Un hom¨ªnido con poca barbilla
Cuando se difundi¨® el hallazgo del Hombre de Orce, se dijo que el trozo de cr¨¢neo fosilizado tendr¨ªa entre 900.000 y 1.600.000 a?os, lo que le convert¨ªa en el resto humano m¨¢s viejo jam¨¢s encontrado en Eurasia. Se precis¨® que tendr¨ªa 17 a?os, apenas medir¨ªa m¨¢s de metro y medio, y pocos de estos seres vivir¨ªan m¨¢s de 40 a?os. Andaban erguidos, y ten¨ªan m¨¢s pelo que el hombre actual; tambi¨¦n tendr¨ªan un hueso que sobresal¨ªa de la frente y poca barbilla. Los cient¨ªficos suponen que las diferencias f¨ªsicas entre los sexos estaban m¨¢s acentuadas que las actuales.Aunque los peleont¨®logos precisan que es dif¨ªcil saber muchos detalles de su vida cotidiana, se piensa tambi¨¦n que estos seres utilizaban rudas herramientas de piedra. Comer¨ªan frutas, cereales, bayas e insectos. Otras veces se asomar¨ªan despu¨¦s de que las hienas hubieran matado a alg¨²n animal, les asustar¨ªan y se quedar¨ªan con los restos. Se cree que en ocasiones se juntar¨ªan para la caza, por lo cual tendr¨ªan alguna organizaci¨®n social. No se sabe con seguridad si conoc¨ªan o no el uso del fuego, pero si a¨²n no lo hab¨ªan descubierto les faltaba poco tiempo para ese crucial cambio en su calidad de vida.
Cong¨¦neres et¨ªopes
Alrededor de la misma ¨¦poca y en el lugar que se conocer¨¢ m¨¢s tarde con el nombre de Chesowanja (Etiop¨ªa) los cong¨¦neres del Hombre de Orce comienzan ya a controlar el fuego. Lo que s¨ª han descubierto -los, hasta ahora, primeros habitantes de Europa- es el uso de instrumentos con los que se hace posible modificar la naturaleza y superar la mayor fuerza f¨ªsica o agilidad de otras especies animales. As¨ª, pues, disponen de piedras pulimentadas, cuernos de ciervo que pueden servir como objetos percutantes y -tal vez- de instrumentos de madera. Sus herramientas indican tambi¨¦n que desde hace tiempo dominan el concepto de la simetr¨ªa, fundamental para la fabricaci¨®n de utensilios.Seg¨²n el paleont¨®logo Josep Gibert, ese primer hombre de Orce ten¨ªa una vida dura. "En aquellos tiempos la zona estaba al borde de un extenso lago, parte de un aut¨¦ntico paisaje afficano que se extend¨ªa por toda Europa". Al lado de este lago y en zonas de varios centenares de kil¨®metros de ancho, se supone que deambulan peque?os grupos de hombres y mujeres, parando en asentamientos temporales y luchando contra enemigos como hienas, linces y hasta olos de la ¨¦poca.
Es altamente probable que la zona del lago donde su suponen que habitaban se ve¨ªa peri¨®dicamente sacudida por terremotos de intensidad variable, lo cual debi¨® influir en la g¨¦nesis del todav¨ªa primitivo intelecto abstracto y mitol¨®gico de los hombres de Orce. A nivel de comunicaci¨®n entre ellos, es imposible determinar si dispon¨ªan de un lenguaje sofisticado.
Parece inequ¨ªvoco que los hombres de Orce proced¨ªan del continente africano.Lo que no est¨¢ tan claro es c¨®mo llegaron al sur de la Pen¨ªrisula Ib¨¦rica. Las posibles v¨ªas de migraci¨®n eran la traves¨ªa del estrecho de Gibraltar, que en esa ¨¦poca ten¨ªa unos 100 metros de profundidad menos que en los tiempos hist¨®ricos, o la circunvalacion del Mediterr¨¢neo pasando por lo que en el siglo XX ser¨¢n Egipto, Palestina, Turquia, Grecia, Italia y el sur de Francia.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.