La definitiva herida del tiempo
Time and the Conways, traducida en Espa?a como La herida del tiempo, es quiz¨¢ la obra m¨¢s famosa de John Boynton Priestley, que la estren¨® en 1937.La pieza se encuentra actualmente en gira por Espa?a, en el montaje que la compa?¨ªa Alcava, con direcci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Morera, estren¨® en marzo pasado en el teatro Bellas Artes de Madrid. Es la misma versi¨®n que Luis Escobar dirigiera en el teatro Mar¨ªa Guerrero en 1942 y que alcanz¨® un gran ¨¦xito. Luis Escobar, autor de la versi¨®n espa?ola, resumi¨® en el t¨ªtulo La herida del tiempo la apreciaci¨®n de la vida humana como un proceso inapelable hacia el desgaste.
La herida del tiempo juega con unas posibilidades esc¨¦nicas que la evoluci¨®n del teatro ha envejecielo prematuramente, pero que en su estreno sorprendi¨® al p¨²blico que comprob¨® de qu¨¦ forma la escena pod¨ªa revisar sus vidas, introducir un poso de amarga reflexi¨®n sobre el destino de cada uno. La pieza, dividida en tres actos, narra la historia de una familia brit¨¢nica de clase media alta. Si en el primer acto las ilusiones iluminan la vida de la familia, 20 a?os despu¨¦s, el tiempo transcurrido que da paso al segundo acto ofrece el desolado rostro de la realidad sacudida por el tiempo. Las ilusiones truncadas, la muerte, el desafecto, la mezquindad. Cuando ya el desenlace se prev¨¦ en toda su crudeza, el ¨²ltimo acto devuelve el tiempo esc¨¦nico al ?nic¨ªo de los veinte a?os que habr¨ªan de transcurrir. S¨®lo un personaje parece sacudido por una alucinaci¨®n, como si un aliento le hubiera advertido de la herida que el tiempo acabar¨ªa provocando en cada uno de los Conway.
El tiempo como la sustancia m¨¢s irreal y a la vez la m¨¢s inexorable, que consume con la exactitud fr¨ªa de las horas y que, en palabras de Machado, van hiriendo hasta que la ¨²ltima mata. Es esa definitiva herida mortal del tiempo la que, sin paradoja, ha terminado con John Boynton Priestley.
Babelia
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