El horror a retirarse a los 65

Cuando casi todos los colectivos laborales abogan por un recorte de la jornada laboral y cuando una de las conquistas hist¨®ricas de los trabajadores ha sido el conseguir dejar de trabajar lo m¨¢s pronto posible los funcionarios reivindican todo lo contrario. Los sindicatos Uni¨®n General de Trabajadores y Comisiones Obreras han aceptado finalmente el texto del proyecto de ley para la Reforma de la Funci¨®n P¨²blica, que equipara la edad de jubilaci¨®n al sector privado.Entre otras cosas, estos sindicatos son conscientes de que hay demasiados parados j¨®venes en nuestro pa¨ªs en espera de que los de mayor edad dejen la silla vac¨ªa para poder empezar a trabajar. No obstante, tambi¨¦n han mostrado sus reticencias al objeto de conseguir mejores pensiones de retiro.

Los sindicatos de cuerpos de elite, y algunos que integran desde ordenanzas hasta subdirectores generales, todos ellos presentes en la Plataforma Sindical Independiente, han sido quienes han elevado las m¨¢s fuertes protestas. Rafael Heras, presidente de la Federaci¨®n de Cuerpos Superiores de la Administraci¨®n (FEDECA), resume su oposici¨®n al proyecto sobre este tema con una escueta frase: "Los funcionarios no quieren jubilarse a los 65 a?os porque se mueren de hambre", y pone como ejemplo el caso de un inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Caminos -el cargo m¨¢s alto al que se puede llegar por criterios profesionales- que, despu¨¦s de trabajar 47 a?os en la Administraci¨®n, percibe una pensi¨®n de 78.000 pesetas.

Heras a?adi¨® que presentaron al ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, un proyecto alternativo para las jubilaciones, basado no en la edad del funcionario, sino en el tiempo de empleo real en la Administraci¨®n, que les fue rechazado por el Gobierno.

En cualquier caso, muchos funcionarios manifiestan que su con.tribuci¨®n para una vejez confortable ha sido muy superior a la que han realizado el resto de los trabajadores del sector privado, y expl¨ªcan que han estado cotizando un 5% de sus salarios para el gasto de Hacienda en clases pasivas y un 3%. adicional para la MUFACE.

Hay, por otro lado, sistemas de contribuci¨®n a diversas entidades mutualistas que permiten a algunos empleados de la Administraci¨®n P¨²blica que se jubilan hasta con un 150% del salario que percib¨ªan en activo.

Pero esto, aunque existe, no es significativo, pues su car¨¢cter es excepcional y afecta a cuerpos muy espec¨ªficos y especialmente previsores.