La 'escuela libre' de cer¨¢mica de Sargadelos aspira a fomentar la imaginaci¨®n de artesanos de todo el mundo

"Mi pretensi¨®n es la de conocer la t¨¦cnica de la cocci¨®n de la cer¨¢mica a altas temperaturas y, al mismo tiempo, el estudio de nuevas formas". Con esta aspiraci¨®n abandon¨® Eduardo Garavagleia su peque?o taller cer¨¢mico de Argentina para trasladarse a Sargadelos, al norte de Lugo. El primer viaje que realiza fuera de su pa¨ªs es para participar en la Experiencia de tecnolog¨ªa y escuela libre que se celebra durante agosto y en donde comparten sus experiencias otros 60 alumnos que, llegados de diversas provincias espa?olas, Brasil, Italia, Colombia, M¨¦xico, Turqu¨ªa y hasta de China, participan en un encuentro en el que prevalecen el di¨¢logo y el fomento de la imaginaci¨®n.

Sargadelos se convierte cada verano, desde hace 13, en centro de reuni¨®n de ceramistas de todo el mundo al ser escenario de la Experiencia de tecnolog¨ªa y escuela libre que, organizada por el Seminario de Estudios Cer¨¢micos -entidad aut¨®noma que colabora con la f¨¢brica de cer¨¢mica-, es la ¨²nica de sus caracter¨ªsticas que se celebra en Espa?a. Los 30 d¨ªas que pasar¨¢n los asistentes en la costa lucense no s¨®lo les van a servir para conocer una de las zonas m¨¢s bellas de Galicia, sino para adentrarse en unas t¨¦cnicas y unos materiales que, de no ser as¨ª, tal vez nunca podr¨ªan conocer.La composici¨®n del alumnado es de lo m¨¢s diversa. Hay expertos, principiantes, profesionales, aficionados, j¨®venes y menos j¨®venes. Pero a todos les une el af¨¢n de aprender y experimentar con la cer¨¢mica. Y han elegido Sargadelos porque, adem¨¢s de ser el ¨²nico lugar que organiza un encuentro de estas caracter¨ªsticas, les ofrece la oportunidad de trabajar en un r¨¦gimen de absoluta libertad, con materiales y equipos que les son facilitados gratuitamente, y siempre bajo la atenci¨®n de responsables del seminario y maelstros ceramistas invitados.

Si el argentino Eduardo Garavagleia busca en Sargadelos la t¨¦cnica de la cocci¨®n a altas temperaturas, algo totalmente desconocido en su pa¨ªs, y las nuevas formas cer¨¢micas, la brasile?a Amparo Drum¨®n, s¨®lo pretende "dar los primeros pasos en el proceso cer¨¢mico, porque no soy m¨¢s que una aficionada, aunque mi pretensi¨®n es la de ser ceramista, pero sin prisa, porque creo que para poder trabajar hay que conocerlo todo". Y mientras el primero destaca la libertad con que trabaja, lo que ha motivado que en cuatro d¨ªas "lograse empezar a querer a este material que es muy ¨¢spero y al que no estaba acostumbrado", la brasile?a reconoce que "todo esto es nuevo para m¨ª".

Brita Kristina Bergluno, profesora de Bellas Artes en Dinamarca, participa en esta experiencia porque quiere conocer todos los secretos del torno, "ya que no tengo mucha pr¨¢ctica en ¨¦l". Y aunque por el momento no tiene un taller propio, quiere trabajar "y mantener un intercambio con personas de otros pa¨ªses". Igual que Lin Hsiao Yun, pintor chino que ha mostrado su obra en algunas ciudades espa?olas y que permanece en Sargadelos para aprender a utilizar la pintura en las piezas cer¨¢micas, algo completamente nuevo para ¨¦l, mientras prepara nuevos cuadros para mostrarlos en Barcelona, Par¨ªs y Viena.

En Sargadelos, los grupos de trabajo estudiar¨¢n y debatir¨¢n, hasta finales de agosto, la tecnolog¨ªa cer¨¢mica, los materiales, el trabajo en el torno las nuevas formas. Emplear¨¢n materiales analizados y experimentados ya en anteriores encuentros, o los que ellos mismos estudian, para elaborar ensayos con las formas que cada alumno sea capaz de imaginar y plasmar, y que van a servir para extraer importantes conclusiones de cara a trabajos futuros.

Si en la experiencia anterior un grupo se dedic¨® a la construcci¨®n de un horno de le?a primitivo, en esta ocasi¨®n, una docena de participantes, bajo la direccion y asesoramiento de Arcadio Blasco, realizar¨¢ una cer¨¢mica habitable a la que llamar¨¢n ruinas cer¨¢micas prehist¨®ricas. Pese a que la constituci¨®n del grupo no ha pasado por una selecci¨®n previa, quienes lo integran se muestran tan ilusionados por realizar la obra como de acuerdo en que "la cer¨¢mica es un vicio peor que el caballo" o que "si funciona la cer¨¢mica en Espa?a, hay que empezar a creer en los milagros".

Ruinas cer¨¢micas

Arcadio Blasco est¨¢ satisfecho de poder llevar a cabo este proyecto, porque "yo siempre he pensado que las obras de arte deber¨ªan de ser colectivas. No s¨®lo en la creaci¨®n personal del artista, sino tambi¨¦n en el trabajo".La realizaci¨®n de las ruinas cer¨¢micas prehist¨®ricas, que tendr¨¢n una envargadura de casi dos metros, se lleva a cabo sin una concepci¨®n previa. "En principio tenemos unos conocimientos que nos sirven para empezar a trabajar. Los peque?os grupos van sugiriendo ideas sobre la marcha y tenemos que superar las dificultades de los materiales, aprendiendo de lo hecho anteriormente. Es un encuentro de trabajo en el que lo que me importa es ver el proceso. S¨®lo pretendemos realizarla, y si el resultado es monstruoso, lo importante ha sido el encuentro de un trabajo en com¨²n".

La obra, que ceder¨¢n a Sargadelos, "tiene aspecto de ruina arqueol¨®gica porque nos hemos encontrado con que la sociedad es testimonio de fracaso. Estamos continuamente empezando a partir de las ruinas de otras civilizaciones".