Los partidos italianos, exceptuado el PCI, temen la abstenci¨®n en la votaci¨®n europea
Todos los partidos italianos, excepto el comunista, est¨¢n haciendo rogativas para que el domingo, d¨ªa de las elecciones europeas, llueva a c¨¢ntaros. Temen que una jornada soleada pueda empujar a los electores hacia la playa.Los comunistas, m¨¢s disciplinados en su voto, m¨¢s activistas pol¨ªticamente, con mayor raz¨®n tras la muerte de Enrico Berlinguer, se presentar¨¢n ante la urnas como un solo hombre.
Por eso, ya al d¨ªa siguiente del entierro del l¨ªder comunista, acabada la tregua electoral, ha empezado a aparecer en las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos una palabra clave: sorpasso. Es la palabra que se usa para decir que un coche adelanta a otro.
Se teme el sorpasso comunista, que el PCI se convierta en el primer partido d¨¦ Italia, superando por primera vez a la Democracia Cristiana. No votar ser¨ªa un "doble pecado mortal", ha dicho el ministro del Interior, el democristiano Luigi Scalfaro.
Ese hipot¨¦tico adelantamiento de los comunistas ser¨ªa posible no s¨®lo porque el partido del difunto Berlinguer pueda aumentar sus votos; el PCI podr¨ªa darse por satisfecho si mantuviera su actual cota electoral, 29,9% de los votos. Lo que s¨ª puede ocurrir es que la Democracia Cristiana, que en las ¨²ltimas elecciones se qued¨® a s¨®lo un 3% de diferencia con el partido comunista, pudiera seguir perdiendo votos. Sobre todo porque, no existiendo una profunda conciencia europea, muchos de sus electores pueden pensar que se trata de una elecci¨®n poco importante y desertar de las urnas.
Por eso la consigna es utilizar el miedo al adelantamiento. El mismo Giulio Andreotti, ministro democristiano de Asuntos Exteriores, conocido por la sutileza de su pol¨ªtica maquiav¨¦lica, ha comentado: "Basta convencer a la gente del peligro del sorpasso para que ¨¦ste resulte imposible".
Y los cinco partidos que componen hoy el Gobierno de centro-izquierda, que estaban en guerra entre ellos en v¨ªsperas de la tragedia de Berlinguer y que daban ya por descontada la crisis de Gobierno al d¨ªa siguiente de las elecciones, ahora se han unido ante el peligro y ya no se habla de crisis.
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