El eclipse de Casal

Se habla de Casal, se habla de glamour. Hace cinco a?os -quiz¨¢ m¨¢s- que este asturiano dej¨® de arrimarse a las bandas de rock capitalinas y m¨¢s a¨²n -de esto ya ni se sabe- que Tino Casal cantaba de gaitas y otras notas ¨¦tnicas en Los Archiduques. Bowie, Peter Gabriel, Ritmos Africanos, Malcom McLaren, han influido a este cantante-compositor inquieto, vers¨¢til, que posiblemente haya exhibido y experimentado los estilos musicales de los ¨²ltimos 20 a?os con un retraso de un a?o.Enmelenado, con largas trenzas anaranjadas que le rozaban la cintura, Casal apareci¨® en medio del estruendo orquestal con un traje rojo, corbata peque?a y capa negra. Como en el Buenas noches, bienvenidos de Miguel R¨ªos, este compa?ero de generaci¨®n abri¨® la boca para cantar su nuevo sencillo, Teatro de la oscuridad, con la coletilla "Ha comenzado a subir el tel¨®n, es el momento de la creaci¨®n. Gracias a todos por estar aqu¨ª. Ser¨¢ un eclipse de principio a fin". Un eclipse, una ausencia, una evasi¨®n moment¨¢nea que la mayor parte del p¨²blico acogi¨® con la frialdad propia del evento, excepto esos aficionados alienados que estaban en su pleno derecho de divertirse. Sonaba Miedo y continuaba la magnitud de efectos, de m¨²sica espectacular y bailable, funk blanco y fr¨ªo alejado de la locura primitiva -?necesaria?- del rock. Casal, rodeado de humo artificial -coloreado de luz roja, predominante durante toda su actuaci¨®n se mov¨ªa atento a su imagen, al enfoque de la c¨¢mara de v¨ªdeo y al juego con el cable de su micr¨®fono.

Su concierto no es antiguo en sus formas, en su instrumentaci¨®n tecnol¨®gica -computadora de ritmo y sintetizadores al d¨ªa-, en sus gestos andr¨®ginos, pero casi todas sus canciones carecen del contagio imprescindible para que los asistentes no cesen de agitarse. Quiz¨¢ por ello le ped¨ªan sus dos o tres composiciones acertadas: Billy boy y Embrujada destacaron notablemente en repertorio tan irregular. P¨¢nico en el Ed¨¦n, el tema de la Vuelta 1984, acab¨® con la muestra de barroquismo sonoro de un grupo de m¨²sicos expertos que est¨¢n de vuelta (Javier Monforte y Javier Losada), que disimulan ser una banda de rock, pero que ofrecen una orquesta grande-que no grandiosa- gracias a los medios actuales.