Un concierto escandalosamente hermoso
Escandalosamente hermoso el concierto -hermoso y desconcertante- de esta agrupaci¨®n checa que sabe a cerveza. A menudo, el concierto, que, sin duda, sirve a la m¨²sica, la sepulta a su pesar en su etiqueta sudario: por eso es maravilla cuando la m¨²sica emerge a borbotones y desbarata los cauces erosionados del acto social. Porque en la m¨²sica, como en los r¨ªos, lo que desemboca caudaloso y manso ha nacido abrupto y transparente.
Frescor
Demetrio J
MyslivecekConcierto en la mayor para viol¨ªn y orquesta, K. 219, W. A. Mozart. Sinfon¨ªa n¨²mero 4 en la mayor, opus 90, Italiana, F. Mendeissohn. Int¨¦rpretes: Jitka Novakova (viol¨ªn). Orquesta Sinf¨®nica de la Radio de Pilsen (Checoslovaquia). Director: Vit Micka. Teatro Principal de Valencia, 21 de mayo de, 1984.
Pocas veces se ha o¨ªdo el concierto mozartiano, ¨²ltimo de la serie, con una belleza a la vez cortesana y popular, discurrir con un frescor tan primaveral: notabil¨ªsimo el arco de la Novakova y no menos notable el acuerdo, no mec¨¢nico, sino coloquial, de solista y orquesta en esta sesi¨®n. Ejemplar. Mozart am¨® esa su segunda patria, y los checos le devuelven amor, que con amor se paga. Y desde Wolfgang Amadeus Mozart entienden lo dem¨¢s: a Mendelssohn y a Ludwig van Beethoven -fuera de programa-. Lo que quiere decir un estilo de c¨¢mara, de crudit¨¦, ¨¢cido y original, ajeno a engoladuras y no conocedor de algodones y naftalinas.Es en ese punto donde se suscita el esc¨¢ndalo de todos aquellos que aborrecen la desnudez, f¨ªsica, moral y musical, y suspiran cuando una trompa resbala, cuando esa misma trompa ha sonado con un aliento po¨¦tico desconocido en esstas tierras en donde, a, cuenta de las bandas, se cree saberlo todo en materia de viento.
Sarcasmos
Y circulan sarcasmos a prop¨®sito de los tempi, desacostumbradamente movidos, sin haberse tomado la molestia -hace medio siglo que Toscanini clamaba por ello- de cotejar las partituras y comprobar que del romanticismo para ac¨¢ se oye toda la m¨²sica con m¨¢s ampulosidad y calma de lo que fue escrita, rode¨¢ndola de un sabor a rancio que le es esencialmente ajeno.Bienvenida sea esa m¨²sica t¨®rrencial que puede hacer saltar por los aires conservatorios y sociedades filarm¨®nicas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.