, considerado actualmente el n¨²mero dos de la direcci¨®n sovi¨¦tica.
"En el Kremlin est¨¢n tan preocupados por mantener el equilibrio que no parecen capaces de tomar ninguna decisi¨®n", comenta una veterana fuente diplom¨¢tica occidental. "El resultado del ¨²ltimo pleno del Comit¨¦ Central (en abril) muestra que Chernenko no fue capaz de ascender a nadie y que necesita del resto de miembros de la directiva. Chernenko no es del tipo de personas que vaya a dejarse controlar por sus colegas si, se siente lo suficientemente fuerte, y no creo que considere a Gorbachov como una amenaza."
El congreso de 1986
De no mediar imprevistos, el congreso del PCUS que ha de celebrarse a principios de 1986, y su preparaci¨®n previa, constituyen, en opini¨®n de varios kremlin¨®logos, la ocasi¨®n clave para calibrar el rumbo de la organizaci¨®n compuesta por 18,5 millones de personas, un 40% de las cuales, aproximadamente, son obreros, y un 12%, a su vez, campesinos. "El PCUS", se?ala un soci¨®logo sovi¨¦tico marginal, "re¨²ne los elementos m¨¢s conformistas y, al mismo tiempo, m¨¢s din¨¢micos de la sociedad. Cualquier actividad de responsabilidad, o cualquier puesto importante en la esfera intelectual, requiere ser miembro del partido. La directiva del partido tiene acceso a unos privilegios que la aferran a su posici¨®n".Hasta el pr¨®ximo congreso del PCUS, se?alan las fuentes marxistas, habr¨¢ un per¨ªodo de estabilidad y calma en la pol¨ªtica interior de la URSS. El congreso, que se celebra con una periodicidad de cinco a?os, elige un nuevo Comit¨¦ Central, verdadero Parlamento pol¨ªtico del pa¨ªs, formado en la acItualidad por algo m¨¢s de 300 miembros de pleno derecho. El actual Comit¨¦ es una herencia directa de los 18 a?os de mandato de Le¨®nidas Breznev. Durante el mandato de Andropov se practicaron en ¨¦l dos expulsiones: la del ministro del Interior, Nikolai Shchelokov, y la del jefe del partido de Krasnodar, Serguei Medunov, ambos vinculados con el fallecido Breznev.
Shchelokov, que conoc¨ªa a Breznev desde su paso por el Instituto Metal¨²rgico de Dniepropetrovsk y que trabaj¨® con ¨¦l en Moldavia, lleg¨® a Mosc¨² de la mano de su protector para dirigir la polic¨ªa sovi¨¦tica. Su condescendencia en casos de corrupci¨®n y la sospecha de que ¨¦l mismo y su familia podr¨ªan estar involucrados produjeron su destituci¨®n en diciembre de 1982. Shchelokov no lleg¨® a ser juzgado, se?alan fuentes solventes, y podr¨ªa estar ahora en proceso de rehabilitaci¨®n. Otras fuentes se?alan que el mismo Chemenko se ha entrevistado recientemente con ¨¦l. Por otra parte, la familia de Breznev, aparentemente ca¨ªda en desgracia en la ¨¦poca de Andropov, vuelve a estar en el candelero, como lo demostr¨® la presencia de su viuda y su hija en un acto organizado por la esposa de Chernenko, Ana Dimitrieva, el pasado marzo.
"Andropov quer¨ªa realizar una limpieza en la Administraci¨®n y la inici¨® (incluso hizo fusilar a dos funcionarios de Comercio Exterior), pero no se atrevi¨® a operar a niveles altos", se?ala la fuente marxista. En opini¨®n de esta fuente, sin embargo, las ventajas y privilegios de lo que en la URSS se entiende por corrupci¨®n parecer¨ªan rid¨ªculas en Occidente.
Entre las tareas del pr¨®ximo congreso del PCUS est¨¢ la aprobaci¨®n del nuevo programa, destinado a sustituir al vigente desde 1961. Se trata no s¨®lo de eliminar ciertas visiones simplistas sobre los a?os ochenta, como se hab¨ªa previsto, sino que se har¨¢ algo m¨¢s. En el momento actual, se dice oficialmente, la sociedad sovi¨¦tica est¨¢ en la etapa del socialismo desarrollado. Las fronteras entre el comunismo y el socialismo desarrollado est¨¢n, para algunos, "en las murallas del Kremlin", seg¨²n un ir¨®nico comentario moscovita.
Los ciudadanos de esta sociedad, especialmente los trabajadores industriales especializados (un obrero cualificado gana m¨¢s que un ingeniero o un maestro), se sienten razonablemente satisfechos, seg¨²n aseguran fuentes de diversa tendencia pol¨ªtica ajenas al sistema. Mejor o peor, los problemas b¨¢sicos -vivienda, salud, escolarizaci¨®n- est¨¢n resueltos, y el eventual descontento ante fen¨®menos concretos, como es el deficiente aprovisionamiento de bienes de consumo, es contrarrestado por la proverbial capacidad de aguante de los sovi¨¦ticos -infravalorada por EE UU-, y una posibilidad de comparar restringida a un pasado peor abastecido.
La oposici¨®n en la URSS es un concepto restringido y difuso que afecta, sobre todo, a sectores intelectuales. "Uno de los ¨¦xitos de Andropov consiste enhaberse cargado la disidencia, que ha emigrado o est¨¢ en prisi¨®n", se?ala un observador pol¨ªtico en Mosc¨². El zamisdat, publicaciones clandestinas a ciclostil, est¨¢ estrangulado, y los residuos disconformes se aglutinan en torno a un movimiento encargado de velar por el cumplimiento de los acuerdos de Helsinki. Adem¨¢s, est¨¢ el cient¨ªfico Andrei Sajarov, confinado a vivir en el exilio interior de la ciudad de Gorki (prohibida a extranjeros) desde 1982. Diversos observadores pol¨ªticos occidentales ven en el isl¨¢m sovi¨¦tico (en plena expansi¨®n demogr¨¢fica), que agrupa el 18% de la poblaci¨®n de la URSS, el factor potencialmente mas desestabilizador del Estado.
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