Andr¨¦s Berlanga presenta 'La gazn¨¢pira', una novela que trata de identificar una generaci¨®n

Andr¨¦s Berlanga presenta hoy, en la Biblioteca Nacional de Madrid, su nueva novela La gazn¨¢pira, en un acto en el que previamente hablar¨¢n el periodista Vicente Verd¨² y el acad¨¦mico Manuel Seco. Berlanga, que tiene 43 a?os y lleva escritos un libro de relatos, Barrunto, y una novela, P¨®lvora mojada, as¨ª como numerosos art¨ªculos y ensayos , considera esta nueva obra como el retrato de un personaje que, de alguna manera, somos todos nosotros.

Aunque este libro lo estaba rumiando desde los nueve a?os, de alguna forma, en el fondo de su realizaci¨®n est¨¢ algo muy grave que a Andr¨¦s Berlanga le ocurri¨® cuando regresaba del festival de cine de San Sebasti¨¢n, en 1973. Un accidente de coche, en el que falleci¨® su padre, le hizo cambiar radicalmente su vida. ?l hab¨ªa tenido la conciencia, desde siempre, de que alg¨²n d¨ªa deber¨ªa contar todo el proceso de degradaci¨®n, de agon¨ªa, de un pueblo que al cabo de muchos siglos desaparece, pero no porque se transforma, sino porque es abandonado, y ya no existe en el mapa."El lazo que yo ten¨ªa con ese pueblo era mi padre, y poco despu¨¦s del accidente, al encontrar un cuaderno de la escuela que yo ten¨ªa guardado, me propuso contar, en la piel de una mujer, la historia de una opresi¨®n y de una lucha a dentelladas. Decid¨ª que la protagonista fuera una mujer porque eso era, adem¨¢s, un desaf¨ªo a?adido, todav¨ªa resaltaba m¨¢s la opresi¨®n, el sometimiento".

"A partir de eso, lo que me propuse", a?ade, "f¨²e contarlo de una manera tangencial, no rotunda, estructurando la novela en siete cap¨ªtulos que son siete an¨¦cdotas triviales, pero que en su trasfondo cuenta la vida; es un poco la antropolog¨ªa de esa situaci¨®n, y las vivencias no son solamente el lenguaje. El lenguaje es tambi¨¦n un bistur¨ª, una radiograf¨ªa de ese medio, aunque no cuenta lo que ocurre".

Dice que los cap¨ªtulos, "aunque cada uno es como un cuento, s¨®lo tienen sentido le¨ªdos completamente, porque es un sistema circular; es decir, un hecho es contado en muchos cap¨ªtulos, a?adi¨¦ndole, como en los ninots de las Fallas de Valencia, un pegote que va configurando la historia, de manera que el lector tiene que poner de su parte la memoria de haber le¨ªdo".

Andr¨¦s Berlanga ha escrito esta novela durante ocho a?os -mejor dicho, ha configurado y escrito-, trabajando s¨®lo por la noche, de 9.30 a cuatro de la madrugada, cuando todo estaba callado a su alrededor, cuando no hab¨ªa nadie en torno a ¨¦l en la casa. Este juego de enga?os y desenga?os que es la novela, de apariencias y desapariencias, va tejiendo la vida de ese pueblo inventado pero que existi¨® -en Guadalajara- y de esa mujer, Sara Agudo, La gazn¨¢pira, en donde el mundo emerge con la colaboraci¨®n del lector.

La novela est¨¢ contada en segunda persona, con lo que eso tiene de desaf¨ªo para no caer en la blandura, para no cansar al lector. "A m¨ª, como lector, un libro debe dejarme participar, yo soy de los que creen que la literatura debe despertar sensaciones".

"Durante muchos a?os me dediqu¨¦ a hurgar en mi memoria y en la de mis seres m¨¢s cercanos la historia de un territorio, y a acopiar material de una manera totalmente an¨¢rquica y masiva. Despu¨¦s lo estructur¨¦ de una manera lo m¨¢s parecida a un gui¨®n cinematogr¨¢fico. Cada cap¨ªtulo lo divid¨ªa en 28-30 secuencias, y cada secuencia en planos, y luego iba alimentando cada uno. Ten¨ªa 20 cuadernos de 20 personajes, y siete cuadernos para cada cap¨ªtulo, e iba haciendo esa labor de taracea. Uno de los factores para m¨ª m¨¢s claves es que ese mundo es como 100 veces m¨¢s rico que la propia novela, de manera que la novela es como una quintaesencia, pero no como resumen, sino cogiendo las crestas, los valles que a m¨ª me apetec¨ªan, sabi¨¦ndomela yo muy bien".

Pero para el proceso de escritura -que era el que hac¨ªa por las noches- abandonaba el material recogido durante la tarde, se entregaba., se met¨ªa en ese mundo, alcanzaba el estado de ¨¢nimo que le permit¨ªa que toda la novela -su escritura real dur¨® tres a?os- tuviera el mismo tono, como si estuviera escrita de un tir¨®n.

Es una novela en la que los personajes no est¨¢n descritos, ni siquiera el paisaje, pero dice Berlanga que "es una novela muy carnosa". A ello contribuye el lenguaje, que tiene ra¨ªces olorosas en la misma tierra.